No estoy enojado ni nada de eso, solo que a veces ando dando vueltas por redes sociales y me pregunto a mí mismo, si muchas personas se darán cuenta del inmenso regalo que les está dando la vida, estimo que sí, lo raro de todo es que, a pesar de trabajar en periodismo, nunca fui muy amante de las fotografías, videos personales, sin embargo, la llegada de Filippo nos dio vuelta la cabeza en 360 grados. Y es que Giuli que por momentos me cansaba de sola verla sacar tantas fotos, irónicamente ahora soy yo el que le pide que saqué fotos de momentos graciosos o emotivos y me mira como diciendo, sos vos, no te creo.

Yo no voy a vivir la vida de mi padre, ni tampoco espero que mi hijo haga la mía, sin embargo, hay una coincidencia que quisiera romper, mi papá perdió a su padre muy joven, mi papá no pudo tener una foto con su padre y uno de sus hijos, ni siquiera con mi hermano mayor, mi hermano si tuvo esa fortuna, yo no pude, al igual que mi papá no pude tener esa foto, algo tan simple como posar con la mano al hombro de mi viejo, mientras el cargará a mi Filippo en brazos.

No es enojo, es nostalgia, yo tomé decisiones en la vida y con el paso del tiempo a pesar de que está foto no pudo lograrse, siento que no tenía que ser, porque cada mañana cuando me levantó y vuelvo a casa del trabajo, me pasó esas 7 horas pensando en que está haciendo mi Filippo, la mayoría de las veces llegó y él duerme la siesta, pero cuando está despierto corre a abrazarme y entiendo de que todo era en este tiempo, está cuando más me hacía falta y lo necesitaba, a veces me rio, porque siempre pensé que nadie más que mi perro Otis, me iba a recibir tan contento cuándo llegará a casa. Filippo corre a abrazarme por más que a la mañana haya sido el peor empleado equivocándome en algún trámite o haya dicho la pavada más grande en un estudio de televisión.

Y así voy transcurriendo los días, recordando y riéndome de todas las cosas lindas que he vivido junto a mi papá Silvio José que no lo tengo hace unos años y viviendo esta experiencia única con Filippo, una dualidad que uno la maneja como puede, es interno todo y ahí vamos surfeando esas emociones.

Este día tan especial me hace recordar hermosos momentos, se me vienen imágenes de mi viejo llevándome en andas a la escuela Francisco Malbrán, la tarde en donde le dije que iba a hacer un gol, que de hecho hice re pocos, por eso lo recuerdo, hice un gol de cabeza en la cancha de Sportivo contra Fortin y lo saludé por el tejido, como aquella tarde que mi hermano Germán jugaba en reserva y fue a patear un penal, yo estaba parado con mi papá y el me dijo, “se paró muy agrandado, lo va a errar”, lo erró y nunca más nos olvidamos de esa frase y nos remos toda la vida.

Yo no lo pude ver jugar al fútbol, hace poco tiempo caminaba por la calle y un señor de mi pueblo, me dijo, “hola Astrada, el número 4 hijo del gran 8 que tuvo Sportivo”, pocas veces sentí tanto orgullo como con el saludo de esa persona, porque el tipo era un futbolero como nosotros, pero además tuvo ese gesto de recordarme a mi viejo, de la mejor manera que uno quisiera, porque es la historia de mi vida, siempre fui 2 pero por baja estatura siempre me dijeron que era un 4 sin proyección. De ahí en adelante, de esa frase en adelante, empecé a entender muchas cosas, a medida que pasa el tiempo, los amigos también van perdiendo a los suyos, entonces creo que la mejor manera que tenemos para hacer sentir bien a la otra persona, es recordarle las frases o momentos que destacaron a sus padres, a un compañero que trabaja conmigo, cada vez que lo veo le digo, “yo lo veo y me escondo”, en una nota que le hice a su padre, el tiró esa frase que en la tele debió guardarse y nos reímos hasta el día de hoy, una vez escribí acá la historia de otro personaje del pueblo, que me enganchó para trabajar para él y llegué tarde al colegio por su culpa, o pienso en otra familia que hace poco perdió al padre de la familia, que tenía una frase muy de él, “pobrecito o pobrecita” solía decir, estoy seguro que muchas veces la felicidad o el alivio temporal llega cuando se lo recuerdan con esa frase a sus hijos.

Si vi jugar a mi viejo a las bochas y me dejó anécdotas inolvidables, lo vi vestirse de héroe en ACO (Las Varillas), su equipo perdía mal y entró y lo dieron vuelta, hasta que después lo vi en Varillense ganarle a un número del momento como Arzuaga, pero no es ese dato, si no el hecho de que pudo quitarle el partido sin jugar, llegó más tarde del tiempo de tolerancia, lo esperó y lo ganó en cancha.

Quizás una de las cosas que más extrañé de él, es la manera de darme seguridad, yo llegaba a su casa y le contaba algún problema y todo terminaba de la misma manera, “mira si te vas a hacer drama por esa pelotudez”, tal vez mi problema duraba esos 5 minutos que le contaba y luego de esa frase era risa y empezar a hablar de otra cosa. Una vez le conté a mi papá que un tipo con alcohol encima según pude percibir me ofreció sopapos a la salida de un boliche, le había dicho quién era y todo, pero que había terminado en nada la situación, él no me dijo nada, a los pocos meses esa misma persona, se acercó a mi y me dijo, “te debo una disculpa, fui a comprar a la cooperativa y tu viejo me dijo que había estado mal con vos y te pido perdón”. Mi viejo tenia esas cosas, me daba esa seguridad y no porque me haya salvado de un sopapo, pero tenía ese escudo protector, a veces necesito solo ver su sonrisa amplia o que me diga la frase que puse arriba para saber que todo seguirá bien.

Y si fuera por anécdotas tendría miles por contar, pero les cuento una graciosa para después ir hilvanando el desenlace de la nota, una vez lo internaron en le clínica por principio de neumonía, yo fui cuidarlo y me levanté temprano, lo saludé cuando llegué y él me dijo que el médico venía a dar un parte de las 8, nos dormimos los dos y mi mamá nos despertó a las 11y me preguntó que había dicho el médico, ninguno de los dos sabía que decir, fui quizás el peor cuidador de la historia.

Y yendo a eso de que no me gusta levantarme temprano, bueno Filippo me hizo empezar a querer un poco el horario, la situación económica es muy difícil, entonces hubo que hacerse cargo de un trabajo especial que todos los días tiene una nueva aventura. A las 14 hs en adelante, cada día de estos 16 meses han sido totalmente innovadores, muchas cosas me las han hecho fáciles, mamá Giuli daba la teta y quedaba tiempo para el cuidado, el Dani Guardia, Tyago Griffo si era cuarteto, mucha música de los 90, el gran Mickey Mouse, el Bartolito y ahora los pipis, van haciendo pasar el rato.

En lo personal, me divierte mucho verte caminar, como te gusta inventar, hacerte el que trabajas, tocar las ruedas de todo, juguetes, autos, me alegra que mucha gente ya conoce tu nombre, salimos a la calle y le sonríes a la gente la mayoría de las veces, es una impronta que me encanta que vayas dejando.

Hace unos días atrás, jugábamos en la plaza y no puedo creer lo grande que estás, llevabas la pelota con mucha destreza, algo que yo nunca tuve, me pongo a pensar que ese regalo quiero, el verte crecer cada día y verte resolver cuestiones que son mínimas pero que me alegra verte una y otra vez. De a poco te vamos conociendo la vocecita tan chiquita que tenes, el otro día de casualidad dijiste papi y me caían las babas, vamos a acompañarte donde quieras estar, de eso no tengas dudas Filippo.

La foto no pudo ser, pero hay cosas que nadie las maneja, consuelo tengo bastante, llevamos el mismo apellido, la misma sangre los tres, la cabeza es innegable y la misma cara de enojado, sin hablar de la caminata, hay muchas coincidencias que me hacen graficar la fotografía en la mente, en el alma y en el corazón que me hacen pensar que hubiera sido perfecta, tan perfecta que hasta por eso no lo logró sacar.

A los que no pudieron completar esta foto en el álbum, seguramente se sentirán identificados, a los que pueden hacerlo una vez más hoy, disfrútenla, el día de mañana va a ser un lindo lugar para observar, como un paisaje que fue hermoso y único, la vida es eso, es vivir para trascender y dejar huella en los nuestros, del resto nadie se acuerda.

Feliz día del padre para todos, los que no están, los que están y los que van a venir más temprano que tarde.