LOS ESTUDIANTES VOLUNTARIOS DEL COE MOLLENSE

Hace unos días, a mediados de septiembre, el municipio de Pozo del Molle llamó a una convocatoria adonde asistieron estudiantes de medicina y psicología que están colaborando en la lucha contra este virus invisible pero tan complejo de neutralizar, aquí repasamos alguno de los adolescentes que dijeron ¡si estoy!, voy a ayudar, hay más, como es el caso de Daniel Ríos a quien entrevistamos antes en el sello y el nieto del Dr. Roland, Agustín, que está anotado por las dudas, aunque ya hace prácticas en el hospital local.

De nuestros 6 entrevistados, 4 de ellos realizaron el colegio primario en la escuela Francisco Malbrán, ellos son, Verena Martini, Rocío Comba, Milena Bollatti y Karina Agüero, 2 lo realizaron en el colegio general San Martín, Tomás Conrero y Trinidad Vietto. De los 6 entrevistados, 5 realizaron la misma especialidad, Ciencias Naturales en el instituto Gral Manuel Belgrano, menos Milena Bollatti que hizo Informática en el mismo lugar y así lo explica “me especialice en informática (totalmente distinto con lo que termine eligiendo de carrera universitaria, aunque en una materia me sirvió mucho)”.

¿En qué momento se dan cuenta que iban a seguir la carrera de medicina/psicología?

Verena Martini: “En Cuarto año del secundario”.

Trinidad Vietto: “No recuerdo bien el momento preciso en el que me di cuenta que me gustaría estudiar medicina, incluso en mis planes estaba estudiar otra carrera. Sin embargo, hubo una profesora del secundario que daba muy bien los sistemas del cuerpo humano, que despertó en mí cierto interés, más tarde me di cuenta de que era lo mío”.

Tomás Conrero: “Me di cuenta en cuarto año del secundario cuando tuvimos la materia “Biología Humana”. En esa materia estudiamos varios sistemas del cuerpo humano y además hacíamos disecciones de órganos en el laboratorio. La mayoría de las cosas me parecían interesantes y fue ahí cuando empecé a hacerme la idea de estudiar Medicina”.

Rocío Comba: “Seguramente, muy diferente al resto de mis colegas, yo recién en sexto año, a mitad del año, decidí que quería seguir esta carrera. Desde chica dije que iba a estudiar veterinaria, pero cuando comencé a investigar sobre medicina me gustó demasiado y decidí cambiar”. 

Milena Bollatti: “En mi último año de secundario. Sinceramente yo siempre la descartaba a medicina por la cantidad de años que te llevaba hasta recibirte, por todo lo que uno tenía que estudiar, entonces como que desviaba el hecho de que me gustara. Y un día hablando con el Dr. Jorge Roland me dio como un empujoncito para que probara de hacer esta carrera y gracias a él… acá estoy, estudiando medicina”.

Karina Agüero: “Un mes antes de recibirme me di cuenta de que me gustaban muchas cosas, se me complicaba optar por una sola carrera. Hasta que comprendí que lo que me interesaba en realidad era el ser humano en su totalidad, con sus capacidades de ser y hacer, además de las formas en las que afronta las diversas situaciones que se le presentan día a día. Teniendo en cuenta eso me decidí por estudiar la Lic. en Psicología, la cual me permite estudiar a la persona y todos sus aspectos que la vuelven tal”.

¿Cómo vivieron el proceso de ingreso a la carrera?

Verena Martini: “Yo ingresé directo por mi promedio, en ese momento la Facultad de Medicina de la UCC tenía convenio con distintas instituciones en todo el país (en la actualidad ya no hay)”.

Trinidad Vietto: “Fue muy estresante. En mi caso en particular, me preparé haciendo un intensivo en una academia en Córdoba, por lo que tuve que ir a vivir sola y lejos de mi familia a principios de enero de ese año, lo cual fue muy duro. Lo que más me costó fue adaptarme a la cantidad de material a estudiar y a la forma en que se evalúa el examen de ingreso. Al final, no ingresé y decidí hacer un intento en la Universidad de Villa María, el cual también es muy estresante por todo el tiempo que dura el mismo, pero al final lo logré”.

Tomás Conrero: “Lo viví con mucha intensidad, quizás sea porque soy bastante autoexigente. Fueron dos meses de intensa preparación en el que al pasar los días, a los nervios se le sumaba la ansiedad de rendir para que todo pasara. Pero bueno, supe como canalizar esas emociones que junto con el estudio me daban la seguridad que necesitaba para poder rendir bien”.

Rocío Comba: “Particularmente fue muy duro porque al decidirme tarde, comencé a prepararme con un tiempo algo ajustado, por eso muchas veces cuando me imaginaba rindiendo pensaba que no iba a poder aprobar. Los meses que estuve preparándome fueron bastantes difíciles, le dedicaba prácticamente todo el día al ingreso y dormía muy pocas horas, además, siempre estaba poniéndome a prueba, intentando ver si me acordaba de alguna fórmula o de cierta definición, por ende dormir tampoco era tan fácil. Rendir también fue bastante duro porque era mi primera experiencia con la facultad y porque además tenía la incertidumbre de no saber si iba a poder continuar la carrera o debía repetir el ingreso”.

Milena Bollatti: “Habiéndolo visto desde afuera por mis compañeros de carrera, puedo decir que sí, es muy duro. Yo no puedo opinar mucho con respecto a eso porque mi ingreso fue directo. ¿Qué quiero decir con esto? Que ingresé con mi promedio de mis 3 últimos años del secundario, el mismo debía ser mayor a 9. Entraba en concurso con los 10 mejores promedios que se postulaban de todo el país y que sus colegios secundarios hayan tenido convenio con la universidad”.

Karina Agüero: “El ingreso a la carrera de psicología es nivelatorio, lo que le quita un poco el grado de dificultad. Sin embargo, esto no quiere decir que no me haya encontrado con pequeños obstáculos en el camino, ya que es un cambio completo pasar de un estudio secundario a uno universitario. Pero en particular, pude ingresar bien, preparándome por mi cuenta, no fue necesario asistir a clases particulares ni academias.

¿En qué año de la carrera se encuentran? ¿En qué universidad? ¿La están haciendo a distancia por el virus?

Verena Martini: “Estoy en 5to año, en la Universidad Católica de Córdoba. Si, este año toda la modalidad fue virtual, con “prácticos in-prácticos” como dicen los profes, debido a que las prácticas hospitalarias tuvieron que ser reemplazadas con casos clínicos virtuales.

Trinidad Vietto: “Me encuentro cursando tercer año en la Universidad Nacional de Villa María. Sí, por decreto de la universidad se decidió tener clases por vía virtual”.

Tomás Conrero: “Estoy cursando cuarto año y a la carrera la estudio en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), desde que inició el ciclo lectivo tanto las clases semanales como los exámenes son virtuales. Nos manejamos bastante bien pero perdemos la parte práctica, la de estar con los pacientes, que es muy enriquecedora”.

Rocío Comba: “Estoy en segundo año en la Universidad Nacional de Córdoba. Todas las materias que tenía este año pude cursarlas de manera virtual, ya que eran principalmente teóricas y pudimos desarrollarlas bastante bien. También ayudó mucho que todos mis profesores hayan estado dispuestos a dar sus clases, a realizar video llamadas y poder encontrarnos de esa manera para desarrollar los contenidos”. 

Milena Bollatti: “Estoy cursando en el 3º año de la carrera, uno de los más complicados y lindo. En la Universidad Católica de Córdoba. Si, la estoy cursando a distancia por toda esta situación”.

Karina Agüero: “Estudio en la Universidad Nacional de Córdoba. Actualmente estoy cursando el tercer año de la licenciatura en Psicología, y equivalencias tanto del profesorado en psicología como de la tecnicatura en acompañamiento terapéutico. Al ser una facultad con una masiva población estudiantil, ya estaba implementada la modalidad virtual en varias materias, y a causa del virus esta situación se expandió a la institución completa. Tenemos clases mediante video llamadas, conversatorios por medio de diversas plataformas digitales, y rendimos exámenes parciales y finales por Google Meet”.

¿Qué se fue diciendo a lo largo del año desde su universidad relacionado al virus? ¿Qué aconsejaron sus profesores?

Verena Martini: “Desde el principio la Facultad siempre nos estuvo informando y organizando la situación lo mejor posible. Nos hicieron hacer un curso de Covid-19, para saber cómo reconocer sus manifestaciones clínicas, imagenológicas, su tratamiento y cómo hacer el triage de pacientes en el caso de que fuera necesaria nuestra presencia en el campo. Los profesores desde el día 1 recalcaron la importancia de cuidarse y respetar los protocolos; que de esa forma nos protegíamos nosotros, a los demás y colaborábamos con el personal de salud”.

Trinidad Vietto: “Durante el año fueron cambiando muchas de las decisiones que se tomaron. Al principio se pensó que esta modalidad iba a ser por unos meses y los profesores se adaptaron lo mejor que pudieron. Luego se pensó que para después de las vacaciones de invierno podríamos volver a las clases presenciales y hacer la parte práctica que, en nuestro caso, requiere ir a los hospitales. Al final se dio a conocer que no volveríamos a las clases presenciales y mucho menos a las clases prácticas, por lo que se decidió que cada cátedra decida si se les va a dar o no la regularidad a los alumnos. Los profesores nos aconsejaron quedarnos en casa y que sigamos estudiando tratando de llevar las materias al día”.

Tomás Conrero: “Los profesores nos dicen siempre que nos cuidemos, que tomemos todas las medidas de bioseguridad y que no organicemos juntadas ni fiestas para evitar contagiarnos, ya que somos las personas jóvenes los que diseminamos el virus por ser asintomáticos. Se nota que ellos están preocupados porque todos los días trabajan con pacientes infectados de Coronavirus y ven como empeora la situación al tener que cerrar salas o terapias intensivas, entre otras cosas”.

Rocío Comba: “Los profesores, no todos, pero la gran mayoría, se comunicaron muchísimo durante todo el año. Nosotros siempre le preguntamos si sabían cuando íbamos a volver a cursar de manera presencial y nos solían decir que la situación era complicada, aún más para los estudiantiles de medicina, ya que muchas de las materias las cursamos en los hospitales y no era momento para sumar aún más gente. Muchos de nuestros docentes son médicos así que, además de educar, día a día iban a realizar guardias o consultas, por ende más de una vez nos contaban cómo estaba la situación, como ellos la viven, algunos fueron COVID +, así que también nos contaban como lo estaban llevando y nos pedían que nos cuidemos mucho y también que tratemos de ayudar y dar una mano, esto último nos lo decían porque sabían que se estaban realizando algunos voluntariados”.     

Milena Bollatti: “Al principio nos decían que en agosto íbamos a regresar a las clases presenciales, después que en octubre y así. Luego, ni ellos sabían que decirnos porque la situación del virus iba cambiando día tras día. Pero los alientos de los profes nunca faltaron, la verdad que de eso estoy muy conforme, siempre estuvieron atentos a que nosotros estuviéramos cómodos con toda la virtualidad, nos preguntaban como veníamos trayendo las materias, si podían mejorar o cambiar algo, cada tanto nos llamaban a reunión por meet o zoom con las directivas de la facultad y los profes de las materias troncales de este año para saber cómo nos encontrábamos parados en esta situación y más sabiendo que 3º año implicaba de mucha práctica, donde comenzaba a hacer y ver cosas más especializadas en la carrera, por ejemplo cursar en los hospitales y tener contacto con pacientes, ver los distintos tipos de patologías que existen, etc”.

Karina Agüero: “Al comenzar la pandemia muchos profesores expresaron la posibilidad de volver a las clases presenciales en agosto, otros se consideraron más realistas y nos enviaron los materiales de estudio para todo el año; pero los consejos fueron siempre los mismos: cuidar nuestra salud y estado anímico, no perder el habito de estudio, seguir manteniendo una rutina, descansar las horas requeridas, y no tomar la situación actual como unas vacaciones, sino brindarle a la realidad el respeto que amerita”.

De acuerdo a su lugar de estudiantes, ¿creen que la cuarentena o aislamiento fue una buena decisión?

Verena Martini: “A todos ya nos pareció una cuarentena muy extensa, creo muchas cosas fueron realizadas de forma errónea. Y, la verdad, que con el “diario del lunes” es más fácil opinar. Nunca vamos a saber si esa decisión nos favoreció o no.  Lamentablemente el sistema de salud argentino no está del todo equipado para atender pacientes en cantidad,  no hay camas disponibles, insumos de protección médica y a veces, medicamentos. Teniendo en cuenta esto, fue/es necesario frenar un poco la circulación para poder equipar las instituciones. Además las personas en general, no toman la real dimensión de la gravedad de la situación. Es un virus desconocido, que nos puede llevar a la muerte. Es importante que la sociedad sea responsable y respete los protocolos ya que así ayudan al personal de salud a ayudarlos, ya que éstos se encuentra en “la trinchera” dejando su vida por la sociedad.Estamos en una pandemia, debemos ser empáticos y resilientes”.

Trinidad Vietto: “Desde mi punto de vista como estudiante creo que el aislamiento es la mejor opción para que el virus no se propague y fue la decisión más correcta al comienzo de la pandemia, para que los sistemas de salud tengan tiempo de capacitarse y adecuarse lo mejor posible, así como también para evitar que los casos aumenten de golpe. Desde lo personal creo que estamos ante personas, las cuales no puede vivir sin trabajar, por lo que no me inclinaría por una cuarentena estricta como opción actual, pero sí creo que las personas deberían tomar conciencia, evitar las reuniones y cuidarse con todos los protocolos”.

Tomás Conrero: “Me resulta un poco complejo responder esta pregunta. Desde el punto de vista médico, la cuarentena es la mejor medida que se puede tomar, pero se contrapone al punto de vista laboral, económico, social, etc. Que también forman parte de la vida de una persona. Creo que es acertado implementarla para que el virus no se disemine y el sistema de salud se prepare para la situación pero pasado un tiempo, debería liberarse y que la gente respete todas las medidas para evitar el contagio”.

Rocío Comba: “Creo que la cuarentena estricta fue buena en su primer momento ya que debía organizarse todo el sistema sanitario para evitar que colapse. Pero creo que debió existir un tiempo entre los meses de mayo y junio, al menos, en las provincias que no tenían tanta cantidad de casos, de una moderada flexibilidad que permitiera hoy en día, en el pico de la pandemia, retornar a una fase más estricta”. 

Milena Bollatti: “Me pareció muy buena los primeros meses, pero luego ya no, salvo que cada localidad haya estado con muchos contagios, o para cortar la cadena como hicimos en nuestro pueblo”.

Karina Agüero: “Sí, yo considero que el aislamiento fue una buena decisión, además de necesario para lograr controlar la situación. Imagínate hacer cumplir los protocolos de seguridad en la facultad de psicología, imposible. Según las estadísticas llegamos a ser más de 15.000 personas que formamos parte de la institución. Ahí todavía no hay protocolo que valga”.

Cuándo sale la convocatoria de la municipalidad de Pozo del Molle ¿dudaron en sumarse? O rápidamente se pusieron a disposición

Verena Martini: “La verdad que no dudé, sentí que como futura profesional de salud debía ayudar en esta situación en la cual todo granito de arena suma”.

Trinidad Vietto: “En mi caso, ni bien me enteré llamé al número que figuraba en la publicación”.

Tomás Conrero: “Rápidamente me puse a disposición, pensé que era una buena oportunidad para ayudar al pueblo haciendo lo que me gusta”.

Rocío Comba: “Primero tuve que consultar con mi familia ya que todos vivimos en casa y quería saber si estaban de acuerdo con que me exponga ante posibles casos de COVID+”.

Milena Bollatti: “Me pareció buenísima la idea, y justo en mi universidad apenas arrancó la cuarentena nos dieron unos cursos para que nosotros vayamos viendo y aprendiendo por si en algún momento el sistema de salud se saturaba y pedían la convocatoria de estudiantes como hicieron en nuestra localidad. Uno en un principio lo veía tan lejos…por ejemplo con mis compañeros cuando hacíamos este curso hablábamos y decíamos… ¿nos irán a llamar?, lo veo muy lejano, no creo. Y ahora lo tengo en las manos.
Dudé por el hecho de que estoy con muchos parciales y finales, pero me enganché bastante rápido”.

Karina Agüero: “Cuando salió la convocatoria aclaraba que era para estudiantes de medicina y/o profesionales de la salud, por eso no llamé inmediatamente. Pero al pensarlo mejor consideré que desde mi lugar, como estudiante de psicología, podía dar una mano, ya que el tema central de la pandemia es el ser humano y su bien estar tanto físico como mental. Por eso me pareció muy importante poder aportar con los conocimientos que voy adquiriendo desde la facultad. Así que ni bien pude, me puse a disposición del COE”.

¿Cómo ven que está trabajando el COE local? ¿A ustedes les sirve para la profesión estar? ¿Les dan lugar para practicar y trabajar?

Verena Martini: “Toda experiencia suma y es importante para nuestra formación profesional”.

Trinidad Vietto: “Creo que el COE local se está manejando de la manera adecuada, siguiendo el protocolo. Me sirve muchísimo estar participando, ya que los días viernes damos charlas sobre varios temas relacionados al COVID-19, por lo que adquiero conocimientos nuevos, y también, con los cuidados apropiados, vamos al hospital a completar los datos de los pacientes e hisopar, lo cual ayuda a insertarme en al ámbito de mi futuro trabajo. Sí, nos dan lugar para participar y trabajar, como ya expliqué anteriormente”.

Tomás Conrero: “Sí, para nuestra profesión nos sirve estar en el COE local ya que nos dan varias oportunidades para practicar, trabajar y también aprender. El COE está trabajando bien aunque pueden surgir irregularidades, fruto de una situación imprevista en la que se aprende con la marcha”.

Rocío Comba: “Si nos dieron lugar para practicar y poder observar cómo se está viviendo esta situación, al menos pudimos estar en el ámbito hospitalario y ejercer un poco nuestra futura profesión”. 

Milena Bollatti: “Me parece que lo están haciendo re bien.
Si, todo sirve, toda suma experiencia. Te saca un poco de cobardía y te suma más audacia. En la práctica profesional uno tiene que ser metido (cuidadosamente, obvio), curioso, preguntar mucho, ser corajudo.
Si, nos dejan hisopar, rellenar las planillas, estudiar algunos síntomas y signos característicos de la enfermedad para que un determinado día de la semana nos reunamos y lo expongamos en frente del personal del COE local y que eso nos sirva a nosotros para aprender y para sacarnos el miedo de hablar en frente del público”.

Karina Agüero: “Para mí el COE local está realizando un muy buen trabajo, noto su dedicación y ganas de ayudar a la sociedad las 24hs del día. Tienen en cuenta cada caso particular, de los cuales se preocupan y ocupan de la mejor manera. Esta experiencia es muy enriquecedora para mí y la profesión que quiero ejercer, me está dando toda la práctica que ya daba por perdida en este año tan particular”.

En algún momento cuando vieron que los profesionales de la salud, eran la primera la línea de fuego ¿tuvieron algún miedo o replanteo de cara al futuro, sobre su profesión?

Verena Martini: “En mi lugar, nunca tuve miedo, desde un principio supe cuál es el rol del personal de salud y eso es lo que me gustó de esta profesión”.

Trinidad Vietto: “El miedo creo que siempre está, pero nunca me replantee sobre mi profesión a futuro. La elegí porque me gusta ver que puedo aportar algo, aunque sea mínimo, en la vida de las personas y no me veo en otra profesión más que ayudándolos desde la medicina. No importa si eso implica ponerme en riesgo”.

Tomás Conrero: “No. Si bien a veces puedo preocuparme por la situación por la que estamos pasando, nunca me hizo dudar sobre mi profesión.

Rocío Comba: “No, al contrario, me pareció muy positivo haber participado de esta instancia y siento que es algo que me gustaría seguir viviendo”.

Milena Bollatti: “No la verdad que no. Yo creo que a lo largo de la vida y como profesional de la salud nos va a tocar cosas así o peores quizás, y es donde más fuertes nos tenemos que poner y hacer.

Karina Agüero: “Lo contrario, sentí que reafirmaba mi pasión por comprender y ayudar al ser humano, su estado emocional, y su capacidad de ser. Entendí que estoy transitando el camino correcto para lograr dejar mi marca, buscar que las personas se sientan lo mejor posible, practicar la empatía; cualidad que considero muy importante para obtener un cambio en las sociedades actuales”.

Entre los adolescentes, ¿se dan charlas cotidianas sobre el virus en donde ustedes por experiencia hayan podido aconsejar algo a sus amigos?

Verena Martini: “En lo que respecta a mi grupo de amigos, siempre sale el tema, y aconsejo en base a mi conocimiento sobre el mismo, informando lo que sucede en ámbito de salud y el por qué es necesario el cuidarse”.

Trinidad Vietto: “En mi grupo de amigos no se habla mucho del tema, pero si surge alguna duda y yo puedo responderla, lo hago”.

Tomás Conrero: “Sí, y no solo entre adolescentes sino también en la familia surgen muchas preguntas en las que está bueno aprovechar la oportunidad para aconsejar e informar adecuadamente para dar tranquilidad”.

Rocío Comba: “Con mi grupo de amigos solemos hablar del tema, muchas veces hasta nos ponemos a recordar conceptos que fuimos aprendiendo. Cuando hablamos también nos surgían algunas dudas que tratábamos de responder buscando en internet ya que hay mucha información disponible”. 

Milena Bollatti: “Si se habla como en todos lados a dónde vas, yo particularmente pude dar mi punto de vista como estudiante y hasta donde sé”.

Karina Agüero: “Hablamos sobre el virus, lo que nos impide y obliga a hacer. Incluso más de una vez se expresa el deseo por salir, ver a nuestros familiares y amigos, pero al mismo tiempo tomamos consciencia de la situación y nos alentamos unos a otros para aguantar un poco más. En ese sentido, todos nos aconsejamos entre todos: hay que cuidarse.

¿Tienen pensado ya una especialización a seguir una vez terminado el trayecto de medicina?

Verena Martini: “Algo así, estoy entre neonatología o forense”.

Trinidad Vietto: “Sí, tengo pensado seguir algún tipo de especialización en cirugía, general, cardiotorácica o plástica son las que por ahora tengo en mente. Por supuesto que puedo llegar a cambiar de opinión porque todavía me queda transitar la mitad de la carrera.

Tomás Conrero: “Sí, desde un principio pensé especializarme en Oftalmología. Todavía mantengo esa decisión pero la verdad es que en el trayecto de estos años en la carrera, me interesaron otras especialidades también que las voy a tener en cuenta al momento de tener que decidirme finalmente por una.

Rocío Comba: “Aún no se qué especialidad voy a seguir, todavía me quedan muchos años y varias especialidades por conocer”. 

Milena Bollatti: “Si y no, me gusta mucho la cirugía en traumatología, fue una de las especialidades que me empujó a comenzar la carrera y además porque mi sueño es llegar a ser doctora en algún gran equipo de algún deporte. Pero una vez dentro de la carrera y estudiando, me lleva a dudar en otras especialidades más, como ginecología, cirujana plástica y reconstructiva, etc.

¿Alguno de ustedes piensa la especialización para vivir experiencia fuera del país?

Verena Martini: “Si”

Trinidad Vietto: “En mis planes por el momento sólo está recibirme y especializarme en Argentina, si a futuro tengo la posibilidad de irme a otro país, lo tendría en cuenta. Pero de ninguna manera elijo la especialización pensando en vivir en el exterior”.

Tomás Conrero: “Pensé la especialidad por un gusto personal. De todos modos, me gustaría tener la experiencia de trabajar en el extranjero”.

Rocío Comba: “Quizás, pero no es una de mis prioridades”.

Milena Bollatti: “Si, siempre dije que me gustaría irme a España o a donde el destino me quiera llevar, pero sí, me encantaría”.

Karina Agüero: “Me gustaría mucho participar de especializaciones en psicología social fuera del país, para así observar más de cerca las distintas y diversas interrelaciones del ser humano con su entorno, que son tan ajenas a uno. Poder experimentar la explicación de esta disciplina, basada en que al individuo no se lo puede comprender correctamente si no se lo concibe como producto de intercambio entre el mismo y la sociedad, es una de mis metas principales. Esto sin dejar de mencionar que los temas centrales que trata (comunicación, vínculos, problemáticas de equipo, etc.) son de demasiado interés para la persona en la cual pretendo convertirme.

¿Alguno de ustedes piensa en volver a Pozo del Molle a ejercer aunque sea por unos días?

Verena Martini: “Por las especialidades que me gustan tengo que vivir si o si en una ciudad”.

Trinidad Vietto: “No tendría ningún problema en volver a ejercer en Pozo del Molle, aunque por ahora pienso que me gustaría ir a lugares fuera de lo que conozco”.

Tomás Conrero: “Claro que sí, no sé si la especialidad que elija va a permitir quedarme a ejercer toda la vida en Pozo del Molle pero me encantaría poder ejercer aunque sea algunos días”.

Rocío Comba: “Sería una linda oportunidad, pero solo por un corto periodo”.

Milena Bollatti: “Por supuesto que me encantaría volver al lugar donde nací, crecí y viví toda mi adolescencia. Pero no sabría decir si una vez finalizada mi carrera, volvería para vivir y ejercer mi trabajo aquí. Es una pregunta difícil de contestar, porque de acá a que finalice pueden suceder muchas cosas”.

Karina Agüero: “Mi idea siempre fue volver a Pozo del Molle, poder ejercer mi profesión en o desde el pueblo. Y esa idea sigue en pie”.

¿Qué consejo le darían a los futuros egresados de secundaria que quieren intentar el camino de la medicina/psicología?

Verena Martini: “Les diría que es una carrera hermosa, que requiere esfuerzos, dedicación, responsabilidad, y es poco valorada pero genera mucha satisfacción”.

Trinidad Vietto: “Mi consejo es que no se rindan, es duro, sobre todo el ingreso, pero vale la pena y para eso hay que estudiar mucho y ponerle voluntad. Por último, recordarles que nunca se olviden que estamos ante personas, que sean empáticos con el otro, porque antes que ser buen médico hay que ser buena persona”.

Tomás Conrero: “Muchos egresados replantean su decisión de estudiar medicina por el miedo que existe al examen de ingreso. Mi consejo es que si realmente sienten que es una carrera que les gusta, se preparen e intenten porque si bien es difícil, no es imposible y además viene cargado de mucha gratificación y motivación para poder seguir con la carrera una vez que es superado”.

Rocío Comba: “Les diría que estudien mucho para el ingreso ya que, después de eso, la carrera es muy linda y es más fácil distribuirse el tiempo de estudio y hacer un poco de vida social también. Si es la carrera que les gusta y que quieren hacer que lo intenten, ya que es una carrera como cualquier otra, que demanda mucho tiempo de estudio pero que también es muy reconfortante”.

Milena Bollatti: “Que no tengan miedo y si realmente sienten que les gusta, que no duden. Y con probar/intentar de saber si es lo que realmente quieren para su vida, también, tienen tiempo, uno no pierde nada probando, es algo con lo que van a vivir todos los días de su vida, por lo tanto, es algo que les debe gustar. Tampoco que no duden en dirigirse hacia nosotros, para preguntarnos de todas las dudas e inquietudes que tengan, nosotros vamos a hacer lo posible por ayudarlos”.

Karina Agüero: “A los futuros egresados de secundaria, que quieren intentar estudiar psicología, les aconsejo que nunca bajen los brazos, que se den la oportunidad de comprender de que se trata esta disciplina; que a pesar de los estigmas sociales sepan que la psicología trata mucho más que de los mal denominados “locos”; que investiguen, hay muchas oportunidades además de la práctica de consultorio.