LUIS ALBERTO ESPINOSA

El famoso “Vitoto” es hijo de Emilio Pacifico Espinosa y Luisa Stellino, el del medio de tres hijos de ese matrimonio, Omar Víctor su hermano mayor, la más chica Maria Cristina, nació en Pozo del Molle, vivió en el campo, luego vivió con su abuela cerca del taller de Ibarra, hasta que fue a vivir al barrio con sus padres donde está su mamá actualmente (Barrio Capilla).

Más tarde formó su familia con Gloria Inés Reinero de La Playosa, con quien tuvo a sus hijos, Mariela, Natalia, Laura, Romina y Tomás, un buen tipo, que hoy se desempeña pero que tiene como dato haber sido el generador del convenio y de la llegada de la primer mutual a Pozo del Molle, (Mutual Almafuerte), además lleva más de 30 años brindando servicios a través de su labor como productor de seguros, compartimos con ustedes la nota.

¿Qué recuerdo tenes de tu infancia, del primario, secundario?

Luis- “Éramos chicos, tenía 10 años, los recuerdos son con los chicos del barrio, gratos recuerdos, quedan amigos de aquella época. El primario lo hice en la escuela San Martín, desde acá convocó a la promoción de 1970 por que se cumplen 50 años de nuestro egreso, espero poder ver a muchos de ellos, hay muchos afuera, todos desparramados, hay en Córdoba, Ana Morini, Alicia Barrio se que estaba en España, María Mecchia en Italia, Ricardo del Riego en Córdoba, Hugo Lerda en Marcos Juárez, tengo un montón, pero para nombrarte algunos”.

“El secundario lo empecé en el Manuel Belgrano, hice hasta tercer año y deje por esas cosas de pibe, empecé a trabajar desde los 13 años, trabaja de noche, en La Playosa fui al instituto vocacional Sarmiento, me dejó muchas enseñanzas, aprendí muchas cosas de contabilidad que es lo que me gusta, no puedo demostrarlo en un titulo, no vale ese título, de grande lo completé con mi esposa en el Cenma, la camada del 2010 al 2013.

¿Te quedó algo pendiente por estudiar?

Luis – “Siempre quedan cosas sin lugar a dudas, cuando terminé el Cenma una de las profesoras me consultó de hacer juntos la carrera de abogacía a través de la universidad de Salta en Villa Maria, me quedó pendiente, estoy seguro que lo hubiese logrado, pero si me preguntas, me hubiese gustado ser contador”.

¿Empezaste a trabajar de joven, contanos  un poco de esas historias?

Luis – “El hecho de trabajar dignifica a las personas, yo empecé de joven, me motivó el hecho de que mi viejo era un laburante también, mi viejo trabajó en la municipalidad, mi mamá era ama de casa con la familia del Dr. Gobbatto, sabía que el mango no alcanzaba, entonces me di cuenta que tenía que esforzarme para lograr cosas. Conseguí trabajo en el bar ideal, lavaba copas con los hermanos Aguirregomezcorta, me dejaron mucha enseñanza, daba gusto estar con ellos, porque te retaban  y te hacían reír, chistes espectaculares, pero estrictos, estuve ahí 4 años y después el bar se vendió. Luego tuvimos unas vacaciones con los amigos Lagarto Magni y Daniel Biollato, nos fuimos a las sierras a disfrutar un poco, hice de todo, changas en Cotampo, lavando tachos, cargando quesos, trabajos de albañilería, peón, cortando ladrillos, entré en Casanto en la parte mantequería, allá por los años del 77 al 80, me acuerdo que el mundial lo veía del Gogo Elices, no teníamos televisión, atendía las cámaras y me llamaron para entrar en administración”.

“En esa época era duro, empezaron a despedir gente, tuve la suerte de que un amigo, Hugo Lerda, me llama un día y me dice no queres trabajar en el banco, de ordenanza, hace falta una persona, SUDECOR, había abierto en el 79, pedí las vacaciones y me fui a trabajar, tuve que tomar una decisión, renuncié a Casanto sin estar confirmado y me fui a trabajar al banco.

¿Qué recuerdos tenes de Sudecor? Se nota emocionado al recordarlo

Luis – “Tengo que agradecerle a Hugo Lerda y me emocionó, es recordar momentos muy gratos que a mí me dieron mucho, me ayudó un montón, me dio muchas herramientas para el futuro, los gerentes que vinieron, tipazos, siempre fueron positivos con todos, no solo conmigo, fui conociendo gente también, clientes que me sirvió para el futuro. Sudecor era la unión de distintas cooperativas, había muchas cajas de créditos cooperativas, el  Banco Central dictó una resolución par ello, la central era en Bell Ville, uno de los que más crecimiento le dio a la filial fue Juan Fiuri, se otorgaban un montón de préstamos, Pozo del Molle fue premiado por entregar la mayor cantidad de préstamos en un año, nos daban premio por presentismo,  yo gané una estadía para toda la familia en Carlos Paz, cuando el banco se va, 94 o 95, se fue por una cuestión de comercialización, lo absorbió el Banco Galicia, estuvo un par de años y se fue a Villa Maria”.

“En el banco estuve como ordenanza, en valores, fui aprendiendo, era lo que me gustaba hacer, en la caja estuve varios años, en tesorería, en el 88, los bancos empezaron a comercializar seguros, yo justo paralelamente empecé con el tema de los seguros, compramos la cartera de Federación Agraria que la tenia Lidia de Coterli, (fallecida), lo hacía con Alceo mi socio por la tarde, no era compatible que en la mañana vendiera seguro con el banco y a la tarde por mi cuenta otros, entonces renuncié, me dediqué exclusivamente a los seguros”.

¿Cómo se da este inicio como producto de seguros?

Luis - “Comienzo con Alceo Antonio Barbisan, somos clases 57, nos conocimos por que viví un par de años en La Playosa, me vinculé al Club Sportivo Playosa y el padre ya vendía seguros y me invitó a formar una sociedad para vender seguro, empezamos con Federación Agraria, la primer oficina fue en calle San Martin local de Valdito Bardero, después nos fuimos a la oficina del gaucho Beltramo, en el local de Raquel Russi, Arnoletto hasta que hoy estamos en pleno centro, en calle Raúl Dobric frente a la plaza”.

“En aquellos momentos cuando uno empezó todos los productores de aquella época teníamos una sola empresa, era por una cuestión de fidelidad y no había tantas aseguradoras, después se agregaron y empezó la competencia, el mundo globalizado, se empezaron a manejar otras alternativas, uno tuvo que tomar la decisión en algún momento, abrir el abanico para poder pelear y defender la actividad que habíamos iniciado. En la actualidad estamos con Seguro Metal que viene del año 2001, es la más antigua, tengo Rivadavia Seguro, Mafpre Aconcagua, Boston Seguro y para los que es ART tengo Asociart que es la más antigua que tengo”.

“Seguro Metal, Rivadavia, Boston Mapfre, todas ellas tienen seguro patrimoniales, seguro de automotor, incendio, robo, de comercio, accidentes personales, lo que es Asociart y Galeno ART, los seguros de accidentes de trabajo, para las distintas empresas o particulares, personales que está en relación de dependencia”.

¿Aun mantenés los clientes de aquellos comienzos?

Luis – “Si hay clientes cautivos desde que comenzó, hay gente que ha venido de Federación Agraria en adelante, hay varios aseguradores de aquella época. Sin lugar a dudas que las herramientas que desarrollaron las aseguradoras fueron ampliando las distintas coberturas y dieron más posibilidades, aparecieron empresas multinacionales, el caballito de batalla sigue siendo el seguro del auto, pero uno no se tiene que quedar en eso, porque es el seguro que más complejo es, tiene 10 o más tipos de coberturas para ofrecer, se puede jugar también con la relación precio y cobertura, si vos lo comparas con otra empresa a lo mejor a igual precio es distinta la cobertura, entonces es difícil explicarle al asociado la cobertura que estoy ofreciendo y el precio que te estoy cobrando”.

“Los seguros de campos han ido aumentando el interés de la gente, el producto agropecuario, eso está un poco trabajado, a través de las cooperativas, de la gente que vende agroquímicos, semilla, combustible, también le venden el seguro y en el paquete venden el seguro para cubrir la cosecha, en ese rubro trabajo muy poco, pero hoy por hoy, las aseguradoras prefieren que se vendan otros tipos de seguro que signifiquen menos riesgo, el automotor es un riesgo permanente, en cambio un seguro de la casa, de vida, es distinto, tienden a que uno se vaya especializando más en la venta de los seguros de vida”.

¿De qué trata el seguro de vida?

Luis – “En el seguro de vida se pueden hacer muchas combinaciones, podes asegurarte vos, tu familia, contra sepelio que le llaman, pagando una cuota mensual, cuando hay un fallecimiento te dan una indemnización para cubrir los gastos, del sepelio, también podes hacer un seguro a futuro, vos sos un profesional, con una tal rentabilidad, el día de mañana faltas vos, podes dejar a una indemnización a futuro, dejas no solucionada la vida , pero si bastante allanada, todos los meses vas generando una renta pagando una cuota de un seguro, en caso de fallecimiento, va a acumulando, es un plazo fijo, es como la mutual , no ves el servicio, cuando te toca a los familiares está el beneficio”.

¿El seguro de viviendas, cómo lo manejan?

Luis – “El seguro de viviendas es bastante amplio, vos podes asegurar el edificio, el contenido, es decir el mobiliario que uno tiene, los artefactos electrónicos, televisor, microondas, los pones con un valor, le agregas robo, fuego, te dan para que arregles tu casa, si pasa algo, podes asegurar la responsabilidad civil, si viene alguien a trabajar a tu casa, se cayó, se quebró, civilmente sos responsable vos de eso, por ejemplo explota una garrafa y afecta al vecino, también sos responsable, a través de una suma asegurada, te podes resguardar de eso, son cosas pocas conocidas, pero sirven y mucho”.

¿Ya son una empresa familiar, tus hijos quedan al mando cuando no estás?

Luis – “Desde que yo me quedé solo fue familiar, la idea fue esa, mi meta cuando era chico, pensaba tener una oficina, no sabía de qué, pero se dio, la tuve, mi hija mayor Mariela fue la primera que trabajó conmigo, luego se casó y se fue a Carrilobo, mi hija Natalia lo mismo, despumes siguió con lo suyo Lengua y Literatura, mi hija Romina no me acuerdo si fue, decidió estar en la farmacia, Laura si es productora de seguro, hizo el curso ya hace un par de años, después entró Tomás cuando me aleje un poquito, las pólizas de seguro siguen saliendo todas a mi nombre, yo soy el productor junto a Laura, cumplimos con todos los requisitos, pago de la matricula, capacitaciones”.

“Tomás hace de todo, cambio mucho el tiempo de la cobranza, yo salía en bicicleta a cobrar las cuotas, hoy se hace por tarjeta de debito, crédito, te pasó las pólizas, o me das el cbu, nosotros después recibimos la comisión acreditada en nuestra cuenta corriente.

¿El tema de los siniestros?

Luis – “No cambió mucho el tema de los siniestros, ahora no me llaman a mí, llaman a los chicos, una persona una vez tuvo un accidente a las 3 de la mañana y me llamó, no deberían hablar con nosotros, pero la cara somos nosotros, ocurrió el accidente, por ahí ni te acordas que sos parte de una empresa, lo llamas al Vitoto, es parte del proceso y de la confianza que la gente te brinda, hoy debemos vender el servicio, controlar que paguen, hacer el seguimiento y hoy las denuncias se hacen por página web, aportan todos los elementos, le pagan a ellos, todos por esa vía, pero la gente confía y consulta con nosotros, somos los referentes primeros, no me molesta que sea así, al contrario, es parte de un servicio que uno puede brindar, a la hora de vender todo suma”.

“Quisiera decirles a mis asegurados que sigan confiando que hay diferentes alternativas, hay una empresa Rivadavia que para este mes de agosto lanzó una promoción, que la primer cuota del seguro te la bonifica en un 50 por ciento al socio nuevo, que siempre hay distintas promociones, alternativas, no dejen de consultar, estamos predispuestos, van a ser siempre recibidas las inquietudes, las quejas también, de eso se aprende”.

Hoy trabajas en la mutual Almafuerte también, pero fuiste el responsable de que esto sucediera ¿contanos como se forma el convenio con Pozo del Molle?

Luis – “En el año 1997,  con un grupo de amigos entre ellos Roberto Mana, me dice vos que conoces, no sabes de un contacto, empezaba el movimiento mutualista en la zona, pensé que estaba buena la idea. Hablamos con Tico Bossio hacia poco se había recibido de contador, yo tenía de contacto a Adrian Fervari, era el gerente de Almafuerte, que lo conocía del fútbol, tenía que encontrar un club, Roberto estaba vinculado con el Dowdall, tuvimos una reunión y no se llegó a un acuerdo, el club no tuvo la gente para ver el proyecto a futuro, se enteró Argentino por Odilio Morini, tenia familiares en Las Varillas, el 1 de septiembre de ese año inauguramos, ingresa conmigo, David “Mojarra” Narduzzi y gerente fue Oscar Appendino. Estuvimos en la vieja biblioteca Sarmiento, se hace la nueva sede cuando se va Deloufeu, y hasta la actualidad estamos ahí”.

¿Hoy en el tiempo te alegra saber que por tu nexo y las habilidades de los dirigentes, Argentino no es el mismo y creció?

Luis – “Sin lugar a dudas que el club Dowdall perdió una gran posibilidad, era una época de mucho crecimiento en los clubes a través de las mutuales, era la primer filial en Pozo del Molle, el club Argentino, la comisión de ese momento era Morini, Manrique, después viene Jorge Roland y su esposa, Fátima, el comienzo fue importante porque el asociado de Argentino tomaba una línea de crédito a una tasa considerable, a través de los recursos que se obtenía, se firmó un convenio de asociativismo que se llama, Argentino recibía dividendos, tenía un porcentaje de ganancia, el mayor desarrollo se ve cuando llega el Dr. Roland, el tuvo otras ambiciones y otra proyección y la mutual acompaña con ayuda, que el club lo fue devolviendo, por decirte el piso de la cancha de básquet, la pileta se hizo un convenio a largo plazo relacionado al préstamos que le da la mutual con el alquiler donde está la mutual, está relacionado con la cuota que el club paga, adelanta plata para que pueda cumplir la obra de la pileta.  La mutual le dio un realce en todas sus actividades, cualquier necesidad que han tenido, le aportó de forma mensual, al básquet, vóley, está abierta para la necesidad que tengan”.

¿Cómo se encuentra la mutual y como te tocó la pandemia ahí dentro?

Luis – “Aparte de la ayudas económicas, préstamos, caja de ahorro, plazos fijos, tiene cajas de seguridad bien armada como lo pide el Banco Central, están en Las Varillas, cualquier persona de Pozo del Molle puede acceder, no es un costo elevado, el pago fácil dio mucho movimiento de gente, actualmente se está hablando y viendo con la municipalidad el convenio de cobranza, ya está cerrado, todos los impuestos municipales se podrán pagar en la mutual, con la cooperativa estamos hablando, no sé si podrá dar. Hay loteos para invertir en Las Varillas, hay una caída del movimiento en las mutuales, se viene notando hace un par de años, hay negocios que ya no son rentables, los gobiernos de turno fue poniendo trabas y pedimos ya los mismos requisitos que tienen los bancos, nunca había vivido una situación así como esta pandemia, cada 10 años había una crisis, pero nunca vi algo así”.

“Por la edad me tocó quedarme en mi casa, el impacto fue fuerte no lo viví yo con la gente, hablaba con los chicos que si estuvieron, la gente iba poco, ahora yo volví y veo una renovación. Tenemos que agradecer que estamos en Pozo del Molle o en la zona, dependemos del campo, eso no se ha frenado, impactó a los comercios, de ropa, bares, yo veo que hay una pequeña reactivación, estamos otorgando préstamos, buscando nuevos servicios, tenemos un departamento de promoción, sale una persona a visitar a socios para recuperarlos o vincular nuevas empresas, esta persona sale con Sanfi (Luis López), la gente los recibe bien, hay empresas que están invirtiendo”.

“Se manejan diferentes alternativas en el rubro préstamos no sabes que tasa cobrar o pagar, queremos tener más plazo, necesita eso la gente para salir del cuello de botella y cumplir con la obligación, una tasa variable, hoy tenemos hasta 18 cuotas, intentamos tener 24, 36 o 48 meses. Para aquellos que quieran comprar un sitio, o hacer una cosa en particular”.

Gracias Luis Alberto Espinosa, un gusto tenerlo en el SELLO.