EL ETERNO VISITANTE SPORTIVO EN LA LIGA DE VILLA MARÍA

Sportivo es tan intenso que no importa cuánto tiempo pasé en algunos lugares, deja huellas, incluso en aquellos que solo han vestido su camiseta en pocas oportunidades, o en alguna liga que conoció su hinchada pero que nunca pudo conocer su estadio, ya que el rojo, es historia pura, jugó dos años completamente de visitante y los resultados no son para nada negativos, hubo vueltas olímpicas y mayoría de saldos favorables.

Decir que Sportivo siempre fue un abanico de sorpresas, no es ninguna novedad, en el 2015 cuando Fundación dejó de hacer primera, el rojo de la mano de Juan José Vega no solo se animó a meter una campaña en liga San Francisco, si no que se volcó a la aventura de un provincial en donde vinieron jugadores de buen pibe, muchas se quedaron, otros se fueron, atrás quedaba el recuerdo de los enfrentamientos con Alumni de Villa Maria, Alem de Villa Nueva, Villa Argentina de Marcos Juárez, Bell de Bell de Ville.

En el 2016, Sportivo anunció en enero que iba a ser parte de la liga “B” en San Francisco, pero algo ocurrió en el medio, los dirigentes, escucharon de la voz de Martínez presidente de la liga de fútbol de Villa María, que esperaban al rojo con los brazos abiertos, que le iban a dar una mano para que hagan de locales en otros estadios hasta que San Francisco, habilité la caldera y el pase de liga, algo que sucedió con San Antonio de Litin, que entre idas y vueltas se decidió por formar la liga bellvillense.

Sportivo quiso un cambio de aire, lo vivió así, de manera alocada como es Sportivo, se fue, pegó el portazo, en San Francisco hubo enojo y lo desafiliaron, mientras que en Villa María al principio reinaba la buena onda y los estadios llegaban para ofrecerse, lo que pasaba, es que el único club de primera en el molle y con todos locales mayoritariamente, eran los del rojo, entonces cuando Sportivo era local, hasta los propios y extraños se movilizaban, ya sea en La Playosa, Arroyo Algodón, Los Zorros, era todo el molle que se movilizaba el día domingo, salvo cuando le tocó ser local en Argentino de Villa María, donde a veces, la cantidad no era la misma, pero siempre imponía condiciones. Como les contaba al principio todo lindo, pero después el rojo ya era un negocio, los alquileres eran más caros, además el rojo les ganaba partidos a los que les prestaban la cancha y la situación no era la misma de cuando empezó la historia allá por principios del 2016.

El trotamundos de Juan Manuel Sánchez junto a Pablo Cuadrado tomaron el desafío en primera, en reserva Sergio Aguirre, el arquero Alejandro Maggi que de pibe jugó en inferiores del rojo, el volante Daniel Ramírez a préstamo de Alumni, Nicolás Gayoso y Gustavo Rodríguez, serían los únicos refuerzos para las primeras campañas, el resto todos mollenses, incluido el histórico Emilio Russi que volvía después de despedirse y se ubicaba en la zaga central con 38 años.

El rojo hizo ruido, se clasificó a los cuartos de final con las dos categorías, en reserva ganaría el titulo de campeón con gol de Lucio Báez en cancha de Argentino de Villa María, además el joven mollense sería el goleador del torneo, el equipo de Sergio Aguirre se consagró ganador siendo visitante en 18 encuentros, ya que nunca llegaría la habilitación para ser local en Pozo del Molle. En primera pasó lo mismo, el debut fue en La Playosa, “Pescadito” Rodríguez mostraba toda su jerarquía y dejaba a Gayoso de cara al gol, el rayo marcaba, en una tarde en donde Sportivo le ganaba a Unión Social de Alto Alegre.

A los pocos días, semana santa, clásico con La Playosa, partido muy parejo, lo perdía Sportivo, hasta que Rodríguez clavaba un bombazo para el empate, luego lo perdería con gol de Servetti, Kiko no lo gritaba, hasta en ese entonces, luego pasaría mucha agua bajo el puente y ya nada volvería a ser igual.

Sportivo Playosa eliminaba al rojo en cuartos, en Algodón ganaban los de Juan Manuel Sánchez, Pelé Andrada definía con categoría, pero “pescadito” hacia de las suyas, ya había dado vuelta un clásico en La Playosa y en el primer chico de la serie anotaba otro y le metía un pase a Fernando “Nano” Pérez que lo dejaba en soledad. Sportivo tuvo diez minutos de locura y Servetti no se lo perdonó, fue tres a cero y todo lo que se construyó se fue en una sola tarde.

Luego al siguiente torneo no había clasificación, recién en el torneo clausura del 2017, Sportivo con “Puli” Herrera en el banco metía una racha de partidos invictos destacada, como así también, Montiel, el arquero de ese entonces, pasaba un largo tiempo con la valla invicta, Sportivo se quedaba con el uno de la general pero lo sorprendía Colón de Arroyo Cabral, una mala tarde otra vez arruinaba todo un semestre soñado, los cruces son así.

Los historiales

Sportivo se midió con La Playosa en 10 oportunidades, ganó 5, perdió 4 y solo tuvo un empate, de esos partidos 4 se jugaron en Playosa, donde ganó 2 el local, uno el rojo y el único empate, un aburrido 0 a 0. En Algodón el rojo se midió tres veces con el albo, una victoria la del 2 a 1 en los cuartos y luego dos derrotas, mientras hubo dos enfrentamientos en cancha de Argentino de Villa María y uno en Silvio Pellico en donde fueron todos triunfos de los mollenses. Se dio la casualidad de que estos triunfos consecutivos dieron vuelta el historial a favor del rojo, además eliminaron a Playosa de la clasificación a cuartos, aunque bien dirá el albo, pero el mano a mano fue nuestro, si, pero no hubo otros por los partidos que el rojo les ganó y fueron claves en la clasificación.

En los choques contra Arroyo Algodón, Sportivo salió ileso, ganó 6 y empató 2 de los 8 que jugó, frente a Silvio Pellico, el rojo ganó 4, perdió 3 y hubo un empate, mientras que la sombra negra fue Hipólito Irigoyen de Tío Pujio, solo una vez pudo ganar el conjunto mollense, lo hizo en una cancha que le trajo siempre suerte, la de Argentino de Villa María, fue 2 a 0 con goles de Ledesma y Cristián Fernández, el resto del tiempo la pasó mal, ya que perdió en 4 oportunidades y tuvo 3 empates, hay un recuerdo bravo en Los Zorros donde cayó 5 a 1. Con Alto Alegre se completa el rubro de clásicos de la norte que jugaba Pozo del Molle, hubo 6 enfrentamientos, en donde el historial quedó igualado, 2 victorias para cada lado y 2 empates.

Con los de Villa Maria hubo racha positiva, se mantuvo invicto, en el primer torneo, Unión Central se cruzó en el camino, en Argentino y en Algodón “Nano” Pérez fue importante en una victoria y un empate para dejarle saldo positivo. Con el complicado Argentino, hubo empate y luego triunfo de visitante con gol del Toro Ledesma, ante Las Playas también hubo victoria de los mollenses.

Ya con los cruces de la sur, el rojo metería triunfo y empate ante Pasco y Ausonia, 2 empates en los cruces con San Lorenzo de Las Perdices, y una derrota fuerte con Ticino, 5 a 1, aunque luego de vengaría en Argentino de Villa María con un 3 a 1, con Colón  de Arroyo Cabral cayó en los 2 partidos de cuartos de final.

Es decir en limpio, salvó Irigoyen y Colón el resto batalló mucho para roer el hueso de Sportivo, los villamarienses no pudieron y los historiales los tiene a favor, a esto hay que sumarle que se consagró campeón en reserva año 2016 y en cuarta división año 2018 siendo siempre un club sin tener estadio para ser de local, siempre bajo la conducción técnica de Sergio Aguirre.

Su máximo goleador en la liga de Villa María, es Gustavo Rodríguez, “pescado” amargó mucho a La Playosa pero también anotó en varios lugares, marcó 15 goles, atrás aparecen Ledesma, y Cristian Fernández con 9, la diferencia es que el “toro” lo hizo todos en un mismo torneo, una cifra muy buena.

Hoy hay una alianza, el nombre es Fundación, Sportivo disfruta del baby fútbol y de la sede que inaugurará quizás este año, año especial ya que cumple sus 75 años de historia el próximo 21 de marzo, es nacido bajo el signo de Aries, en el año 1946.

Por lo pronto, este es último recuerdo que tenemos del nombre Sportivo, Sportivo Fútbol Club, el eterno visitante que jugó la liga villamariense y se hizo sentir, por resultados, además de tener mucha presencia en las tribunas, un digno visitante, alguien al que no era cómodo tenerlo en tu casa.