CARTA AL GRAN CAPITÁN DEL BÁSQUET DE ARGENTINO SPORT CLUB

Al gran jugador y a la alegría del vestuario de la calle Belisario Roldán,  GASTÓN “NAVI”CAVANA.

Quizás haya sido una de las notas más difíciles de escribir, no por lo que vaya a contar, si no por el contexto, pero luego de varios día de pensamientos y charlas con amigos entendí que era necesario manifestar por este medio, un agradecimiento, un reconocimiento y un envío de fuerzas desde aquí para nuestro querido capitán de mil batallas en el parqué mollense.

Parece una ironía decir parqué, porque Navi batalló mucho tiempo antes de que llegará el piso de la cancha nueva de Argentino, recuerdo una vez en una nota que le hiciera ni bien se consagrará campeón absoluto del año en el Poli Sanz contra Las Perdices, que me dijera “esto es una alegría inmensa, es un proceso de 10 años”. Cavana hacía alusión a que allá por el año 1998 vino por primera vez a sumarse al básquet de Pozo del Molle, lo hizo con su amigo de toda la vida Fernando “el Coli” Torletti, unos años después también intentó hacer permanecer a su otro gran amigo, Diego Fonseca, pero  no tuvo la suerte de que lo acompañará por mucho tiempo, aunque debo decirlo, en la tribuna Diego era uno de sus grandes seguidores.

En una charla con mi amigo “Coli”, recuerda los comienzos de Cavana con un Jorge Roland como DT del equipo, además de contar que al no estar terminado el gran polideportivo, se hacía de local en el salón de Sportivo Pozo del Molle, una primera local que según pude ver por fotos hace unos días, los tenía a los Cena, Leo, Cristián, Luis Vallejos, Lulú Ludueña, la camada de pibes que venían, los hermanos Mangiaterra, César Tardivo, Román Medina, Diego Cena, entre otros, los cadetes que lucharon un título mano a mano con Sparta y estuvieron muy cerca.

En lo particular yo llegué para quedarme para siempre en el básquet de Argentino a partir del 2007, en ese momento el Dr. Jorge Roland nos llama porque necesitaba filmar los partidos del provincial “B”, en ese torneo Argentino tendría una campaña enorme que lo colocaría en el tercer lugar, por detrás de Porteña y 9 de Julio de Morteros, rival que lo eliminaría en la semifinal pero al que se le pudo robar un partido de local. Allí se me hizo habitual verlo a Cavana, todos los fines de semana, es cierto que quizás si hubiese ido antes con la misma frecuencia que fui desde el 2007, hubiese descubierto las bondades y virtudes de básquet que poseía “Navi”, pero al ser sincero en el análisis, a medida que pasaron los años y con los jugadores que llegaron se potenció de una manera ascendente. Chiqui Gamero, Moral, Galera, Lorenzatti, Vechero, Monteoliva, Bonansea, el propio Julián Basso un tiempo antes, entre otros, sin dudas son y fueron jugadores que pudieron explotarlo al máximo a nuestro gran capitán.

Yo soy un convencido de que se juega como se vive, además ahora también de grande empiezo a pensar que uno va generando en todos los campos en donde se mueve lo que merece, hablando con sus amigos me decían que durante mucho tiempo el capitán trabajaba de obrero en la construcción y que hoy goza de algunas tareas relacionadas al agro pero desde el lugar de líder. Un trabajo que le demanda muchas horas en tiempos de cosecha, pero a Cavana nada le importaba, llegaba cansado a entrenar, viajaba a lugares lejanos luego de una jornada laboral intensa y no renegaba de eso, lo hacía porque el básquet es su pasión y aquí en Argentino Sport Club había encontrado su lugar en el mundo.

¿Por qué lo eligieron tantos años como capitán?, a veces muchos creen que un capitán tiene que ser aquel mimado que sobresale por encima del resto, yo tengo una opinión distinta, capitán es aquel que es capaz de ir al frente y a la guerra por vos y el equipo, aunque siempre sabiendo y conociendo los límites del juego. Cavana era el primero en manifestar desacuerdo con los árbitros, quizás también era el primero en tener un choque con un rival para intimidarlo, pero sabía cuál era el limite, cuando la autoridad le decía no, el tipo pasaba de la firmeza al abrazo paternal y al típico momento de decir, así soy yo, juego al límite, pero mi limite nunca afectará a nadie, solo marco territorio para que notes mi presencia.

Gastón Cavana, nuestro capitán, se consagró campeón provincial con la selección de Villa María, algo histórico, fue de la mano de Norberto Yánez, en el 2008 ganó el clausura con Argentino con una final emotiva en Deheza, luego se quedó con el absoluto eliminando a el 9 de julio de Las Perdices. Cuando Yáñez se va, Argentino recién vuelve a ser campeón en un torneo regional inolvidable, por la cantidad de equipos que había, se consagra bicampeón con la dirección técnica de Ariel Lamberti, en la final de Rio Segundo y Sacanta, Cavana siempre apareció, esta última versión de Gastón era letal, había aprendido a hacer algunos movimientos que lo hacían sacar ventajas al resto, cuando encaraba rumbo al aro, se frenaba, amagaba una o dos veces a pasar, pero terminaba tirando dentro de la zona de los simples y créanme, rara vez fallaba, parecía que era automático, era la zona Cavana, con su gran porte, se dejaba el espacio y tiraba con tanta facilidad y efectividad que nos hacía pensar, este tipo viene grande y juega cada vez mejor. También podrá contar que jugando para Almafuerte se quedó con el título provincial. 

Otra respuesta que tengo para decir de por qué fue nuestro capitán, es que, tenía la autoridad y el carácter de decir lo que tenía que decir en el momento que había que decirlo, amado por todos sus compañeros en el vestuario, el sentía que era como un consejero y padre basquetbolistico de los chicos de Pozo del Molle, cuando sale campeón en el 2008 a modo de broma, en una nota me dijo “si me tratan bien en el molle, si sigo así voy a ser intendente en la próxima elección”, sabía cuando usar el humor, aunque al rato te decía “estoy contento, el molle siempre tuvo chicos que juegan bien, que ojala vuelvan, como Gastón Conrero, Ezequiel Airasca”, por diferentes razones ellos no estuvieron en el campeonato del 2008 y Navi los tenia presente igual en aquella coronación, una muestra de lo que es como persona.

En el año 2015 y 2016 si no me equivoco, decide por razones laborales y quizás propio de tantos años, solamente jugar la liga regional y con la camiseta que tanto ama, la amarilla y negra del Alianza de Carrilobo, allí arma su morada con Monteoliva, lo lleva a Luisito Vallejos, lo suma a Gastón Conrero también y otros más de sus amistades, también sigue saliendo campeón, mete el doblete en el 2015. Más acá en el tiempo se le mete Huracán de Las Varillas y le roba algunos títulos, uno de esos en cancha neutral, aquí en Pozo de Molle, ese día los neutrales, nunca fuimos neutrales, todos queríamos que Cavana, Pichuco Morello y la camada de amigos ganará el título, interiormente lo sentíamos así.

En esa oportunidad también le acercó el micrófono y tira una frase que marcaría una volantazo para la institución, cuando le digo Navi, extrañas, ¿volverías?, esto me contestaba “siempre hablo con los chicos, nos juntamos a comer, hay alguna cosas que deberían ver de cambiar, somos todos acá en la zona jugadores amateur, todos jugamos por que nos gusta, no buscamos mucho más que eso, nos gusta entrenar y después comer el asado y tomarse algo y divertirnos un poco, no puede ser que no tengan esas comodidades a esta altura”.

En ese momento, Cavana, si bien no era el capitán por qué no jugaba aquí, manifestó en la nota que los chicos del club, no se sentían a gusto con algunas decisiones técnicas o algunas privaciones, nunca un jugador mollense habló de eso, el que lo dijo, fue Navi, porque claro, era capitán incluso no estando acá, cuidaba a sus amigos, no solo era la alegría del vestuario.

Al año siguiente Argentino regresa al ruedo con Yáñez, muy poco tardaron en convencerlo de nuevo al capitán que pegaría el regreso para jugar la liga de Villa María junto con la del Sudeste, el equipo remontaba y lograba triunfos históricos, el Bell de Bell de Ville perdía un record histórico de triunfos, como también muchos años atrás lo perdía el 9 de julio de Rio Tercero, con el propio Lobito Fernández ex Atenas en cancha, Argentino cada tanto metía batacazos que retumbaban a nivel provincial.

El último tiempo tuvo ciertas complejidades, costaba armar un equipo competitivo ante la superioridad de equipos que se armaban para pelear no solo provinciales, si no que estaban en la tercera división del básquet de nuestro país, lejos de nuestra realidad, sin embargo Cavana, seguía viniendo a la cita y dejando todo lo que tenía por dejar.

Quería mandarle un abrazo grande capitán, hemos visto como su familia creció a la par suya, vi a sus hijos en la tribuna que aprendían a caminar agarrado de las tribunas, que andaban por el suelo, hasta este último tiempo en donde ya más grandes, mientras descansábamos en los finales de cada cuarto, observaba como su hijo se metía a tirar el aro, mientras usted capitán, entraba a defender y le acariciaba la cabeza para decirle que se corra que ya arrancaban de nuevo el partido.

Quería agradecerle por pequeños gestos, porque si bien no somos amigos, tenemos ese respeto de jugador y periodista, usted es un líder en todos lados, recuerdo cuando fuimos a verlo en la final de Carrilobo, que cuando estábamos sacando la billetera para pagar la entrada, mientras usted entraba en calor, levantó la mirada y le dijo a las personas de la caja, “a ellos no”, automáticamente nos dejaron pasar, para mí y para nosotros fue una muestra de afecto, no por lo simbólico de la entrada, si no porque usted ya había entendido que éramos ya sus seguidores, íbamos por usted capitán, usted siempre lo supo todo, con ese gesto nos sentimos invitados y en una segunda casa, como lo es para mí, Carrilobo.

Quiero decirle capitán para cerrar, que tiene la fortuna de vivir en un pueblo hermoso, que lo quiere un montón, recuerdo cuando salieron campeones de la liga zonal, como llenaron el estadio, incluso sus amigos de toda la vida, también mostraron lo que son, al final de la noche, nos reíamos de que el “Coli” un tipo de un corazón especial en todo sentido, se había enojado con el árbitro y usted capitán decía que estaba bien echado, por que se había puesto pesado y sonriendo hablaba con ternura de sus amigos queridos.

A veces no hay palabras, nunca alcanzan, a veces no hay formas, yo elegí esta oportunidad y este lugar para decirle, ¡NUNCA ESTARÁ SOLO CAPITÁN!, no se olvide de nosotros, no solo su Carrilobo lo acompaña, desde mi lugar, hay y habrá muchos que “LOS TENDREMOS SIEMPRE PRESENTES”.

Abrazo grande al capitán histórico, abrazo y “FUERZAS, A MI CAPITÁN Y EL DE TODO ARGENTINO SPORT CLUB”.