En los clubes, casi como en la vida misma, se van vivenciando distintas etapas, momentos, las bochas o el deporte blanco como lo conocíamos en Argentino Sport Club, fueron y siguen viviendo tiempos de cambios. A las bochas muchas veces se llega por la transmisión del sentimiento de generación en generación, es decir, hay familias bochofilas, o bien, llegas con tus amigos de siempre, encontras un lugar en donde te sentís cómodo y le escapas a la vida diaria, a los problemas de siempre.

Cuando fui pibe alguna vez, crecí viendo como los clubes de bochas de Pozo del Molle tenían sentido de pertenencia, es que mi papá Silvio, jugó muchos años para el Dowdall, sin embargo, el tío “Teti” jugaba para el Argentino Sport Club, durante muchos años escuché charlas de partidos que jugaban, es que los sábados a la siesta era una tradición el ir a jugar a las bochas en los clubes, entonces el sábado a la noche o el domingo los hermanos se juntaban a charlar y contaban anécdotas, empecé a familiarizarse con algunos términos propios de este deporte, “quedé zapatero, acusé de casualidad, me vendí y llevé el bochín”, por decirles algunas frases que escuchaba de ellos.

Lo que más me llamaba la atención, es que los hermanos, se invitaban a jugar juntos, sin embargo, ninguno de los dos pudo por mucho tiempo, cruzarse o cambiarse de club, lo llevaban muy adentro. Y adonde quiero ir con relato, es que Argentino tuvo y tiene una historia de fidelidad con las bochas, hay apellidos que marcaron definitivamente al club y muchos que después se fueron apegando a la institución.

La llegada de Fabián Rodríguez (galpón) a la sede, le dio un plus a este sector, el bochofilas terminaba su partido y ya se quedaba a tomar el aperitivo refrescante, iban a apareciendo nuevos pibes, de hecho, los hijos de Fabián, se empezaron a sumar, y así podría enumerar más ejemplos. Con el paso del tiempo, pegado a las canchas de bochas, se construyó un espacio acogedor, con asadores y todas las condiciones para tener varios comensales en una cita nocturna especial, o en los propios días de torneos.

Sin embargo, como en todo lugar, la materia prima de cualquier deporte es el deportista, entiendo que no es casualidad que, si uno camina por las calles de Pozo del Molle, llegando al centro cívico nos encontramos con tanta cantidad de gente jugando en el campo, como le dicen a los partidos de bochas al aire libre, más temprano que tarde esto genera el interés de algunos de probarse en el deporte federado y de meterse en la competencia bajo el ala de un club.

Argentino en las bochas vive este lindo presente, pido perdón por olvidarme de algún nombre, pero lo hago sin intención, no quiero nombrar y dejar a nadie afuera, solo me guio de recuerdos que tengo presentes al momento de escribir esta nota. Hace unos días atrás estuve en una de las series que se realizaron y veía caras conocidas de ese club, uno de los jugadores más destacados, Aníbal “esqueleto” Reyna, después empiezan a aparecer varios nuevos y otros no tanto, de hecho en la nota que realicé para tener información de lo que está pasando en el club, me encuentro con Maximiliano Albornoz, quien es el presidente de la subcomisión, que llegó con sus amigos, “polaco” Aspeitia, Renzo López, pero atrás lo veía ayudar a Pablo Baronio, “el tunga” hace rato que está en el club, lo mismo que “Polo” Maffeis, hay una conjunción de nuevos y gente que se quedó para sumar.

La idea de esta nueva subcomisión es juntar fondos para remodelar las canchas, quieren realizar el piso sintético, además saben que otros arreglos deberán hacerse alrededor de las canchas, el costo es importante, pero mientras tanto salieron al ruedo con el apoyo de la gente. En la primera semana de marzo, tuvieron una rifa exitosa que les dejó más de 700 números vendidos a $500, dividendos que es solo para comenzar a diagramar un proyecto costoso.

La idea de hacer series los días martes y jueves, cayó muy bien en los bochofilos, los muchachos del Dowdall se portaron bien, en el sentido de que cedieron sus canchas para hacer más rápido el desenlace. En lo que respecta al torneo, fueron 4 series y depositarían a 8 parejas finalistas en una súper final que culminó el jueves 9 de marzo.

A la súper final llegaron, Saúl Chávez y Rene Arroyo, Sergio Rodríguez – Moreyra, Horacio Borgiattino y Cachito Rojas, Franco Platini y zurdo Leguizamón, Darío Caro y Pablo Baronio, Alexis Rodríguez y Roque Díaz, Sergio Fantini y Guillermo Roteda, Daniel Gretel y Omar Gómez, el certamen terminó repartiendo 110 mil pesos en premios, quienes se consagraron campeones fueron la pareja de Pablo Baronio y Darío Caro.

Desde aquí las felicitaciones a esta subcomisión que quiere recuperar el terreno perdido, las bochas fueron y serán un deporte muy respetado de caballeros en la localidad, no solo es mejorar las instalaciones, es situarse firme en el presente, mirando el futuro, pero, sobre todo, honrando a los que dejaron huellas en estos lugares. Hay gente trabajando por un bien común, por un club, lo están haciendo seriamente y desde ya, pido que los acompañen por que las obras van a aparecer y quedarán para toda la comunidad.