¿Cómo fueron tus inicios en la actividad deportiva?

Pablo – “Si yo hice patín cuando tenía 9 o 10 años, luego mis momentos de deportes era en educación física cuando estudiaba, a los 26 años empecé recién a ir al gimnasio, un día me fui de vacaciones con mis amigos a Mendoza a esquiar y me di cuenta de que no daba para más, creo que estuve 10 kilos arriba de lo que estoy ahora, comencé spinning con Ariel Servetti y luego viviendo en Villa María ya hacia gimnasio y las rutinas habituales, más aparatos.

¿Qué recuerdos te dejó practicar patín en Pozo del Molle?

Pablo – “Si, éramos muchos los que habíamos empezado en esa escuelita, la profe era (Cuqui Carassai), fuimos a festivales, pero después cuando vino toda esa crisis del 2000, solo se fueron distando clases, mi compañera era Anita Bergmans, al tiempo intentaron retomar y yo ya no fui más. Nunca le agarré la mano a los rollers, yo patiné en la época de las ocho ruedas, los vendí a los patines a una chica que competía, teníamos pruebas lindas de riesgo, llegamos a saltar aros de fuego en Sportivo, ese festival lo repetimos en La Playosa, Villa María, en villa lo habíamos hecho a beneficio de una chica, éramos 4 varones, recuerdo a Emi Ricca, Alexis Genero, convivimos con este mito que en realidad a mí nunca me importó, en nuestra época nos miraban raro a los varones por hacer esa actividad, si hubiese sido por las cargadas hubiera ido dos veces y fui mucho porque realmente me gustaba”.

¿Dónde vas al gimnasio y como te estás entrenando en la actualidad?

Pablo – “Cuando volví al pueblo, me sumé al gimnasio de Andrea Arguello, podría decirte que ella fue la que me inició en esto, siempre gustó la montaña y hacer esos recorridos en donde solo se puede llegar a pie. Si ahora voy siempre, antes iba dos veces por semana, hacia funcional, después cuando me propuse hacer el Lanin (3796 metros de altura), fui agregando más días de entrenamiento, en el 2021 fue eso, que me propuse como un método de entrenamiento, en vez de entrenar dos horas, hago 6 horas semanales, tengo dos días en los que hago doble turno, las clases son similares, serian como un localizado intenso, un aeróbico o viceversa”.

¿Cómo organizas tus tiempos, sabiendo que sos un vendedor/ viajante?

Pablo – “Los martes termino en San Antonio y me vengo por el ripio y voy a entrenar, como y me baño y salgo para Las Varillas, cuando vuelvo de allá voy al gimnasio de nuevo, el miércoles estoy en Las Varillas y me vengo al gimnasio y vuelvo a la noche esos días son de doble turno, el jueves voy a la noche y el viernes después del mediodía”.

EL PRIMER VIAJE Y UNA PASIÓN QUE NACERÍA

¿Dónde fue el primer viaje de trekking con Andrea y los demás compañeros?

Pablo – “Ellos hace muchos años que caminan, con Sote, Claudio, todo el mundo cree que es un grupo cerrado, pero no es así, un día le dije a Andrea, quiero ir con ustedes, mi primer cerro fue “Las Gemelas” en Capilla de Monte, que está al frente del Uritorco, tiene un balcón que da al frente, tremendo, de ahí no pare más”.

“De ahí en adelante empecé a conocer los prestadores turísticos y es normal que no coincidiera con Andrea a veces, me fui apasionando además, ellos intentaron el (Lanin) en el 2019, en esa época no me llamo de ir, pero después si dije de hacerlo, el (Lanin) se usa como filtro, no es una montaña que es alta, pero si tiene muchísima dificultad, desnivel y clima de montañas altas, yo lo intente dos veces, la primera vez que fui me bajó el viento, fue algo tremendo, es como que ahí descubrís si te gusta o no, volví en el 2021 y subí bien”.

“Me empezó a gustar, hicimos Pedro Sani con Paolo (Bollatti), está en Mendoza en la quebrada de Matienzo, tiene 4280 metros de altura, lo hicimos en 4 días, estuvo muy bueno y cuando estuve en los Himalaya llegamos a los 5100, ahora quiero hacer uno de 6.000”.

¿Qué tuviste que cambiar para empezar a subir en altura en las montañas?

Pablo – “Le agregué mucha intensidad al entrenamiento, ahora en noviembre tengo el (Champaqui) extremo que son tres días muy duros, ahora también salgo a correr, si no me voy a la montaña salgo a correr, 8 kilómetros, siempre nos aconsejan correr de 40 a 45 minutos, si veo que me siento bien, agrego intensidad”.

¿Cuáles son los cerros que escalaste o hiciste circuitos en la provincia de Córdoba?

Pablo – “En Córdoba fui al cerro (Las Gemelas), (Uritorco), de (la Cruz y Mogotes) en Los Gigantes, (Champaqui), (Negro), (Corona) pegado a la Cumbrecita, (Ventana) en los Hornillos, senderos un montón”.

¿Alguno en especial destacas?

Pablo - Todo tiene lo suyo, pero si me decís de volver a uno siempre volvería al (Champaqui), tiene su recorrido, los puestos, los ríos, la cumbre que es espectacular, ya lo hice 5 veces y lo haría 20 veces más, lo hice en el día, en dos días, tres, lo hice desde Los Gigantes en un desafío de 106 kilómetros, estuvo una locura, desde (Mogotes) hasta (Champaqui)”.

¿Fuera de la provincia, pero en nuestro país, que cerro visitaste?

Pablo – “En Mendoza por ahora hice Pedro Zanni y Lanin que está en Neuquén, el más largo de expedición en el país fue el de Pedro Zanni, estuvimos 5 días en total”.

¿Cómo se manejan en la montaña? ¿Qué cosas fuiste aprendiendo en este último tiempo?

Pablo – “En la montaña lo que hay que tener en cuenta es el sistema de cebolla, lo que más funciona, vas con manga corta o térmica, sintético, el algodón está prohibido en el trekking, un polar y una buena rompe viento, con eso vas a cualquier lado. Después depende del cerro donde vayas y la época del año, el tema del calzado, en vez de llevar un polar 100, llevas uno de 200, en vez de un impermeable, te llevas uno nivel pro, una pluma picante, guantes, la época del año tiene que ver muchísimo”.

¿Se cambian la ropa en la montaña?

Pablo – “No te llevas ropa para recambio, en la montaña no es obligación el baño, es una toalla higiénica, es muy simple la cuestión, lo necesario en algún rio, uno se higieniza las partes íntimas, podes cambiar ropa interior, cada cosa que uno agarra es un peso que se agrega y cuando caminas 15 o 20 horas por días, se complica”.

¿Cómo se alimentan estando allí?

Pablo – “Todo lo que sea fruta, barras de cereales, las comidas posteriores a las cumbres son una cosa, generalmente pastas, guiso de lentejas para recuperar, si te dan de comer vos tenes que comer en las expediciones”.

¿Cómo es el calzado?

Pablo – “Tenes botas normales que se usan en Córdoba, yo uso botas porque con las zapatillas me esguince muchas veces los tobillos, hay botas de aproximación, acá ningún cerro supera los 5.000 metros, el que vamos a hacer ahora (salto de agua), tiene 4200, uno puede ir con una bota semi rígida, es una bota más gruesa que se usa acá, este último cerro que te nombré está en el cordón de plata en Mendoza. Cuando tu objetivo son 6000 metros, va una bota doble o triple, depende la época del año, yo ya tengo el equipo armado gracias a Dios”.

¿Quiénes te van asesorando?

Pablo – “Yo me fui asesorando en las expediciones, hay de todo, hay gente que se manda de una y tiene suerte, otras te complican el viaje, es así, tengo gente por suerte en quien confió, Yemil Sarmiento que es de Córdoba, lo conocí en Pedro Zanni, cuesta mucho armarse un equipo de alta montaña, ni hablar comprar una buena bolsa de dormir, hay cosas que no tenes que escatimar, el calzado y la bolsa de dormir, uno se enfría los pies y está al horno, la que tengo es de pluma de ganso, es una garantía, si no pasa nada, tenes para mucho tiempo.

¿Llevan medicamentos por las dudas tengan algún inconveniente?

Pablo “Allá arriba te llevas lo esencial, los guías están preparados, nunca sabes cómo podés reaccionar en la altura, uno sube y cada paso que da es un menor porcentaje de oxígeno en sangre, por eso uno mismo se aclimata, el cuerpo tiene un poder de adaptación tremendo, pero hay que darle tiempo, hoy es mi meta llegar al (Aconcagua), pero quiero ir y que nada me tome por sorpresa, en el mal de altura tenes que pegarte la vuelta. Tengo una anécdota con Jorgelina una amiga, que llegando, estaba a 100 metros del cerro del plata, ella esta súper entrenada, Yemil me decía que las opciones eran que baje sola o que haga los 100 metros y la bajara el, ella optó por pegarse la vuelta y va a ser ahora el tercer intento”.

LA TRAVESÍA POR EL HIMALAYA

¿Cómo te enteras de esta excursión y del viaje a este lugar tan especial?

Pablo – “Bueno yo de (Himalaya), escuché que la gente de (Alto Rumbo), agencia con los cuales yo contraté el viaje, querían volver a hacer viajes, ellos habían hecho un circuito en el 2018, a mí me interesaba, pero tenía que ver los días por mi trabajo, cuando veo que eran 21 días me anoté. El lugar era Katmandú y nosotros hicimos un circuito del cerro (Manaslu), que es la sexta montaña más grande del mundo, son 8163 metros, éramos 11 personas, había gente de Corrientes, Nicolás de Santiago del Estero, de Costa Rica, dos franceses, de todos lados, el país es Nepal.  Las 14 montañas más altas del mundo se dividen en tres países, Nepal, Pakistán y Tíbet”.

“Era un circuito de 113 kilómetros, una gran herradura, 6 de los 11 se quedaron a hacer cumbre en ese cerro, nosotros estuvimos 2 noches en el campamento base y nos dividimos de ellos. Algunos intentaron escalar, fueron evacuados, hubo de todo, hubo un clima de nieve, avalanchas sobre el campamento base, muy complicado, yo siempre digo que huevos hay que tener para continuar desde acá”.

¿Hay o hubo algo de comunicación o estuvieron aislados todo el viaje?

Pablo – “Hay en algunas partes internet, estuvimos desconectados una semana, pero para mí fue espectacular, pero mi mama acá no sabía nada y se tiraba los pelos, arrancamos en Katmandú e hicimos dos días de jeep, 200 kilómetros, por caminos que no te puedo explicar, pero valía la pena. El segundo día caminamos, hicimos 113 kilómetros, terminamos en (Macha Cola), en una aldea, de ahí nos fuimos a Pocara la segunda ciudad de Nepal”.

¿Cómo fueron las combinaciones de los aviones para llegar?

Pablo – “En avión a la ida hicimos Ezeiza a San Pablo, San Pablo a Etiopia, Etiopia a Doha, Doha a Katmandú, 26 horas de vuelo, salimos un sábado a las 11 de la noche y llegamos allá el lunes, hay 8 horas de diferencia con respecto a nuestro huso horario”.

¿Qué te impactó de los paisajes y el lugar?

Pablo – “Es muy difícil contar en una foto o un video las dimensiones de todo, los circuitos están en las quebradas, donde hay alud, esos puentes que ves en la tele no sabes la cantidad que pasamos, los guías tienen otra onda, allá van a caminar y quieren que uno la pase bien, es diferente acá, acá te hablan de la flor, de los ríos, es turístico, allá nadie te dice nada, es admirable la pasión que le ponen con risa y baile, eso sí”.

“Uno se imagina cuán grande es el Himalaya, pero nunca podés explicarlo, por ahí vas por quebradas y al lado tenes cerros de 6 mil o 7 mil metros, paredones, cascadas que no sabes de donde vienen, los ríos son ensordeceros. Ellos no hablan de estaciones, le dice (pre monzón) a enero, febrero, marzo, abril, (monzón) a mayo, junio, julio, agosto, (post monzón) que es cuando fuimos nosotros, en esa época si llueve abajo, cae nieve arriba, ventanas de buen tiempo que le llaman”.

¿Cómo fue todo el recorrido? ¿Además del circuito que pudiste ver o que quieras destacar del país?

Pablo – “El circuito en sí, fueron 13 días, 113 kilómetros y en Manaslu con 5106 metros de altura, me llamó mucho la atención el tema del crematorio, la gente no se entierra, es su forma de velar a los fallecidos, son 10 o 12 cremaciones por días, son 5 millones de habitantes, para ellos el color de luto es el blanco y el negro es de fiesta”.

“Un día fuimos a ver una nena que es la diosa viviente, son elegidas por su día de nacimiento, signo de zodiaco, la eligen entre los 4 a 5 años, cumplen esa función hasta los 15, no pueden pisar el piso, no todas se pueden ver, después me gustó cuando fuimos a Patán es la parte vieja de Katmandú, lo medieval, ellos tienen problemas para comunicarse y lo hacen para entenderse con colores y formas, muy interesante esa parte”.

MENSAJES FINALES

¿Si tuvieras que aconsejar a valientes que quieran empezar este tipo de aventuras?

Pablo – “Todos los cerros tienen sus dificultades, depende de cómo uno lo encara, no hay que minimizar los trekking, la gente tiene que hacerlo si les interesa, nadie nace sabiendo, uno arranca de a poco y va creciendo, hay gente que la pasó mal, el estar tirado con lluvia, viento, por ahí caminas con sol, a las tres horas tenes lluvia y granizo, uno tiene que ir preparado para todo, los climas son muy cambiantes”.

¿Algunas personas que destacas por la compañía? ¿empresas con las que viajaste?

Pablo – Son muchas, pero como dije antes, primero Andrea Arguello, después Juan Busaniche es de Los Reartes, Yemil Sarmiento, que me asesoró en la compra de equipos junto con Juan Manuel Busaniche,

Y algunos de las empresas que viajé (Aventura Carpe Diem), de Marcelo Ramonda, (Alto Rumbo), empresas muy serias y te brindan confianza, (Trekk Explorer)”.

Fotos: Repasen la galeria imperdible de imágenes de Pablo.