Hola Estela, muchas gracias por tu tiempo, primero quisiera conocer un poco tu historia de vida, ¿Dónde naciste, tus estudios, tu familia?
Estela Abba – “Si, bueno tengo 71 años los cumplí el 27 de mayo (geminiana), yo nací acá en Pozo del Molle nada más que viví en el campo hasta los 7 años, estudié toda la primaria en la escuela Gral. San Martin y el secundario lo hice en el instituto Gral. Manuel Belgrano. Al terminar iba a irme a estudiar a Córdoba, kinesiología, pero al fallecer mi papá me quedé, después si fui y me volví a los 6 meses, fue un año de muchos paros, me gustaba, pero me había enamorado de mi marido (Oscar “Tatín” Lerda), pensé que era más importante y me volví a armar mi familia, tuvimos 4 hijos, Lucas, Inés, Paula e Irene”.
Pero después ¿pudiste hacer carrera docente más adelante?
Estela – “Si, después cuando Irene estaba en tercer grado empecé a sentir que ya no era tan indispensable en mi casa y comencé a estudiar magisterio en Las Varillas, previo a eso había rendido, yo soy profesora de piano, al dar una suplencia de música me motivó a hacer lo de magisterio, comencé a los 38 años, rendí una prueba de suficiencia pedagógica para poder dar clases. Me jubilé en el año 2018, di clases en La Playosa, Carrilobo y fui secretaria docente en Los Zorros”.
¿Te costó la adaptación en la jubilación?
Estela – “Sí, yo empecé a trabajar grande y entonces me jubilé a los 65 años, con 30 años de servicio, a mí no me pesaba ir a trabajar, cuando fallece mi esposo el hecho de estar trabajando me ayudó muchísimo, yo me iba a la mañana y volvía a la tarde, me ayudó mucho a no pensar en el dolor, viajaba todos los días, al último había ruta pero lo he hecho con tierra, barro, no me gustaba faltar al trabajo, siento que Los Zorros fue como mi lugar en el mundo porque siempre me trataron muy bien, en Carrilobo me pasó lo mismo. Hace unos días estaba en Villa Maria y me conocieron unos chicos que yo les di clases, ahora en el padel me pasa lo mismo, muchos me dicen “profe acá está todavía”, yo les digo que sí, “que acá estoy”, juego contra ellos, yo me siento gratificada de que se acuerden de mí”.
¿Cómo fue que “Tatin” (tu esposo), se entera del padel y lo empieza a gestar en Pozo del Molle?
Estela – “En ese momento teníamos campo todavía, el hace una inversión, entonces viajando conoce este deporte del padel, el siempre hizo tenis, recuerdo que habló con Jorge Rodríguez (negro), fue ahí a comienzos del 90, al primero que se lo ofrece es a Fundación porque era amigo de Leonardo Marino, después habló con “Chalupa” Morini y Hugo Manrique y se lo ofrece al Club Argentino, que en ese momento el club no tenía mucho movimiento, después aparece Jorge Roland y termina siendo todo más grande”.
¿Quiénes fueron los primeros grupos que ustedes compartieron padel?
Estela – “Si, primero empezaron los hombres y aparecimos las mujeres por detrás, “Pepe” Mosseto, Mario Ferrero, Dani Dubois, nos pasábamos toda la tarde del sábado, los domingos, viajábamos a Las Varillas a jugar, obviamente no había categorías, también hubo gente que creció mucho más, Marta y Jorge Roland, “Pepe” Molina y Nora, posiblemente me olvidé de mucha gente. Nosotras teníamos un turno de mujeres, con Tati Bocco, las que volvimos a jugar ahora, Mari Bertone, Mary Grasso, Ledis Dutto, Laura Valentinuz, Mariela Dubois, Deolinda Benedetto, Rosana Erguanti, hay mucha gente que no me acuerdo, pero siempre hubo más hombres que mujeres en aquella época, en cambio ahora está todo más equiparado, sobre todo veo gente joven que está empezando”.
¿Tu familia jugó siempre padel, por eso volviste también a jugar?
Estela – “Si toda mi familia jugó, Lucas jugaba muy bien, recuerdo que habían ganado junto a “Coqui” Roland un torneo de coca cola que al ganar deberían haber ido al extranjero a jugar, pero eran menores de edad, las mellizas también jugaron porque tenían nociones de tenis, Irene es la que más lo juega, volvimos todos al padel gracias a que Carolina Pochettino, Laura Petri, Irene estaban jugando después de la pandemia y Lucas me llamó para decirme que les faltaba una, yo ya estaba jubilada, estuve mucho sin jugar, pero el cuerpo tiene memoria, yo me siento que estoy jugando mejor, uno tiene más experiencia pero también ahora tengo todo el tiempo del mundo, voy al gimnasio, tomó clases de padel y hago turnos casi todos los días”.
¿Cómo llegas al gimnasio, cuantas veces vas?
Estela – “Yo voy al gimnasio dos veces por semana, los lunes y los miércoles, antes iba al club Argentino ahora voy con la profe Vicky Mecchia, ella me arma una rutina y hago musculación, me guía un poco Inés (su hija) ella es doctora, ginecóloga y obstetra, ella hace ahora toda la parte de la medicina orto molecular, que es una medicina preventiva, ósea, la mujer si antes de los 40, de la menopausia, se empieza a preparar el organismo, va a llegar a una vejez longeva y en buen término, es decir llegar dignamente, tener salud, poder correr, caminar, estar bien, hace 3 años que estoy haciendo eso, hay hormonas, vitaminas, que no producimos más, entonces nos van incorporando lo que falta”.
¿No te pesa ir al gimnasio? ¿Cuántos turnos de padel tenes en la semana?
Estela – “No me pesa para nada ir, yo si falto aviso, pero trato de ir siempre, después tengo turnos de padel fijos de 4 y media a 6 de la tarde, en el club Argentino, que los tengo con Marta Roland que hace unos meses me pidió de que quería volver, los hago con Marta y después invitamos a mujeres de nuestra época, o gente más joven que nos ayuda a mantener nuestro nivel”.
“Hace poco invité a Isa Pochettino que tiene 13 años, es mi compañera, jugamos en el TAPI y en CIP, yo siempre tengo al frente rivales que son 25 o 30 años menores que yo, pero para mí son todos desafíos, que yo me los propongo y digo, esto lo tengo que hacer, yo creo que todos los días uno se levanta y tiene que tener un objetivo, yo siempre digo que voy a hacer hoy, mi objetivo en el padel es poder seguir haciendo. Con Antonella Fiuri llegamos a la final de un TAPI, muchos se sorprendieron porque ella recién comenzaba y yo tenía un poco de experiencia, ya con llegar a la final fue muy bueno, hoy te puedo decir que me gusta acompañar a chicas que se inician”
¿Qué sentís al jugar padel con Irene, tu hija? (Irene Lerda es la mollense mejor rankeada).
Estela – “Es hermoso jugar con Irene, ahora estamos jugando una suma 13 en A3SET, ganamos un partido y después perdimos otro con unas chicas de La Playosa, un partidazo, Irene me decía ¿te la vas a bancar mami, porque te las van a tirar todas a vos?, le dije que no se hiciera problema, que lo tenía como desafío, de hecho te cuento que tomó clases los días lunes allá de la Silvia (Gabioud) con el profesor Javier, primero me dio Lucas (su hijo), pero él tuvo que dejar, aunque le encanta dar clases, me gusta siempre tomar desafíos”.
“Y volviendo a lo de Irene que juega en quinta, te digo que me gusta verla porque ella deja el alma, ahora no puede jugar con chicas de acá, pero pronto me parece que van a salir muchas, hay una camada de gente joven que está jugando muy bien, a mí me gusta mirar, porque uno socializa, yo creo que uno está bien al rodearse de gente joven, tiene otra energía, yo tengo amigas grandes que también la pasamos hermoso, pero hay gente joven que uno se junta por el deporte, que te dan buena energía, me hacen muy bien”.
¿Se nota la diferencia de las canchas de los comienzos a estas actuales?
Estela – “Yo debo ser una privilegiada porque no tengo malestar en las rodillas, hace como 20 años que hago bicicleta fija por que había comenzado con una gastritis, como no me gusta caminar, hago bici dos veces por día, media hora al mediodía y otra a la noche, lo hago mientras miro televisión, se me pasa así, entonces como que me acostumbre a una exigencia, jugamos mucho tiempo en cemento, ahora se nota para mejor estas nuevas canchas”.
¿Te imaginabas esta explosión, cada vez más torneos, más gente en el padel?
Estela – “A mi parece grandiosa esta explosión, primero porque cada vez veo más niños, es un deporte que se empieza sin muchos conocimientos, en la época nuestra era más pasador, ahora veo chicas que vienen del vóley que pegan más fuerte, uno se va a adaptando al juego de ellos que es más rápido ahora, hay que correr y estar en estado, yo soy una fanática del deporte, es importante para sacar a los chicos de la calle”.
¿Qué le dirías a las mujeres sobre el deporte o tiempo libre? ¿un mensaje a los jóvenes?
Estela – “Hay que salir de casa a socializar, si no es un deporte que hagan yoga, pilates, bordado, lo que sea, que siempre hay tiempo de estar en casa y de poder hacer algo por nosotras, a los chicos que estudien y que hagan deporte para despejarse, el estudio abre caminos, un titulo te ayuda a seguir adelante”.
¿Está contenta la familia con que la cancha 1 de padel de Argentino llevé el nombre de tu esposo?
Estela – “Si, tengo ganas de hacer algo, poner alguna placa, nos guste o no fue un pionero, habría que ponerle algo, él fue muy jugador de tenis, después cuando el tenis decayó que lo termina recuperando Marisa Mío, se dedicó al padel, él jugó padel hasta 15 días antes de su fallecimiento, jugaba con los hombres los domingos a la mañana, le gustaba muchísimo”.
Así cerraba la nota Estela, una mujer que se siente feliz y acompañada por sus hijos y sus 8 nietos. Aunque me resalta, además, que tiene una hija de corazón, Agueda, su nietita de corazón y los hijos de Hugo (esposo de Irene) que los quiere como tal. Es Estela, otra historia, de una mujer que tiene pasiones que el corazón ha elegido.
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