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2021-05-08 04:55:00 Obregon Natalia (Inmobiliaria - gestoría)
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NICO DELPINO, LUCHA POR SU SUEÑO EN EL FÚTBOL EUROPEO

hace 1 año y 7 meses que no veo a mi familia, pero lo que hago es por ellos.09/07/2020

“EL ARQUERO DE LOS ZORROS, QUE LUCHA POR SU SUEÑO DEL FÚTBOL EN EUROPA”

Nicolás Jesús Delpino, nació en Carrilobo el 11 de junio de 1996,  pero dice tener su corazón en Los Zorros porque vivió toda su vida ahí, la verdad es que el sello tiene estas cosas, yo estoy con la tranquilidad de un feriado del 9 de julio, pero me doy el lujo que del otro lado del mundo, el ex arquerito de Fundación, hoy persiguiendo un sueño en Europa, se está yendo a descansar, porque la diferencia horaria lo amerita, sin embargo, con total predisposición se detuvo a responder un cuestionario, estas pequeñas atenciones uno las valora mucho, nos hace sentir muy bien con el camino que vamos recorriendo en esta página web.

La familia de Nicolás es muy querida aquí en Pozo del Molle, son 6 integrantes, sus papás Eddie y Marisel que era muy habitual verlos mezclados sábados y domingos en Fundación, ya que siempre acompañaron a sus hijos, Eddie siempre con alguna que otra anécdota que nos hiciera reír un rato, Nico es el más pequeño de 4 varones, sus tres hermanos también jugaron en aquí, Lucas (arquero), Diego (volante) y Matias (el chino, defensor).

¿Donde realizaste el colegio primario y que recuerdos tenes del lugar?

Contesta Nico – “Lo realice en la Escuela Primaria, Amelia Rodríguez Cabral, una escuelita muy pequeña de campo ubicada a 7 km de Los Zorros, un lugar con mucha paz, recuerdo que teníamos clases en un salón los 6 grados juntos, porque éramos pocos alumnos, en mi año éramos solo 2, y de todos los grados se ocupaba la Señorita Cristina Comba, podría decir que fue una infancia hermosa en medio del campo, con muchos recuerdos lindos, como el día de la tradición que nos vestíamos de gaucho y hacíamos los choripanes debajo de un monte que rodeaba la escuela, si pudiera elegir empezar de nuevo lo haría sin dudas en esa escuela”.

¿El colegio secundario, donde fuiste y que recuerdos quedan?

Nicolás – “El colegio secundario lo realice en el IPEM Nº 241 Federico Campodónico de Los Zorros, un secundario Agropecuario ubicado en la entrada del pueblo. Un colegio muy famoso por tener un internado donde muchos alumnos/as venían desde otros pueblos. Hice los primeros 5 años ahí y después entre idas y vueltas con el fútbol tuve que transferirme a Villa Maria y realice el último año en la Escuela del Trabajo. Pero sin dudas los recuerdos más lindos los tengo en Los Zorros, porque estaba con todos mis amigos, y teníamos muchas materias asociadas con el campo, me gustaba mucho ir ahí, sobre todo los recreos que jugábamos partidos de futbol y era una batalla, tuve el honor de ser abanderado de la escuela y de recibir algunas medallas de méritos, como las de mejor promedio”.

Más allá del futbol, ¿te quedó algo pendiente para capacitarse, estudiar o ejercer el día que puedas hacerlo? 

Nicolás “Hoy en día puedo decir que después de tanto tiempo pude acomodarme un poco y estoy haciendo lo que amo, acompañado de los estudios, en los ratos libres estudio Inglés y estoy capacitándome con cursos de edición de videos. Pero mi materia pendiente es recibirme en la universidad, prometí a mis padres que iba a estudiar y quiero hacerlo, si Dios lo permite falta muy poco para que pueda inscribirme a estudiar Nutrición”.

¿En qué equipo jugaste al fútbol de chico en la zona, aparte de Fundación?

Nicolás “Empecé desde muy pequeño tenía 5 años si mal no recuerdo y jugaba en el Baby fútbol de Arroyo Algodón, me ponían con los más grandes porque no había nenes de mi edad en ese entonces, estuve 2 años jugando ahí y después fui a jugar al Roque Sáenz Peña de Villa Maria, tenía como DT al gran Pelusa Machado y un año antes de terminar el baby fui a jugar a Fundación.

¿Qué recuerdos te dejó Fundación Pozo del Molle, compañeros, DT?

Nicolás “La verdad que Fundación me dejó muchísimos hermosos recuerdos y muchísimos amigos, todo empezó de la mano de Néstor Vicario que necesitaba un arquero para mi categoría y me llevó desde chico, me pasaba a buscar 3 días por semana en Arroyo Algodón y me llevaba a entrenar junto con otros compañeros. Lo que más recuerdo de Fundación es que el primer día que llegué entrenamos en un rincón muy pequeño un poco alejado de la cancha, jugábamos un reducido, era el único arquero y en ese momento me hice muy amigo de Matias Turaglio que hacíamos competencia para ver quién era mas rápido, estábamos a las ordenes de Sapito Bringas y el profe Gabi Perez. Hoy en día mis mejores amigos están en Pozo del Molle y a todos los conocí por el futbol, con los que más amistad hice es con Juan Cañete y mi querido Maxi Biondini que lo llevo siempre conmigo y lo tengo presente cada día (hace Nicolás esa referencia por la dolorosa pérdida que significó para muchos, la de este joven hace poco tiempo).
Lo lindo de jugar en Fundación es que viajamos mucho por toda la zona de San Francisco, conocí muchos lugares y pueblos, era lindo preparar cada domingo el bolso para ir a jugar o llegar a casa tarde después de entrenar, muchas veces me quedaba a dormir los viernes, así que hice un tours por las casas de mis compañeros”.

Siempre fuiste arquero, ¿o te colocaron en otra posición antes de llegar a hacerlo como arquero?

Nicolás “Cuando empecé jugaba de 9, pero en mi categoría no había arqueros y un día fui a ver jugar a  mi hermano mayor Lucas a Española y lo vi hacer un partidazo y desde ahí dije que quería ser como él, desde ahí empecé a jugar en el arco. Solo una vez jugué de 9 en un partido de reserva en Rivadavia y fue una linda experiencia pero jugar en el arco es otro tipo de sentimiento que solo los arqueros sabemos, creo que no se hace, se nace”.

Quienes fueron tus referentes en el arco, ¿a quienes observabas a nivel mundial, nacional, o porque no a nivel regional, local?

Nicolás Mi primer referente fue mi hermano Lucas y a medida que pasaban los años siempre fui siguiendo el estilo de Joe Hart en sus tiempos del Manchester City”.

¿Cómo llegaste a Instituto, que recuerdo tenes de jugar en inferiores de AFA?

Nicolás – “Cuando estaba jugando en Fundación mi hermano se lesiona la rodilla y lo opera el médico de Instituto, Enrique Ambrosini y como yo siempre estaba atrás de la pelota, le pedí a mi papá que hablará con él para conseguirme una prueba, así que me dieron la posibilidad y me fui a probar, recuerdo que  fue un día martes, me fue muy bien y me hicieron volver la semana siguiente con el pase en la mano ya para firmar”.

“Las inferiores de AFA es lo mejor que le puede pasar a un jugador de fútbol que corre detrás de sueños, me conocí todo el país, ahí aprendí lo que era realmente jugar al fútbol, es una realidad distinta que te marca por todo el entorno que tiene”.

“Fui a vivir a la pensión en el Predio de La Agustina, a 3 horas de casa y de la familia y de amigos, compartía habitación con otros compañeros, nos levantábamos todos los días temprano para entrenar, al medio almorzábamos y a la tarde a veces entrenábamos y otras veces teníamos que ir al gimnasio, vivíamos pura y exclusivamente para eso, era una vida de profesional a pesar de que éramos unos niños, teníamos que madurar rápidamente, todo el esfuerzo tenia recompensa cuando te encontrabas jugando contra los grandes del fútbol, como River, Boca, San Lorenzo etc. Nosotros viajábamos los viernes a la noche y jugábamos los sábados en la mañana, si el viaje era muy largo viajamos un día antes e íbamos a un hotel, sino dormíamos en el colectivo y cuando nos despertábamos bajamos a jugar, era un poco sacrificado pero daba frutos, en los años que estuve ahí lo que más me marcó fue ganarle a River en Ezeiza dos veces en un mismo año, era uno de mis sueños y se dio.

ENTRENAR EN PRIMERA CON LA GLORIA

Nicolás - “Luego tuve la oportunidad de empezar a entrenar con la primera división, ropa nueva, cancha linda, pelotas profesionales, estaba ahí a un paso, me di el lujo de entrenar más de una vez con Lucas Hoyos (estuvo en Vélez hace poco, el arquero que Nico menciona), gran arquero de primera división, había semanas que me llevaban 2 ó 3 veces a entrenar con la primera, era un sueño hecho realidad pero en standbye porque no siempre era así, todos de pibes queremos estar ahí, pero la vida no siempre te lo da”.

“En mi último año de AFA para el día del hincha de Instituto, me llamaron para jugar en el estadio con todas las figuras del club, jugué para el equipo de Paulo Dybala, Wanchope, entre otros, jugar con un estadio lleno no tiene explicacion, son cosas que uno nunca espera pero que suceden y dejan un gran recuerdo”.

“Tengo grandes amigos que hice en el ámbito del fútbol algunos están primera y otros siguieron sus caminos por otros rubros, pero los mejores amigos o podría decir familia, son los que veía cada día, como los celadores de la pensión y los cocineros que hacían maravillas para que nosotros estemos bien, gracias a Dios estoy en contacto con todos y cuando puedo voy a visitarlos”.

¿Qué te cambió en el día a día? ¿Qué tenían de diferentes los entrenamientos? Siempre hablando de instituto

Nicolás - “Lo que más me cambio fue el hábito de vida, alejarme de la familia y amigos, entrenar gran parte del día, mucho con pelota cosa que en otros clubes no hacía y teníamos a disposición el entrenador de arqueros que nos hacia trabajos muy específicos. Los entrenamientos eran de 8 a 11 am y por la tarde íbamos al gimnasio, se había vuelto una profesión de la cual si no entrenas no obtenes nada, éramos los dueños de nuestro destino”.

¿En qué momento sentís que tenes que tomar nuevos aires? ¿En qué equipo de liga jugaste antes de irte afuera a probar suerte?

Nicolás – “En el año 2016 el último año de 4ta de AFA llegamos a la final con Tigre y la perdimos por penales, fue un golpe muy duro, para  muchos de nosotros dependía la carrera en ese título, pero no se dio, y el club no estaba pasando por un buen momento, muchos pibes esperando para ser llevados a primera pero la llegada de Delfino como técnico de la mano de 11 refuerzos dejo sin lugar a muchos de nosotros y ese fue el momento de tomar la decisión de buscar nuevos objetivos”.

 “Luego de Instituto hice un año en Sarmiento de Idiazábal para el centenario del club en la Liga Beccar Varela.
Al año siguiente me llega una oferta para ir a jugar a España pero tuve un problema con los documentos y no pude viajar, estuve 6 meses jugando en el Afuco para Autoservicio Charly con mi hermano Diego y 6 meses luego jugué en Alem de Villa Nueva, mientras esperaba los documentos para poder viajar”.

¿Momentos tristes y alegres que más recuerdes del futbol?

Nicolás - “Los momentos más tristes eran cuando estando tan lejos de la familia a veces no tenias la posibilidad de jugar que sentías que perdías el tiempo, no estar con tus amigos, no ver a tu familia, a veces, me tocó quedarme solo en la pensión para entrenar y ver que todos se iban a sus casas los findes y yo me quedaba ahí era duro, pero después me dio frutos, mejoré futbolísticamente”.       

“El momento más alegre del fútbol lo tuve en Sarmiento de Idiazábal necesitábamos una victoria para seguir en la lucha para clasificar y tuve la suerte jugando de visitante de atajar dos penales en un mismo partido y ganamos 1 a 0, ese día sentí que después de haberme ido de Instituto aun seguía en pie y más fuerte que nunca”.

¿Cuándo te vas del país, con qué idea te vas y en donde fuiste haciendo camino en Europa, en que clubes y qué lugar?

Nicolás - “Cuando tenía 16 años ya tenía en mente viajar a jugar a Europa, es el sueño de cada pibe, era la primera vez que me iba fuera del país, había jurado que si me iba de argentina era por el fútbol y así fue, al principio tuve mucho miedo a fallar, a no lograr lo que quería, pero con el apoyo de mi familia todo fue mas fácil, lo que más me dolía era ver como mis papás estaban, al fin y al cabo me iba yo el más pequeño y me fui sabiendo que nos los iba a ver por mucho tiempo, hoy en día hace 1 año y 7 meses que no veo a mi familia”.

“Cuando llegué empecé a jugar en Samone de Módena un pueblito donde estaba parando, mientras esperaba los documentos, luego tuve una oferta para jugar en el sur de Italia, en Lucera provincia de Foggia, ahí estuve 6 meses entrenando, no podía jugar porque el mercado estaba cerrado, luego llegó el verano y volví a Samone donde jugando un torneo con amigos me vio un club de la zona y me ofrecieron un contrato, en Castelvetro de Módena firme por un año, el presidente del club y a la vez entrenador de arqueros era nada más y nada menos que Marco Ballota (reconocido arquero italiano), 6 meses después me llegó una oferta para jugar en España, cerca de Sevilla en Alcalá de Guadaira y viaje el 16 de febrero de este año, una nueva ilusión, un nuevo camino pero siempre detrás de lo mismo”.

¿Cómo viviste la cuarentena por la pandemia, en lo personal que te tocó vivir allá?

Nicolás “Gracias a Dios la cuarentena fue tranquila, pase la parte más fuerte en Alcalá de Guadaira en la casa que me daba el club, entrenando todos los días y en esa zona estaba tranquilo todo, así que podíamos salir. El 21 de mayo Italia me hizo la repatriación así que volví a Samone, acá estamos en montaña y está tranquila la situación, aproveche el tiempo libre para estudiar y entrenar más de lo habitual”.

¿Cómo llevas la carga de por ahí no tener contactos con tus familiares?

Nicolás - A veces se hace muy difícil porque hablo con ellos y más de una vez se escapa una emoción, pero siempre estuve acostumbrado a estar lejos de la familia, hoy en día los extraño mucho, pero me hago la idea de que falta poco para verlos y que todo esto que hago es por ellos, los sueños son más fuertes que el resto, eso me ayuda mucho. Hoy en día con la tecnología los siento mucho más cerca”.

Hace poco en las redes observé ¿obtuviste la ciudadanía Italiana? ¿Qué significa para vos en lo personal y en lo deportivo eso?

Nicolás-“Sí la obtuve en tan solo 28 días, fue muy rápido todo, en lo personal fue un alivio hacía años que esperaba eso, porque sabía que deportivamente te abre las puertas del mundo europeo del fútbol, te miran con otra cara, porque los clubes no tiene gastos en permisos de estadía y demás”.

 

¿En qué situación estas? ¿Volviste a entrenar a jugar? ¿Que objetivos tenes para el cierre de este año?
Nicolás – “Ahora estoy trabajando en las mañanas, porque con el parate del fútbol por el virus no nos están pagando, pero me entrenó todos los días, me siento bien, es solo cuestión de días para que todo vuelva a la normalidad y volvamos a jugar, estoy esperando el comunicado oficial de cuando se juega de nuevo para volver a España. El objetivo para el cierre del año es jugar, sumar minutos y hacerme ver, en España hay muchas oportunidades”.

¿Tenes pensando volver más adelante? ¿O el objetivo es permanecer lo más que puedas allá?

Nicolás “Siempre tengo en mente volver pero solo a visitar, amo la Argentina, amo mi pueblo y estar con mi familia, pero aquí en Europa hay mejor calidad de vida con respecto al fútbol, quiero hacer mi vida acá, tengo mis amigos, mis cosas y estoy conociendo una chica muy especial para mí, que me ayudó mucho en la cuarentena, siempre me saca una sonrisa y esta ahí cuando la necesito”.

¿Qué le dirías a un pibe que está empezando y por ahí no se anima a la aventura que estás realizando?

Nicolás “Le diría que luchen por sus sueños, que vale la pena cada segundo, cada minuto y cada día, que vivir de lo que uno ama, no todos pueden hacerlo, si tienen la posibilidad que lo hagan, porque la vida está hecha para vivirla al modo que uno quiere, a veces más a veces menos pero lo importante es luchar por lo que uno ama, porque un día no sos nadie y al otro día te encontras jugando con grandes estrellas, con dedicación y esfuerzo todo se puede. Y lo más importante es ser buenas personas y humildes, porque a las buenas personas les pasan cosas buenas”.

Así se despedía Nico Delpino, el iba a descansar, yo a terminar de armar esta nota, creo que no hace falta agregar mucho más, es sin dudas un luchador que hace mucho tiempo no ve a su familia, que sueña con jugar al fútbol en Europa, no tengo dudas que va lograr la regularidad que quiere  y desea, es buena persona y es humilde, además de esas condiciones que se le vio debajo de los tres palos, un gusto enorme saber de él, de ese arquerito ex Fundación que hoy es un joven de apenas 24 años, que sabe lo que quiere, sabe que nada es fácil, aunque tampoco imposible.

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