EN EL MEJOR MOMENTO, EL HANDBALL VIVIÓ UN INJUSTO FRENO

El próximo feriado de Octubre se cumplen 3 años de la llegada del hándball a Fundación Pozo del Molle, en el mejor momento desde sus inicios lamentablemente la pandemia puso el freno a este deporte tan lindo que empezaba no solo a ganar participantes para formar los equipos, sino que estaban empezando a aparecer los primeros buenos resultados, esos logros deportivos que venían a formar parte de las vitrinas de la institución.

Aún recuerdo que recibimos en el canal cooperativo un día de semana a los profesores de educación física, Joaquín López y Noelia Ambrosio, nos habían ido a contar de que el lunes feriado de octubre del 2017, empezarían las prácticas deportivas de hándball. Fundación se ha caracterizado a lo largo de los últimos 30 años en ser una institución que le da lugar a los jóvenes que estudian educación física, no solo por seguir siendo la pionera y más longeva de las escuelas de verano, por su propio natatorio, su gimnasio, sino que además siempre que se presenta una idea, la misma es aceptada.

No quiero ponerme nostálgico, porque quizás lo haga en otro momento a este comentario, pero en algún momento “las guerreras” sorprendieron con el fútbol femenino, el vóley que arrancó con el maxi y las participaciones en las ligas regionales, el hockey femenino, que tuvo hasta la visita de miembros de la comisión a observar instalaciones en otros lugares, por ende no sorprendía que le dieran la chance al hándball, de hecho las instalaciones son bastantes generosas en espacio, si me voy más allá en el tiempo es inevitable no recordar la cancha de padel que mucho se usaba al ser techada en aquellas tiempos.

En el 2017, ni bien aparecieron los primeros jugadores, tuve la suerte de estar en Vila María, en el polideportivo de la calle Rucci del club Unión Central, amistoso de por medio las mujeres empataron en 6, con una Fernanda Knudsen que se había anotado en más de una oportunidades, (había dejado el vóley por un rato) y luego los varones daban la talla contra un equipo villamariense, la base de esos equipos continuaron, otros se fueron y surgieron nuevos integrantes.

Eran muy común los encuentros con mujeres, venían principalmente desde Arroyo Algodón, La Playosa, aunque en los varones siempre giraban villamarienses, todo fue fluyendo de tal manera que en el año 2019, se organizó una liga amateur, en donde aparecieron equipos de distintos puntos de la región.  A pesar del frio del invierno, o del calor del verano, el lugar elegido era el polideportivo Guillermo Evans de la ciudad de Villa María, Fundación viajaba cada quince días  y se sometía al desgaste de jugar dos partidos seguidos en el mismo día, para abaratar costos, aunque la exigencia les pasará factura sobre todo ante la exigencia de algunos equipos por sobre otros.

En diciembre del 2019, parece que fue hace mucho tiempo, pero no, solo unos 10 meses, mientras aquí en Pozo del Molle se desarrollaba la fiesta del deporte de Argentino Sport Club, el hándball de Fundación vivía la fiesta de las finales en el polideportivo Evans, la costanera llena viendo los encuentros. Las mujeres en horas de la tarde, pudieron dar vuelta un partido increíble y se adjudicaron la copa de Plata.

Los varones venían de eliminar al candidato, al que en la fase de grupos solo un equipo les había robado un empate, y ese equipo era Fundación, que paradójicamente, terminaría perdiendo dos finales, es decir iba a terminar logrando dos subcampeonatos de copa de oro. En el primero de ellos yendo por la vía del repechaje, en el segundo metiendo un triunfazo histórico ante un equipo villamariense que tenía como base al “Chiqui” Gamero, el base campeón con Argentino Sport Club, en el básquet del 2008.

En aquella tarde de finales, ya la de mujeres en la copa de oro había sido apasionante, la sorpresa para mí llegaría en la final de hombres, no por  lo que vi de los jugadores de Pozo del Molle, si no por los protagonistas que estaban del otro lado, el DT, era ni más ni menos que Pancho Elsener, el destacado árbitro de básquet, que armó un juego muy difícil para los mollenses en aquella tarde del domingo cercano a la navidad.

Fundación no pudo hacer pie, el arquero Marcelo Beltramo demostró por que según nos comentaban muchos que vieron la final, que fue quizás uno de los mejores del torneo, con múltiples recursos hizo que todo fuera más decoroso a pesar de la derrota de los dirigidos por Noelia Ambrosio, en cancha estaban muchos de aquella base del 2017, Fede Revelli, Joaquín López, Juan María Moyano (el chino), Geri Racca, Fran Truccone, Facu Espindola, el Flaco Aníbal Mansilla y pueda ser que me olvidé alguno, pido perdón al caso.  

Era tanto el ambiente de final que se vivió, que realmente ese día no lo viví como periodista, me quedé con la sensación de que lo había vivido como un hincha pasional, de hecho, estaba muy contento de haber visto a Fundación jugando la final ante tanta gente, al terminar el encuentro el intendente Martin Gill en ese entonces (hoy pidió licencia para ser autoridad nacional),dio un discurso antes de la entrega de premios.

Allá por febrero de este año, me cruce varias veces con Ezequiel Airasca “Kuity”, parecía que Argentino no hacía básquet, entonces le decía súmate al hándball vos que tenes base de manejo de pelota, se que Lucas Vercelli uno de los que se sumó un tiempo después, también le había hecho la sugerencia.

Hoy que tengo un poco de tiempo me puse a pensar, que pena realmente, las mujeres y los hombres terminaron el 2019 “copados” y este virus invisible los frenó, espero que se pueda volver pronto, que los que terminaron muy bien el año 2019, regresen, por que se estaba consolidando un deporte que realmente es muy lindo de jugar y de ver.

Por estos lados, parece que vamos a tener que acostumbrarnos un tiempo más, a escribir recuerdos, por que las estadísticas actuales, no son deportivas, debemos hacer el esfuerzo de olvidarnos de algunos datos y recordar estos hermosos momentos que volverán.