El último fin de semana largo en menos de 48 horas, Pozo del Molle vivió dos festejos, dos noches de gala que se transformaron en eventos multitudinarios, independientemente del gran acompañamiento de las familias, lo que pasó en el escenario nos pone a pensar en una necesidad, ¿deben llegar mejoras en el mítico escenario Omar Baudino?

Quizás pueda parecer una nota utópica la que vaya a narrar a continuación, es que entiendo como nadie que las necesidades en estos tiempos de crisis son otras, entiendo que alguien pueda llegar a leer la nota y van a decir, mira este tipo quiere que reformen y hagan obras en un escenario del centro cívico, cuando la gente quiere viviendas, ciclovias o lo que fuere. Es que también comparto esos pedidos que son prioritarios, pero lo cierto es que siento el decir que en 48 horas diferentes personas de Pozo del Molle nos mostraron eventos a la altura de cualquier otro evento renombrado y con la participación estelar de muchas personas.

El pasado viernes 17 de noviembre la escuela Gral. San Martín plasmó una fiesta de la tradición que no se si ellos aún, han caído en la cuenta de la magnitud de su festejo y de cómo este se internalizó en Pozo del Molle. Este evento dejó de ser privado y cerrado para la comunidad educativa de la San Martín, hoy es un evento del cual se enorgullecen todos los habitantes de Pozo del Molle.

El último viernes la historia se basó en la leyenda del lobizón, que fue guionada por la seño Maria Esther Picco, que aún sigue enlazada con su corazón en la escuela con la cual compartió infinidades de momentos, mientras que fue dirigida por dos docentes que se encuentran en total plenitud dentro de esta área, Iván Martínez e Ivana Valdez, totalmente apoyados por la directora, la seño Marisa Melano y un grupo de maestros muy comprometidos con la causa.

El evento de la tradición, tuvo dos momentos, que pasaron largamente la hora y media de un relato que se contó de manera perfecta, la seño Maria Esther modificó una y otra vez su voz para hacer entender los momentos que se vívian en el escenario. Los últimos grados, 5 y 6 nunca se bajaron de la escena y tuvieron los roles protagónicos, la familia, los ex alumnos, volvieron a jugar un papel de reparto o secundario, la danza se apoderó del escenario.

Es increíble la movilización de gente, el tratar de coordinar tantos niños, no olvidemos ese dato, son niños, las familias se movilizan en el armado de trajes, colores, mientras que, en el momento del evento, los profes desde abajo ensayan los movimientos que son repetitivos en los niños, que los observan como ese espejo que repiten más que una tradición.

Y es verdad como dijo esa canción al final, “cambia, todo cambia”, cuando sonó con fuerza y con base de rock, llegó ese momento de alegría, el de decir, lo volvimos a hacer de nuevo, todo el colegio brilló ante centenares de espectadores que los fueron a ver, era tanta la buena energía que hasta la lluvia pasó de largo para dejarnos ver este espectáculo.

BAILA CONMIGO Y SU 10° GALA

A pesar de que la expectativa por el nuevo presidente podría haber demorado el comienzo, el domingo 19 de noviembre, la familia de “baila conmigo” se volcó masivamente a una gala especial, si bien comenzó la academia allá por el año 2014, la gala que re realizaba ya era la número 10.

Aquí quiero hacer hincapié en la profesora Vicky Astrada, que no deja nada librado al azar, este año además de lo que pasaba arriba del escenario, jugó con la pantalla gigante mostrando momentos y ensayos que no se ven en el día a día de todos. El acierto de saber rodearse, al principio con su amiga de toda la vida, que incluso siempre vuelve para darle una mano, Fer Lerda, la profesora Cintia Álvarez que la ayuda sobre todo en los grupos de iniciación, más la apuesta y el verdadero cambio que necesitaban, la inyección y la energía de Joni Cortez, que incluso hasta se dio el lujo de mostrar con Anto Rivarola, lo que es capaz de hacer arriba de un escenario.

Los grupos que se sucedían, los “solcitos”, las “estrellitas”, “teens”, “juveniles”, “adultos” y la grata aparición de varones nos hacían pensar que seguíamos subiendo la vara con respecto a ediciones anteriores.

Al igual que el día viernes, este guión se respetó a raja tabla, la gente se sentó y vio una continuidad tras otra, se dio una visualización de un show que tuvo todos los momentos y todos los ritmos habidos y por haber.

Las dos noches se nos pasaron rápido, primero por las brillantes organizaciones y segundo por la calidad de los eventos, eso me puso a pensar, en que si debemos reforzar algo en el escenario Omar Baudino.

¿DEBERÍAN LLEGAR REFORMAS?

Sin ánimo de ninguna crítica, solo quiero aportar por ahí algunos detalles que uno ve en este tipo de eventos.

El escenario Omar Baudino, es perfecto en la longitud del mismo, en el largo, de hecho, la escuela San Martin puso y pone a trabajar a todos los grados sin ningún tipo de inconvenientes, es más, la academia de “Baila Conmigo”, se dio el lujo de ir montando un show con cambio de grupos, edades y todo en el mismo escenario.

El tema del escenario, es el fácil acceso de cualquier persona, tengo la imagen de Tyago Griffo, en un carnaval de Pozo del Molle, en donde no podía dejar de cantar, cada vez que frenaba, tenía gente que lo rodeaba de atrás, de los costados, su momento de seguridad era solo cuando cantaba.

Esta gestión del Dr. Jorge Roland y Fernando Ruiz en su continuidad, tomó nota de ello, de hecho, los últimos grandes carnavales se vieron perfecto desde todos los ángulos con escenario muy grandes y altos que le daban seguridad al espectáculo y a los artistas. Sin embargo, creo que los nuestros, los locales, también están haciendo constantemente mérito para tener un espectáculo de esa talla.

En otras palabras, lo que quiero decir es que, si este lugar va seguir siendo elegido por los pozomollenses, necesitará de cambios, no hablo de levantar el escenario, si hablo de cercarlo y de dejarlo solo para los artistas y los que entran en la escena. Por otro lado, lo que alguna vez sonó como descaballeado o utópico, no vendría nada mal aggiornarlo con un trabajo a largo plazo, la construcción de tribunas en formato anfiteatro ya no sería para nada disparatado.

Es que siento, que la gente necesita de más comodidades, además el delimitar lugares para sentarse, demarcando así una mejor visión de todos, por momentos es totalmente necesario. Lo dije antes de comenzar, parece utópico por los tiempos que corren, pero el artista necesita comodidad arriba, los medios de comunicación y fotógrafos también, ni que hablar de la gente que se mueve por espacios al libre albedrio.

Y yendo a lo estructural, después habrá que reforzar el viejo galpón del ex club de abuelos, ha sido muy lindo el gesto de revitalizarlo con pinturas en el exterior y con esas letras que identifican que la gente está pasando por la estación de Pozo del Molle, pero cuando los eventos se hacen cada vez más grandes, adentro también hay que tener las comodidades para las comisiones que trabajan.

No quisiera ser tan reiterativo, así que con esto me despido, pasó un fin de semana de excelentes demostraciones culturales, hay grandes aciertos en esta gestión que subieron la vara en temas puntuales del centro cívico y de los eventos, sin embargo, día a día, aparecen instituciones educativas como la San Martin, o una academia de danza como “Baila Conmigo”, que nos ponen a pensar de que seguimos mereciendo un poco más todos, no mañana, tampoco pasado, pero más temprano que tarde hay que seguir estando a la altura, todos.

Fotografías: recuperadas de redes sociales Gral San Martin -Adriana NIvello. Vicky Astrada.