La promoción 1998 de Pozo del Molle realizó un emotivo homenaje a esos
compañeros y amigos que adelantaron su viaje, el lugar elegido fue el centro cívico
de nuestra localidad, otra vez hubo un acierto de la gestión municipal por
permitir este acto de amor por parte de esos jóvenes que hace mucho tiempo
atrás habían perdido físicamente a sus amigos y que hoy a pesar de estar en una
edad muy madura, no olvidan para nada el tiempo compartido.
Allá por el año 1998, Romano y Ricardo y un año después Damián enlutarían y
dejarían heridas abiertas en familiares y amigos, esta fue la promoción de “SIGNO”
disco, la que aun realizó su boliche sobre la vieja casona de doble piso en la
calle San Martín. Su color de camiseta era negro con algunos vestigios grises y
lilas alrededor del logo, su ingreso era hermoso, era un pasillo largo con
todos los logos de los boliches anteriores del pueblo y el de “Signo” al final
del túnel recibiendo a cada visitante.
Sin dudas para muchos de mi generación, esta promoción nos vino a enseñar
un montón de aprendizajes, nosotros los que estábamos en aquel tiempo en el
Instituto Gral. Manuel Belgrano, teníamos a esta promoción 1998 como espejo. Si hay algo que siempre recuerdo de esas épocas, es que para nosotros el estudiante
de sexto año, era palabra mayor, no solo los respetábamos porque eran los mayores,
si no por que veíamos sus conductas y las repetíamos, porque los veíamos como líderes
positivos.
En el boliche observábamos como se manejaban, en el aula, lo mismo en cada
rincón del colegio, Romano era un tipo muy sociable que al margen de verlo
llegar con su moto dax y su simpatía, siempre tenía una ocurrencia, recuerdo una
vez en el recreo que vino a pedirnos 0.25 centavos para comprarse un caramelo,
evidentemente a muchos nos dijo lo mismo, al rato lo vimos con un vaso de coca
grande y una factura, ahí pensé, mira al que le faltaba poco para un caramelo
apareció con una merienda que en esos tiempos era como comprarse asado en este
tiempo. La gente que le habíamos dado dinero, nos reíamos de como habíamos
colaborado, a punto tal que después cuando llegábamos a sexto año copiamos su
modelo en tiempo de crisis para pasarla bien.
A Ricardo lo recodarmos más del boliche, si mal no recuerdo no estudiaba aquí
en Pozo del Molle, pero siempre lo veíamos bien acompañado por sus amigos, los
de siempre, los que casi siempre se ubicaban en el mismo lugar, cerca de la
barra de abajo, si, digo abajo, porque también en “Signo” hubo una barra arriba
en el segundo piso si no me equivoco.
Una noche de septiembre de ese 1998, me quedó una anécdota particular con
esta promo, sorteaba esa promoción una bicicleta con marchas, ahora se le
volvió a dar importancia a las bicis, casi como en esa época, en lo personal yo
tenía muchas dudas de entrar, nos habíamos atrasado por que estuvimos en un
cumpleaños de 15 de mi amiga Rebeca que hoy ya vive en Córdoba. La entrada
costaba 4 pesos y antes si te pasabas de las 2 y media era como que sentías que
estabas poco adentro de la disco, en unos minutos salí sorteado y me quedé con
una bicicleta hermosa que la tuve hasta el año 2021 cuando de manera inédita un
automóvil se metió adentro de mi garaje y la reventó literal.
Esa noche que gané la bici, Romano y varios cayos (en el buen sentido de la
palabra) de la promo, cuando se enteraron que era el ganador, me abrazaron,
saltaban, me empujaban, la bicicleta estaba colgada arriba en el segundo piso y
ellos me la querían bajar para que me fuera a casa en bici al terminar el
boliche, mi hermano también tenía la misma idea, pero las chicas de la
promoción nos ubicaron y me hicieron ir a buscarla al otro día, cuando había luz
y todos estuviéramos en mejores condiciones.
En aquel fin de semana de noviembre de 1998, la madrugada del domingo y los
días posteriores vinieron cargados de nostalgia, el golpe no había sido solo de familiares
y amigos de esa promoción, nadie pudo y podía entender como nuestros referentes
de sexto año habían tenido que vivir semejante desenlace. Es que incluso ahora
recuerdo como esta promo viajó al icónico programa de “Feliz Domingo”, aun lo
veo a “Mosquito” a Damián, lo veo moverse con una soltura y una habilidad en
aquellos juegos, también lo recuerdo de la primaria cuando Manu Roland imitaba
a Marcelo Tinelli y lo presentaba como el “Bobby Goma” y hacia unas piruetas
propias de un personaje particular.
En octubre de este 2023, en el secundario Manuel Belgrano, esta promoción
1998 fue homenajeada por los directivos actuales, allí aparecieron sus ex
profesores y estuvo parte de su familia, los de siempre, los que están y las
familias que han formado post colegio secundario.
Es posible que me esté volviendo grande para algunas cosas, pero lejos de ser
un problema es un momento de valorar las pequeñas grandes cosas que da la vida,
al verlos reunidos 25 años después me llevó en el tiempo y me recordé en
aquellos años.
En los primeros días de noviembre de este año, con las gestiones del Dr.
Manu Roland y con los contactos de Mauro Bollatti más el empuje de todos,
llegaron con tiempo y forma para colocar la placa homenaje en el centro cívico de
Pozo del Molle, además se plantó un árbol y hubo una emotiva suelta de globos
blancos para los tres chicos de esta promoción y con la presencia de sus
familiares.
Les cuento a aquellos que pasen por la estación, quiero que sepan que esa
placa, mantiene viva las raíces de una promoción y unas familias, mientras haya
uno de ellos de este lado, jamás olvidaremos a Damián Borsatto, Ricardo
Truccone y Romano Pogliotti, como reza la placa “nunca se van del alma, quienes
hicieron magia en nuestra vida”.
Desde aquí mis felicitaciones a toda la promoción 1998 por este gesto, por este “SIGNO” de amistad y amor que durará para siempre.
Fotografía: Natalia Acosta (promo 1998)
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