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2021-05-08 04:55:00 Obregon Natalia (Inmobiliaria - gestoría)
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ME LLEVO MUCHAS COSAS BUENAS, MÁS DE LO QUE ME HUBIERA IMAGINADO

A los 43 años se retiró el arquero Fabricio Garetto, aquí una extensa nota que narra toda su historia como futbolista, mucho más que un referente del albo de La Playosa.19/07/2024

Hola Fabricio, felicitaciones por la extensa carrera que has tenido, me hubiera gustado hacer un vivo de Instagram como estoy haciendo con muchos jugadores de la zona, pero hablando con Jorge “Kiko” Servetti, me contaba que sos muy reservado, una persona tranquila y que tiene un perfil bajo a pesar de tu enorme recorrido con el fútbol, he leído tu carta que publicaron otros colegas.

¿Ya está asumida esta despedida del fútbol regional?

Fabricio Garetto – “Bueno primero gracias, es como te han contado, siempre mantuve un perfil más bien quieto, no mostraba mucho si no que lo disfrutaba para mí un montón, no es solo con el fútbol, es en la vida, no uso redes sociales, pero no tengo problemas de hablar, es más agradezco esta oportunidad que me das, con respecto a la decisión hace un tiempo que venía masticándola por una cuestión personal, uno va sintiendo que las etapas van pasando, yo por las ganas de jugar siento que esta decisión hubiera pasado tres años antes o tres años después por decirte, la decisión en algún momento la quería tomar, yo era consciente de que tomaría la decisión no porque esté lesionado o por que no estuviese a la altura de, siento que me retiré en uno de los mejores momentos, a pleno tanto jugando como entrenando, disfrutando mucho, ahora arrancó la segunda parte del campeonato y extraño horrores, hablo con los chicos, pero la decisión siento que está bien tomada, tendré que asimilarlo y buscaré otras cosas para ocupar el tiempo que le dedicaba a esto.”

¿A qué edad comenzaste a jugar? ¿siempre en el arco?

Fabricio – “Y debo haber arrancado a los 8 años, el que me inclinó a comenzar fue mi abuelo Alfredo, el papá de mi papá Hugo, nosotros nos veníamos del campo caminando para ver el partido de La Playosa, estábamos a 2 kilómetros, sin darse cuenta el me hizo empezar a sentir lo que fue el fútbol para mi después, arranqué con Avelino Giovanini como todos los de mi generación, creo que las primeras prácticas fueron al centro, Avelino fue un genio, un fenómeno, por mucho tiempo Playosa pudo hacer fútbol gracias a él”.

¿No fueron fáciles los comienzos, hiciste algo de baby?

Fabricio – “Nosotros arrancamos directamente en cancha grande, después terminé haciendo baby en Barrio Industrial de Villa Maria, recuerdo que habían buscado a 5 o 6 chicos del pueblo, íbamos todos en la cúpula de una camioneta de un amigo nuestro, nos traía el papá de César Molar, el popular “Meco” había puesto unos banquitos atrás, la verdad que unos recuerdos hermosos, en cancha grande nos comíamos un montón de goles, una vez 13 goles con River, 11 con Alumni, pero a pesar de esos golpes de los comienzos el lunes volvíamos con las mismas ganas a entrenar, en nuestra época creo que todos pasamos por el fútbol, no es como ahora que en los pueblos hay muchas cosas, más juegos por hacer. Luego de esos comienzos empezamos a entender la competencia y hacer el camino, nos fue mucho mejor, antes no teníamos charla técnica, viajábamos atrás de un camión, más de 20 chicos, son momentos que te quedan grabados, uno lo disfruto muchísimo”.

¿Te acordas con quién compartiste en aquellos comienzos?

Fabricio – “Si, soy amigo de los chicos, son de mi edad, Mariano Chiavassa, Mariano Ojeda, Fede Stefoni, Marcos Bussolo, toda esa banda terminamos jugando juntos, éramos clase 80, 81, 82, armábamos así los equipos para poder llegar a jugar, eso por nombrarte algunos, Nico Barbisan, los que son mis amigos de la vida son los que compartí el fútbol en su momento, algunos jugaron un poco más, otros un poco menos, pero esos que te nombré todos llegaron a jugar en primera en el pueblo”.

¿Cómo fue tu debut en primera división?

Fabricio – “A los 14 años debuté en la cancha de La Playosa contra Argentino de Villa Maria, Argentino tenia jugadores de mucha experiencia, Playosa llevaba jugadores de mucha experiencia también, compartí mucho tiempo con Marcelo Lenardón, el campeonato del 2000 lo compartí con él, no somos amigos pero si hay un respeto y un aprecio impresionante, el DT que me hace debutar fue Julio Fraga, fue muy sorpresivo mi debut, era muy chico y más para esa época, me quedó grabado que en ese partido estaba Torres de línea, ese hombre fue árbitro durante mucho tiempo en la liga, hubo un altercado de cara a la tribuna, lo habían apretado los de Argentino, hoy eso no estaría permitido, gracias a Dios el fútbol evolucionó. A veces siento que viví tres etapas como futbolista, una cuando arranqué, otra media y esta del final que es una totalmente distinta a todas”.

¿Te acordas compañeros de aquel día del debut?

Fabricio – “Sí, me acuerdo los del pueblo, el Negro Carreras, el “fito” Foos, “Peti” Ponce de Los Zorros, fue la base de la camada que después logró subcampeonato y campeonatos del 98 al 2000, después iban y venían jugadores de Villa Maria que se elegían para las campañas”.

¿Cómo se dio tu llegada a Renato Cesarini?

Fabricio – “Al poco tiempo que debuté me fui a vivir a Rosario, estaba en el segundo año de la secundaria, en esa época se hacían unos campeonatos que eran hermosos, en ese tiempo el presidente del club era “Paino” Del Val, organizaron un torneo junto a Almafuerte de Las Varillas, venían de Buenos Aires, Rosario, me acuerdo que fuimos a Ferro en Buenos Aires durante tres días, eran cosas que se daban antes. En uno de esos torneos que te decía, me ven, usan de contacto al “Cholo” Romero que en ese momento estaba en Alem, me lleva a una clínica a Rosario y quedamos algunos de acá, Antonio Russo, Federico Cerutti, Mariano Ojeda, me vinieron a buscar, hicieron el cambio de colegio, me dieron la pensión y me fui”.

“Estuve 3 años completos viviendo, la pensión era de una familia que terminaron siendo mis papás postizos, ella era la “Loli” para mí, Dolores del Carmen Aragón, y Alberto Barbagallo, después tenían a sus hijos Diego y Gabi, un cariño grande por que terminé el secundario ahí, intenté empezar a la universidad, pero no me dieron los tiempos, hice de todo ahí”.

¿Por lo que me contas, sos contemporáneo a los chicos de Pozo del Molle que estuvieron en Renato Cesarini?

Fabricio – “Si, compartí mucho con Juan Manuel Sánchez, fuimos juntos a México con él, con Lucas (Marengo) que es un año más grande, pero éramos de la misma camada, con Emilio Russi también coincidí un año, con el “Mula” (Francisco Obregón) fuimos campeones en la categoría nuestra, a mí me formó como persona esa experiencia de Renato Cesarini”.

¿Cómo fue tu experiencia en México?

Fabricio – “Si a México fuimos a jugar un campeonato que duró casi un mes, de ahí terminé yendo unos meses a San Luis de Potosí, uno no sabía por que pasaban algunas cosas ni tampoco por que no pasaban, esa es la realidad, hoy hay mucha más información, me terminé volviendo a Renato, no se dio. Al poco tiempo tuve mis pruebas en Vélez en Buenos Aires, era el mejor tiempo de Vélez”.

¿En Renato o Vélez viviste experiencias con gente que marcó y dejó huellas?

Fabricio – “Si, te lo habrán contado los chicos del molle, entrenamos con Javier Mascherano, Martin Demichelis, Lucas Nardi, ellos eran uno más de nosotros, eran superlativos en lo que hacían, Mascherano era categoría 84 y jugaba con 13 años en primera junto a nosotros, antes de irse a River, de los que me debo estar olvidando, en Vélez era la época dorada, verlo a Chilavert, Bianchi, Falcioni era el entrenador de arqueros, uno al estar en la diaria, en la dinámica de lo que quería vivir no se daba cuenta, tiempo después si te das cuenta donde estabas parado, hoy si uno hace la comparación creen que es normal lo de la selección, capaz algunos no lo vayan a ver nunca más, uno no dimensiona lo que vive, yo nunca me saqué una foto con nadie, primero porque no había celular y la comunicación era muy poca incluso hasta con la familia”.

¿Cómo fue salir de Renato y a donde regresas por estos lados?

Fabricio – “En Renato nos daban las vacaciones del 20 de diciembre al 20 de enero, volví y hablé mano a mano con el indio Solari, le planteé que necesitaba generar, muchos ya se habían ido, yo quería laburar, me dijo que no podía prometerme nada, el mismo día que llegué me tomé el colectivo y me pegué la vuelta, estuve a préstamo en La Playosa, dejé de jugar dos años para quedar libre, estuve entrenando 15 días en Belgrano por contacto de ellos, anduve muy bien, pero no se dio, yo soy flexible pero cuando me trancó, me trancó, así que dije esto no va más y estuve dos años sin firmar planillas”.

“Si, cuando quedo libre me cae a buscar Central Argentino de Villa Maria, nunca supe de dónde sacaron mi contacto, Cardielo un dirigente me invitó a jugar ahí, debo haber estado 4 años, logramos un subcampeonato, un campeonato de la “B” cuando están las divisiones definidas, me hice de muchos amigos que hasta el día de hoy tengo contacto, creo que jugué ahí hasta el 2007, no tengo nada anotado, pero estimo que fue así”.

¿Después tuviste pasos por otros clubes?

Fabricio – “Si, estuve en Tío Pujio y en Atlético Ticino, en un campeonato se lesionó Diego Fantino y me llamó Germán Vicario que me conocía de Tío Pujio, me quedaron buenos contactos, como Marcelo Becchero de ahí de Ticino, pasa que yo viví el fútbol de una manera distinta, no cobré en ningún lado de los que estuve, no digo que este mal cobrar, me parece bien, yo lo vivía así, alguna vez nos daban premios a todo el plantel, en Universidad todos cobraban algo, pero son formas de sentir el fútbol, yo respeto todas las demás”.

“Con Tío Pujio teníamos un plantel para pelear el campeonato y nos salvamos del descenso pateando penales con Alumni, mandamos a Alumni a la “B”, atajé dos penales en la definición, estaba Diego Marín, Rodrigo Liendo era un equipo para pelear el torneo, buena gente, con la Universidad fue cuando se empezó a gestar el club, tenía gente conocida, me gustó el proyecto, fuimos campeones los dos años, el arquero era el Rafa Ballatore, con él y Colo Mansilla, estuvimos todo ese proceso”.

En la parte final de tu carrera, fuiste el referente de La Playosa, ¿Cómo te sentiste en esa recta final?

Fabricio – “Si por ahí en todos los lados donde fui, uno no lo busca, pero se da así, el último tiempo en La Playosa fue todo lo que quería, si bien no se pudo coronar con un título allá por el 2018, pero se formó un grupo espectacular con un montón de principios y sentido de pertenencia que se forjó, que fue impresionante, hubo una base de 12 o 15 jugadores que dábamos vuelta, más los que venían para sumarse, todos los que venían se iban bien, quedaba amistad con todos, al principio no clasificamos, después nunca dejamos de clasificar, siempre digo que a Ticino le pasó lo que nos iba a pasar a nosotros si ganábamos aquella final, eran buenos planteles y teníamos a los dos distintos, Kiko Servetti nosotros y Ayrton Páez ellos, la ganaron ellos, se les dio y de ese campeonato se les siguió dando, el resultado te lleva al resultado, al perder todo cuesta más, el ganar te lleva a otra victoria, el proceso fue hermoso hasta el año pasado que no se hizo fútbol”.

¿Cómo viviste el párate de un año en el club Sportivo La Playosa?

Fabricio – “Si, son cosas dirigenciales, los dirigentes pasan, la gente que colabora también, el único que pierde es el jugador, son los castigados que se van a cualquier lado a jugar, los que sufren son los chicos, lamenté mucho que no se haya hecho fútbol, escuchaba chicos que se iban a San Bartolo, había un semillero importante, ese año me voy a Alem, pensaba no hacer nada pero me llamó Mauricio Morales, que él dirigió como primer equipo a La Playosa, es muy ganador, me pidió que le diera un mano, me trataron espectacular, hoy están jugando la final, estoy contento con ellos porque me han tratado de mil maravillas”.

¿Cómo te fue con los clásicos zonales, jugaste varios?

Fabricio – “No padecí los clásicos, me gustaba jugar los clásicos, siempre se dice Silvio Pellico, Algodón o Los Zorros, pero el clásico que se vivió con una multitud de gente y que fue hermoso para todos, fue el clásico con Pozo del Molle fue impresionante, una vez en Playosa metimos tanta gente, fue una pena que al molle no lo dejarán ser locales en su cancha, eso hubiera sido hermoso, nos tocó ganar, perder, los dejamos afuera en un cruce, pero la gente, esa sensación fue hermosa, me tocó Alem – Alumni, la gente la prensa lo viven muy eufórico en toda la semana”.

¿No te gustaría ser técnico?

Fabricio – “No, nada, no seré técnico, tampoco dirigente o jugar en el AFUCO, para hacer eso hubiera seguido jugando, yo dejé para priorizar tiempos en otros lados”.

¿Si tuviese que elegir una jugada, atajada o lo que fuera?

Fabricio – “El gol que hice de cabeza contra Argentino en el 2018 que después terminamos llegando a la final, un gol a los 49 del segundo tiempo, lo empatamos 2 a 2 y pasamos de fase, fue un centro del Kiko Servetti”.

¿A quién le agradecerías?

Fabricio – “ A mi abuelo no lo nombré en la carta pero fue muy importante, después a mi familia que me bancó siempre, mi viejo me llevó a todos lados, la Naty mi señora que me aguantó hasta los 43 años que jugará, no había sábado para ellos, me venía a acostar, yo nunca hacia las cosas a media, nos juntábamos con los amigos y yo me venía a acostar, ella no podía ir, agradecerles a los clubes, dirigentes, técnicos, a todos los que han pasado por mi vida en el futbol, me tocó compartir con chicos que podrían haber sido hasta mis hijos, fue mi cable a tierra esto, me cargaron de otra energía, soy muy agradecido, me llevo muchas cosas buenas, más de lo que me hubiese imaginado”.

¿Un mensaje a los jóvenes?

Fabricio – “Como te decía viví tres generaciones, hoy el que quiere hacer las cosas bien, va al gimnasio, se preocupa, come mejor, hoy hay una intensidad en la que muchos no podrían jugar los de antes, pero a los pibes les cuesta mucho competir, asimilar que entrenan en la semana y después no van a jugar, siempre digo que hay que insistir, se los dije a los chicos de La Playosa y a los de Alem que algo iba a venir y están jugando la final, les diría que sigan insistiendo, no solo te da alegrías de campeonato el futbol, te quedas con otras cosas que son hermosas, alguna herramientas del fútbol siempre te la llevas para la vida, el trabajo, el estudio, lo que fuere”.

Fotografías: Camila Ambroggio (La Playosa), otras suministradas por el propio protagonista de la nota.

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