YO ESTUVE Y VIVI LO QUE FUE ESE MONSTRUO DESDE ADENTRO.

El 9 de enero del 2007, se sumaba la expectativa del regreso de Gran Hermano a la tv argentina, seria nuevamente por Telefe pero con un cambio radical, ya no estaban los nombres de pesos como el de Soledad Sylveira (conductora), Juan Alberto Badía (el moderador del debate), aparecía el siempre polémico Jorge Rial y Mariano Peluffo lograba mucho más protagonismo, Ese día sentado en la tele, llega el primer auto, un Seat Córdoba oscuro, casi seguro que era uno de esos modelos, con la sorpresa de que se bajaba un tal Juan Expósito, de Córdoba capital, claro Juan por ese entonces estudiaba medicina y contó donde residía ahí en ese entonces.

Para mí fue una sorpresa enorme, siempre fui un pibe que de chico por mi apodo y por el fútbol o el paso por los clubes populares, me hizo conocer gente, Juan, tuvo contacto conmigo desde pibe, en una época era habitual que compartiéramos pileta en Fundación, los más grandes me invitaban a jugar al viejo, si bien mi estilo nunca fue ortodoxo era rápido, ya que me invitaban siempre, ahí fui conociendo a este muchacho que nació un 2 de junio, día del bombero, un voluntariado que el práctico en su momento y que le iba a ir marcando que iba a seguir en algo asociado y en contacto con la gente. En ese momento que Juan estaba entrando se me vino recuerdo de “Boicot”, su boliche, el color de sus remeras, de haberlo visto muchas veces sentado en la vereda de la casa de su abuela sobre la calle Sánchez Manzanera, apoyado en la pared y con un libro en la mano, con la sonrisa en el rostro, cada vez que lo saludabas, inmediatamente pensé este buen pibe va a llegar lejos.

A la semana siguiente, estando en Carlos Paz de vacaciones con amigos, veo la nominación y se vota a su mismo, ¿Qué hace pensé?, entre tantos participantes solo tuvo esos 2 votos, al tiempo entraba al confesonario con cartas, luego se autonominaba dejando pasar los 3 minutos, tiempos después explicaría que lo hacía porque a veces pensaba en irse y que además los quería a todos, entonces le daba lo mismo y dejaba que definiría la gente.

El 10 de enero a la mañana, golpié las manos de la casa de su mamá, en ese entonces yo trabajaba para FM Sueños de Las Varillas, le pregunté si le podía hacer una nota, ella me dijo "no me gusta dar nota, tengo aprecio por tu familia, si llega la final Juan te la voy a dar a la nota y así fue".

GRAN HERMANO DESDE ADENTRO Y JUAN EN LA MEMORIA DE TODOS.

Uno días antes de la gran final, que fue el 7 de mayo de 2007, el Dr. Jorge Rodríguez, “el negro”, nos junta a Mauricio Zamudio y a mí, vamos a Buenos Aires, yo los llevó, soy el padrino de Juan, como medio de comunicación no pueden perderse esto. Así empezamos un viaje inolvidable, largo, pero hermoso, fuimos a parar directo al hotel en donde estaban los demás participante de la edición. El programa era un éxito rotundo, Diego Leonardi el candidato se había ido por una espontánea de Marianela Mirra, los ánimos estaban caldeados, ni bien llegados estaba toda la familia de Juan, sus hermanas, la querida Maria Rosa Salvático, unas amigas de Juan y nosotros, nos cruzamos con Silvina “la profe”, Gabriel, Pablo Esposito, con Agustín Belforte, gran amigo del mollense en el reality y con las familias de los finalistas, la mamá de Marianela, y nos queda la anécdota de cruzarnos en el ascensor con la familia de Mariela Montero, “la negra”, ¿hola que son de Mariela? Y recibí una contra pregunta ¿y vos que sos de Juan?.

Antes de comenzar el programa, vino una trafic de la producción, todo ahí en Martínez, donde está el estudio de Telefe, en donde se montan las mega producciones y nos llevaron a todos al estudio, nos recibió un productor y nos dijo, solo pueden ingresar 15 personas por finalistas, Zamudio y yo, quedamos afuera, fueron minutos cortos de angustia, hasta que en ese momento veo al conductor de la trafic, le digo, mira la cola que hay, fácil eran cuadras y cuadras, somos del pueblo de Juan vos nos trajiste, métenos adelante así entramos al estudio, el chofer le pegó el grito al seguridad y pasamos, estábamos en la 5 fila de silla, atrás de todos los participantes y periodistas invitados que ocupaban 3 anteriores, es decir espectadores de lujo, un guiño de que esa noche teníamos que estar y ver esa locura. Adentro era una cancha de fútbol, mucho grito, Rial y Marcos Gorban (productor del ciclo) mandan a la última pausa y se abrazan casi por largos minutos, no era para menos, el ciclo tenía picos de 50.3 de raiting, recién la final del mundial 2014 entre Argentina y Alemania superaría el fenómeno de Gran Hermano.

Me pasaron cosas insólitas, cuando bajamos de la trafic, la gente nos sacó fotos, pasamos por un pasillo, la gente nos acariciaba diciendo estos son de Juan. Hasta que Juan salió, no lo dejaban caminar, en ese momento, tomé impulso y me paré arriba de una silla, Juan ya me había pasado de largo, “Juan aguante Pozo del Molle”, le grité, se dio vuelta, yo me agaché y me puso la mano en la cabeza, fue un abrazo de unos segundos, tiempo después me dijo que me veía cara conocida pero que escuchó el nombre del pueblo y eso lo hizo volver, recuerdo haberme sentado en la silla y llorar de alegría. De mi casa, mis viejos, me escribían te vimos que Juan te saludó, no lo podía creer, por que cuando terminó el programa, se armó una choripaneada grande, me bajé del escenario, me puse en el atril de Rial, charlaba con Peluffo como si fuera uno más de ahí adentro, encontré el guión de la gala que se le regalé a Juan para que lo tenga de recuerdo.

La vida quiso que estuviera en un reality show, mis contactos, mi golpe de suerte, lo vivi, Juan  por su parte mereció ganarlo, no se llevó el premio, no manejó el Polo, el auto que se ganó, pero si pudo quedar con el mejor recuerdo de todo el país, un tipazo que se mostró como era, ni más, ni menos, el resto es historia ¿me entendéee?