Es un año totalmente atípico para los mollenses y todo el mundo, septiembre es el mes de los maestros, profesores, estudiantes, pero para muchos de nosotros significa intercursos, fogón, marionetas, tribus, fiesta de disfraces, asadores, centro cívico, música, rey y reina, deberemos armarnos de paciencia porque la historia que nos toca en este 2020 es otra, es tiempo de resistir, juntar las ganas pensando en un 2021 que será mejor, aunque debemos ver el vaso medio lleno, no creo que sea todo tan malo alrededor.

Con el tiempo se va a evaluar el daño colateral que deja esta pandemia, con el tiempo se va a valorar la capacidad de resistencia que hemos tenido, la suerte de haber sorteado obstáculos personales y familiares, ahora quizás el hartazgo del encierro, del freno de actividades, sueños, libertades, del retroceso económico, no nos deje ver el valor de algunas pequeñas simples cosas.

Ya quedó para la posteridad el famoso párrafo de una canción, “poder decir adiós es CRECER”, así lo dice con tanta legibilidad en su voz, con tanto ángel, carisma, el recordado Gustavo Ceratti, ahora nadie dice que el proceso es tan rápido para asimilarlo de esa manera. Creo que todos llevamos un eterno niño adentro que nunca muere, pienso que somos unos privilegiados de haber nacido y vivido en un pueblo en donde medianamente nos conocemos todos, lejos de un caos, cerca de afectos tan genuinos y que se repiten año tras años como una tradición.

Yo alguna vez fui estudiante de un colegio primario, agarrábamos las bicicletas y teníamos permiso para irnos solos a la plaza Bartolomé Mitre o lo más lejos que podíamos ir era a la carreta, detrás del museo Pablo Recla, allí estamos todos los de 1º al 6º grado de cada colegio, eso sí, antes cada uno lo festejaba con juegos en la Malbrán o San Martín.  Ni que hablar de las escuelas rurales, tradicionales picnic para juntar fondos, quizás en mi época los más concurridos eran los del “Taco” y “la Victoria”.

Las veces que fui estudiante secundario, no había un feriado que no vayamos a comer el famoso asado, a los asadores, recuerdo que íbamos el 11 de septiembre por el día del maestro, nunca me voy a olvidar, el día del atentado a las torres gemelas, 2001, estaba en sexto año, en un partido de vóley de los asadores agarran la red y se me viene el palo de la red, hierro pintado de amarillo, los chicos me traen en moto a la clínica, la enfermera me corta el pelo para hacerme tres puntos y al otro día, teníamos boliche en “Sinapsis”, fui con el pelo que me faltaba, el pedazo libre y una gaza que tuve por una semana.

En el 21 de septiembre, los asadores eran una locura de gente, mis amigos, que se entonaban de lo lindo, pasaban de largo e iban derecho a guardar el asador, desde que terminaba el boliche, yo sabiendo de esto, no hacia esas cosas, nunca fui muy rebelde, me acostaba a dormir e iba cerca del mediodía, pero siempre teníamos la mejor ubicación gracias a los trasnochados.

Cada año teníamos la fiesta de disfraces en el boliche, los disfrazados entraban gratis, tengo recuerdos de Matías Rodríguez de FM TOP, emulando al Jorobado de Notre Dame, colgado del segundo piso de “Géiser” allá por el año 1999, tengo recuerdos de la fiesta del mariposón en el año de Mr. Drake, donde inocentemente, queríamos que ganará nuestro amigo Pablo Santini, que estaba lookeada como “Susana Horia”, aunque debo admitir que vi miles de disfraces, pero ni uno tan bueno como la caja de “Cindor” de la actual profesora del Ipem, Andrea Ferrero.

El fogón tuvo momentos de altos y bajos, felizmente el Belgrano lo recuperó hace unos años, el tradicional desfiles de mujeres de hombres y viceversa, como también ahora de profesor en el Ipem, el año pasado pude ver más de cerca lo que pasa con “Las Marionetas”, largos días de laburo, historias que se anexan a la labor de todo un curso.

Siempre fui muy competitivo, ahora se usan las tribus, pero antes eran intercursos, mi promoción fue de muy buena cosecha de deportistas, aun recuerdo la epopeya de una victoria de mis amigos en tercer año frente a sexto año, la distancia de edad era muy grande en esos tiempos, pero Fernando Abba, hoy en Estados Unidos, César Tardivo, Diego Cena, Maximiliano Godino, entre otros, le ganaron en un partido bastante caliente, a Manu Roland, José Mosetto, Juani Aguirreagomezcorta, lo festejamos como un mundial. Al año siguiente, divididos en 2 equipos regalamos el fútbol, pero metimos historia en el hándball, yo era el arquero y tenía un Dios aparte, aun recuerdo con mucha gracia las veces que me daba vuelta del miedo y la pelota me pegaba y salía, vencimos a tipo más grandes, Darío Tejeda, Toto Macias, entre algunos que recuerdo ahora.

En fútbol se nos dio los últimos dos años, teníamos una base que siempre rindió, mi amigo Paolo Bollatti, Tero Cena, Tinelli Aguirre y después que atajará cualquiera, lo ganamos dos años seguidos. Los lugares eran Argentino, Fundación y el querido patio descubierto en ese entonces, hoy techado en el Manuel Belgrano.

El hecho de dejar la promoción, es un golpe, lleva años acostumbrarse en el pueblo, fui viviéndolo de otra manera, pude animar el boliche muchos años, así que vivía septiembre como el amigo de los pibes de la promoción, hasta que también tuve la suerte de ser animador en las últimas fiestas de la primavera, se elegían al rey y la reina, en el 2018 consagramos a Valentín Turaglio y Sofía Truccone, que luego sería la reina del carnaval del 2020, anteriormente a Agustín Vecchietti y Florencia Mattio en Sociedad Italiana, Virginia Cena y Agustín Pochettino, recuerdo a “Kadima” con Cata Fabro, a mi amigo Santiago Espeche, “Supersónica” como bandas invitadas en vivo.

Habrá que apelar de nuevo a la creatividad, esta gestión municipal pudo plasmar un gran festejo virtual del aniversario de Pozo del Molle, algo podrá aparecer por el festejo del estudiante o no, todo depende de la situación que vivamos, pero mucho dependerá de ustedes, ya habrá tiempo para el asado, para el vinito, los amigos, tenes tiempo para todo, pensa en lo que tenes alrededor.

Yo el 21 de septiembre, no tendré algo que quizás mucho de ustedes son jóvenes y lo tendrán, agradezcan eso, para mí la primavera, es el día del estudiante, pero también es el cumpleaños de mi papá, esta vez no lo tengo para abrazar, por eso, no te pongas mal si no podes hacer cosas que son habituales, agradece que tenes a los abuelos, tíos, padres, agradece que todos están bien, del resto tendremos tiempo, se los puedo asegurar, todo pasa.