Al trabajar con mucha gente a mi alrededor en mi función de periodista, me hace siempre encontrarme con un montón de situaciones, trato y traté de ponerme en el lugar del otro, pero nunca entendí hasta que me tocó vivir la situación que los demás vivían. En lo personal venía un poco golpeado, quise entender una y otra vez porque mi padre 4 días antes de que pasáramos por el altar con mi esposa, se nos fue sin tiempo a nada.

A la distancia entiendo que, si el no partía, quizás no lográbamos el objetivo, porque lo honramos aquella noche re contra partidos al medio, con el esfuerzo de más de un año de ahorrar y organizar muy humildemente un festejo que celebraba muchos años de un amor que no fue fácil. Así como si nada, pasamos a ser villanos y enfrentamos una situación que nos desbordó, rápido de reflejos pude manotear una foto tuya papá y te colgamos en la pantalla grande, como para que observes creo yo, desde ese lugar como lo haces habitualmente.

A pesar de la pandemia fuimos creciendo, la gente pudo descubrir toda la capacidad de Giuli en la academia de inglés y yo seguí, sigo siendo humilde, hago televisión y podría hacer muchas cosas relacionadas de comunicación, dentro de mis ámbitos de trabajo o en otras instituciones del pueblo, ya llegara el momento, a las calles las sigo caminando con las boletas de la luz y me pone triste por ahí, que en el recorrido, algunos amigos, amigas, se van y hasta gracias a todo lo que me enseñó “Otis”, voy charlando con casi todos los perros de las cuadras, me divierto, los acarició, menos al “balín” del barrio “Puente” que me quiere hacer percha siempre.

Estamos bien papá, ¿te acordas cuando pintamos el marco del portón del garaje?, bueno una mañana dormíamos con el ventilador que hace más ruido que un camión cargado de cereal, el ruido de los bomberos cada vez se acercaba más a casa, tocaron la puerta y era en casa, afortunadamente todos podemos contar la anécdota, pero no puedo olvidarme esa tarde hermosa que habíamos pasado, era una de las pocas cosas que habíamos podido hacer juntos en mi casa.

Sé que últimamente voy menos a tu morada, es que, si bien era algo que te gustaba hacer a vos, yo te tengo presente cada día, te nombro, te recuerdo, entonces voy en acontecimientos importantes a llevarte una flor, porque si es por habar con vos, sabes muy bien que te hablo cada día.

En junio del 2022, un jueves anterior al día del padre, estaba en la pieza escuchando por Instagram, a “Agustín Locutor”, con una canción pegadiza de los 90, “difacil rap, de Paco Bravo” y ahí me enteré que iba a ser papá, cada tanto escucho la canción y me rio, porque justo fue esa canción.

De ahí para adelante yo no tuve y no tendré méritos, para colmo de males, jugando al fútbol, me rompí todo, ligamento cruzado y menisco, me hice 10 mil películas en la cabeza, creía que no podía salir, que no iba a poder cargar a Filippo, entonces me enceguecí en la recuperación y me perdí un poco en el camino. Pero como te decía papá, Giuli tiene todos los méritos, siempre estuvo segura de lo que tenía que hacer, bueno un poco jugó la incertidumbre cuando la obstetra, Nazarena, se fue vacaciones cercano a la fecha del nacimiento.

DESPUÉS DEL CARNAVAL.

Filippo crecía y tengo presente la ecografía del 22 de noviembre, perdimos ese día con Arabia Saudita a la mañana, yo tenía la ilusión de que íbamos a ser campeones del mundo, en la eco salió “Fili” riéndose, rápidamente pensé, se ríe por que lo vamos a dar vuelta y lo vamos a ganar al mundial, así fue, como la suerte de ver a Belgrano campeón con “Fili” en camino.

Y así todo parecía indicar que al carnaval lo veía por fotos o videos, encima con La Barra y el loco Amato, la gente de la municipalidad me espero hasta último momento, David, Martin, Fer, incluso en la última noche con muchísimo frio, Filippo se escabulló en la panza y vio al loco un rato.

El 22 de febrero, ya Nazarena, nos citó para el 23 y nada sería igual. Fue en la clínica de la cañada, familia, ex camioneros, ahí en Villa María, también un día jueves, como cuando me enteré de su gestación, llegamos a las 7 de la mañana y todo se alargó hasta las 16.23.

Cuando nos vinieron a buscar, nunca pensé que me iba a animar a ingresar al quirófano, posiblemente me hayas sostenido algún hombro papá, para que pueda presenciar semejante belleza natural y evidenciar mi cambio real de hijo a padre. En el pasillo me colocaron toda una vestimenta para entrar al quirófano, había un flaco que estaba esperando para ver el nacimiento también de su hijo/a, charlé un rato, lo veía re joven, hablaba como si fuera a jugar un picado con los amigos, así que eso ya me relajo un poco.

En el quirófano 3, me sentaron detrás de la camilla por donde iba a darse el nacimiento, estábamos rodeados de gente querida, de gente que incluso vio crecer nuestro amor, Yami de nuestro pueblo y Pipía la novia de mi amigo Gabi, del pueblo de Giuli, todo se hizo más ameno. En un momento pude escuchar la música de fondo, posiblemente me haya servido ver la serie de New Ámsterdam, por que empecé a ver cosas que no veo a menudo, sangre, movimientos, hasta que me dijeron que me acerque que ya salía.

Fue una cuestión de segundos, mi ángel, tenía la cabeza grande y el torso también, Naza rápido atinó a decir que eran 4 kilos, a mí se vino la imagen tuya papi, cuando Filippo fue levantado quebró en llanto, lo apoyaron junto a la mamá y se hizo un silencio de paz que nunca más me lo voy a olvidar. Allí salí a esperarlo en el pasillo y tuvimos que esperar a la mamá, como una hora, por momentos lo miraba y pensaba que parecido es a Germán (mi hermano), tenía el pelo largo y no dejó de ruñar un segundo, pero la zafamos.

A todo esto, recuerdo que fue a las 16.23, porque a la primera persona que le dije fue a Adriana, la abuela Adriana, fue una forma de reivindicar la gran valentía y el gran manejo de su hija durante todo el embarazo, nadie lo mereció más.

UNO DE LOS PEORES NIÑEROS DE LA HISTORIA SE HACE CARGO

Sin saberlo, pero sintiéndolo, un día a la mañana pensé algo y a la tarde ya lo había decidido, dejé de trabajar en el IPEM, un colegio secundario en el que me sentía muy cómodo, me gustaba el aula, pero sentía que a la tarde el encargado de Filippo era yo. Un día fuimos a un curso de preparto que organizó Jesi, tenía un miedo de que me hicieran cambiar un pañal al frente de todos, pero iba escuchando datos que me sirvieron de mucho.

La verdad es que, sufría mucho levantarme a las 6 y media de la mañana, me ponía de mal humor y afectaba mi desarrollo social, Filippo me vino a demostrar que, si me levantó a esa hora, después tengo toda la tarde para él, ahí empecé a notar mejores cambios. Cuando llegaba a la casa, mi amigo Otis me hacía sentir un campeón, me saltaba y corría para jugar conmigo, hoy Filippo me sonríe desde que ingreso hasta que me siento a comer.

Yo mucho no entiendo de las tareas laborales de las niñeras, me faltan un montón de cosas, pero hasta el momento no nos hemos lastimado y algunos cuartelazos hemos bailado. Por ahora te estás durmiendo en el quilombo y eso me gusta, con Tyago Griffo o el Dani Guardia de fondo.

Es que por más que pienso miles de cosas, termino entendiendo a la larga el porqué de las cosas, ahora entiendo por qué sos grandote, será para que pueda manejarte sin miedo, es que mis días preferidos eran los viernes cuando venía tu mamá, después los sábados cuando jugábamos a fútbol y ahora también los lunes cuando tu abuela Adriana viene y yo puedo ir tranquilo al gimnasio, casi que cambia todo.

La verdad es que te estamos disfrutando mucho bebé, voy a hacer lo mejor que pueda para que estés feliz, sabiendo de mis limitaciones y errores, me hubiese encantando que tu abuelo pudiera estar un rato con vos, tenes a los otros tres que pueden hacerlo, tus tíos, padrinos, montón de familiares y amigos que siempre están y van a estar, tenemos varios viajes en autos y visitas a negocios, amigos, por seguir haciendo, recién comienza esto.

Ya difícilmente me olvidé, de aquella tarde de las 16.23 en el quirófano 3, cuando vi pasar la imagen de Silvio José que se marchaba y la mía que empezaba a vivir al lado de la tuya hijo.

¡Feliz día Silvio, te amo y extraño! y gracias “Fili”, “PIPO”, “pilipho”, “fitipo” por enseñarme cada día hacia donde tengo que ir, hacia donde va nuestro SELLO, nuestra querida sangre universal, 0 positivo, la de Silvio, mía y tuya.