¿Cómo surge la idea de comenzar con el bar en Pozo del Molle?

Milton – “Con los chicos que lo abrimos, Adán y Boris Riback, Joni Fernández y otros amigos, siempre se habló de la idea de tener un bar, creo que el haber pasado por el boliche te deja la idea, la enseñanza de manejar un bar, un boliche, yo había sido presiente de mi promoción, lo bueno que tiene el boliche que uno lo ve después con el tiempo, es como que manejas una empresa, tenes un grupo que se encarga de la bebida, otros de los descartables, los chicos que te atienden el quiosco, funciona viernes a viernes como una empresa, por más que uno es chico, tiene 17 ó 18 años, maneja un volumen de dinero importante que sirve para realizar el viaje de egresado a Bariloche”.

¿En la decisión influyo que los chicos tenían la elaboración de la cerveza?

Miltón – “Lo que impulsó la idea fue que la cerveza artesanal hizo como un boom, los chicos tenían la fábrica y teníamos la chance de contar todos los fines de semana con este estilo de cerveza artesanal, nos enfocamos a las canillas a servir de esa manera, era algo nuevo en la zona, solo en Villa María recién estaba apareciendo. Los chicos tenían la fábrica en Las Varillas hoy la tienen en Villa María, Byalstok, además traíamos la Checca de Sacanta, también de Córdoba capital otra”.

¿En qué fecha se da la inauguración y que recordas del comienzo?

Miltón – “En el año 2017 comenzamos, cada cual tenía ahorros genuinos de cada uno de sus trabajos, remodelamos el lugar desde septiembre, había pasado mitad noviembre y ya no teníamos más plata y seguíamos sin abrir, en ese momento dijimos abramos para recuperar un poco de dinero y después terminarlo como queríamos, abrimos sin tenerlo como queríamos, empezamos solamente con pizzas, un poco de bebida y nada más, no teníamos hamburguesa, lomitos, solo una heladera, un freezer, con el paso del tiempo, en el verano nos va muy bien y esas ganancias las usamos para terminar de armar el bar”.

¿Eran 4 socios, como se organizaban?

Milton – “Y nos dividíamos, uno en la barra, otro en la caja, en la semana lo mismo uno compraba la comida, otro el descartable y así, creo que nos influenció para bien la experiencia del boliche, igualmente en el tema de la comida no teníamos idea la principio, la cocinera siempre fue Claudia la mamá de Joni, fue algo familiar, el papá  de Adán nos tiró un par de tips para las pizzas, recuerdo haber hablado con Andrés Penayo, teníamos relación de la pileta, en el pueblo todos nos han dado una mano. Con el tema de la bebida los mismos que nos vendían, nos aconsejaban que llevar, cada uno tiene su experiencia, te prestan información y te dan una mano útil”.

“Nuestros propios amigos se nos reían al principio porque solo teníamos pizzas, nos decían que agregáramos más al menú que parecían tortugas ninjas, creo que esos fines de semana de navidad y año nuevo, hicimos 200 pizzas por finde, yo ayudaba a la mamá de Joni recuerdo que teníamos los brazos quemados no dábamos abasto. Supimos tener 100 personas a comer, muchos iban temprano y después íbamos cambiando de grupos y edades, el que ahora recuerdo que nos dio una mano fue Robert Barrientos, el tenia un bar en Villa Maria, siempre bien predispuesto, nos fuimos allá nos mostró la cocina, vajillas, nos contó secretos de la pizza de la muzarella, nos dio una gran ayuda, nos guió.

¿Por qué el nombre ERGO?

Miltón – “Salió de ergo fobia, una idea que tiró Adán un día, creo que es fobia al trabajo, nos reímos y quedó, lo último que hicimos fue poner el nombre, primero armamos todo el bar”.

Son recordados por más allá del bar realizaron eventos, ¿cómo surgen esas ideas?

Miltón – “El tema de los eventos se fueron dando cuando cumplimos un año, nunca lo vimos desde el lado económico, era un bar entre amigos, nunca se nos cruzó dejar nuestros trabajos y vivir de esto, era un lugar de encuentro de viernes a domingos, cuando cumplimos el año decidimos todos los fines de semana hacer algún evento y cerramos el sábado 24 de noviembre con el evento grande. La trajimos a Cata Fabro, Santi Dadone, chicos que hacían acústicos de Villa Maria, Bell Ville, siempre que hicimos eventos la gente nos respondió bárbaro, trajimos al Tano Romero con pistas y notamos que la gente se había emocionado con él, así que más adelante hicimos bailes. Cuando cumplimos 1 año trajimos para todas las edades alguna banda, arrancamos temprano en la estación con Stefy Gonella, una banda de San Luis, Rain Covers Band, otra de Villa María y una de cumbia, los chicos son de Mar Chiquita”.

¿Saben que son el último baile popular del pueblo? Porque si bien hubo carnaval, baile en sí, el último fue el de ustedes al cierre del 2019.

Miltón - No, la idea nuestra era crear un evento fijo en cada final de año, que no sea navidad y año nuevo pero que si sea el cierre de año, nosotros vemos que esos quince días se vuelven todos los estudiantes, todos los chicos que están viviendo en otras ciudades y que tienen la familia acá, que vienen a pasar la fiesta, recuerdo que no nos había acompañado el tiempo porque estaban anunciando lluvia y terminamos haciéndolo adentro del salón de Fundación, hizo un poco de calor pero metimos 900 personas con la batalla de él Tano Romero y Claudio Toledo”.

Todo venía bien, hasta que llegó la pandemia ¿muy difícil sostenerse?

Miltón – “Se complicó todo, no solo a nosotros, en este tipo de negocio lo que te motiva a armar el fin de semana es esperar la gente que va al lugar, los grupos, los eventos masivos, además es lo que te da económicamente, si bien nosotros no perseguimos mucho lo económico, necesitábamos sacar rédito para pagar los impuestos y los empleados, creo que el éxito nuestro, si lo puedo llamar así, se dio porque nunca pensamos en lo económico, cuando hacíamos eventos, la función nuestra era tener el bar y que no tengamos que poner plata de nuestro bolsillo, ese era nuestro objetivo, lo otro se lo brindamos al público, si nosotros salíamos derecho y la gente estaba contenta por el evento ya lo considerábamos un éxito”.

“En ningún negocio que hicimos terminamos siendo millonario, cuando traes una banda, eso conlleva pagar seguridad, policía, permisos municipales, Sadaic, sonido, por nombrarte gastos, todo, es mucho lo que arriesgas, creo que por eso no hay eventos grandes como Ulises, Que Lokura, es muy grande el riesgo, no es que la gente no acompañe, tenes que tener espalda por las dudas no se dé”.

¿La pandemia los terminó sacando de la esquina? ¿Por qué?

Miltón – “Nos fue llevando la pandemia, empezamos con los delivery, Adán se había alejado del bar, Boris estaba en Las Varillas, Joni se fue a Villa Maria, nos sentamos a hablar que íbamos a hacer porque el contrato vencía en noviembre del 2020, ni bien pudimos abrir en septiembre empezaron los primeros casos en el pueblo y tuvimos que cerrar, fue todo cuesta arriba, la primer idea fue cerrar y guardar todo en un lugar, tuvimos la chance de vender las cosas, teníamos un comprador y no llegábamos a un acuerdo, gracias a Dios llegamos a un acuerdo entre nosotros porque somos muy amigos y además cada uno tenía su trabajo por fuera del bar”.

¿De ahí surgió la idea de irte a Fundación?

Milton – “En unos días después charlando con mi familia, se me ocurre la idea de la cantina de Fundación que estaba vacía, el verano era una incógnita, yo sabía que el aforo de gente no iba a ser el mismo, que no iba a ser la vida normal del verano anterior, les dije a los chicos que lo iba a seguir solo por el momento, si ellos no tenían problema, seguía”.

¿Por qué siempre fue al aire libre?

Miltón - “La idea fue siempre hacerlo al aire libre, las noches que llovía o estaba frio no abríamos, fue la idea que tuvimos para evitar todo tipo de contagio, cuando estuvimos en la esquina (Dobric /Mitre) una parte del pueblo nos cayó encima como manifestando que éramos un lugar de contagio, algunos se aprovecharon y quisieron hacerle creer a la gente que nosotros éramos los culpables de los contagios en el pueblo, pero esto no se pudo manejar ni en los mejores países del mundo”.

¿Estando en Fundación pensaban en ser un lugar para celebrar fiestas?

Miltón – “No, nos queda la satisfacción de haber hecho eventos para mucha gente que venía con fiestas atrasadas, al aire libre y para 100 personas, pudimos cumplirle el sueño a chicas de 15 años que tenían el dj pago, salón, vestido y no lo podían hacer, fue muy gratificante ver a esas chicas y familias, aprovechamos y lo hacíamos los días de semana. El boca a boca nos llevó a hacer varios, fue una experiencia muy linda, que no la habíamos tenido en esquina frente a la plaza”.

¿Vuelven en el verano por que ahora sigue siendo difícil estar, aun en pandemia?

Miltón – “Es desgastante planificar y no saber con qué te vas a encontrar el fin de semana, uno tiene sus cosas en la semana, hoy la economía no te da para invertir y ver que después no podes abrir, no es poner la llave el día viernes, lleva un trabajo grande la organización, el contrato con Fundación era hasta marzo, estamos esperando que pase la segunda ola y volveremos ahí, la gente de la comisión quedó conforme, de ver como quedó el predio iluminado, parecía que quedaba lejos, pero si te pones a ver estamos a tres cuadras del centro, así que volveremos en el verano, es la idea”.

¿Qué le dirías a la gente que está leyendo la nota?

Miltón – “agradecer a la gente que en estos 3 años, gracias a ellos Ergo fue lo que es y sigue siendo, estamos muy contento con la gente del pueblo, con la que nos vende lo que necesitamos, tenemos buena relación con los demás chicos de las cocinas, por decirte Andrés Penayo, Mula, Juanma, los mismos chicos de Wanna, Fresqo, nos hablamos y nos prestamos cosas, hemos sido competencia pero nos ayudamos todos”.

“Hemos tenido errores, nos equivocamos en época de pandemia como creo que los cometieron todos, cuando lo hicimos hemos puesto la cara en la municipalidad y policía, a cualquiera que le preguntes te van a decir que pusimos la cara, lo que nos dolió es que alguna parte del pueblo nos pegó en el error pero cuando hicimos muchas buenas no lo valoraron, siento que volvimos a darle al pueblo un poco de vida, con eventos, colectas, hemos hecho cosas para el día del niño, juntamos caramelos, juguetes, un montón de gente nos pidió ayuda y se la dimos, duele que te caigan en los errores solamente, pero seguiremos haciendo más adelante”.