Julia es hija de Leonardo Silvestre e Ivon Cuadrado, su hermano es Lorenzo y hace un tiempo camina a la par del joven Sebastián Gerbino, sorprende su juventud y su mentalidad abierta que la llevo a plasmar un proyecto muy ambicioso para esta localidad. Mi interés en esta nota es porque estoy notando que las mujeres están desarrollando sus potencialidades y se asocian para un bien común, en breve habrá más historias de estas.

Aquí la historia de Julia.

¿Dónde cursaste tus estudios primarios, secundarios?

Julia – “Yo comencé mis estudios en la escuela Gral. San Martin, jardín y primaria hice allí y luego los estudios secundarios los hice en el instituto Gral. Manuel Belgrano, ahí hubo una materia con la cual yo me sentí muy identificada que fue psicología, la daba la profesora Marisa Melano, incluso ella me vio muy interesada y me había sugerido algunos libros para leer, luego hice un test vocacional, allí me terminé de dar cuenta de que muchas de mis aspiraciones coincidían con que debía estudiar psicología”.

¿El estudiar psicología te permitió pensar en este proyecto que llevas a cabo en Pozo del Molle?

Julia – “Me formé en la Universidad Nacional de Córdoba, siempre en cada materia o trabajo que realizaba, nos hacían hincapié en el trabajo en equipo, a partir de ahí de que mi idea era volver al pueblo y justamente formar un equipo de profesionales que pudiéramos trabajar en conjunto. Estaba en mi último año en Córdoba, cuando vino lo de la pandemia y tuve que cursar las últimas materias electivas, desde mi casa, mientras que en el 2021 ya había terminado todo y solo rendía finales, allí empecé a escribir sobre como quería que se tratara este proyecto, lo tenía en mis ideas, pero no le había dado forma, cuando lo escribí se lo fui comentando a mis padres, a mi pareja y me apoyaron muchísimo”.

“A su vez justo se daba que mis papás y abuelos tenían un local en el centro de nuestro pueblo que se desocupaba y ellos lo remodelaban para comenzar a alquilarlo como local comercial y vivienda, yo colaboré con ellos y mientras pensaba mi idea les iba pidiendo algunas cuestiones estructurales por las dudas yo comenzará allí, las puertas más anchas, los escalones tipo rampas, que se tuvieran en cuenta esas cosas por si yo decidía usar el lugar como consultorio”.

¿De se trata el trabajo de tu tesis para recibirte de psicóloga?

Julia – “Como influyen las experiencias de poli victimización en la vida adulta, son los distintos tipos de victimización en una misma persona, actualmente estoy en el proceso de armado de instrumentos para empezar a armar las encuestas, la idea es presentarlo a finales de este año o el año que viene”.

¿En qué momento se da entonces la decisión de arrancar el proyecto “Integralis”?

Julia – “Se me ocurrió comenzar a armar el proyecto ahora, porque una vez que comience a ejercer no voy a tener todo este tiempo que tengo, comencé a hablar con los profesionales, fui acomodando el tema de obras sociales, con cada uno es diferente y demanda muchísimo tiempo. Siempre hice hincapié en el trabajo en equipo, por ejemplo, si hay pacientes en común o no, hacer reuniones, que entre los mismos profesionales vayan sacándose dudas, lo de colaborar uno con el otro, fue como ir armando un lugar cálido con profesionales que tenga predisposición. Cuando empecé mi idea fue largar con psicología, psicopedagogía, fonoaudiología, kinesiología, nutrición, psicomotricidad y terapia ocupacional, esa fue mi idea principal, pero a partir de la demanda de la gente, fueron surgiendo más especialidades, que por ahí no estaban previstas, pero ya son parte de “Integralis”, uno escucha todo, si hay críticas, uno las toma como constructivas, hoy tenemos 11 especialidades y seguimos con ideas de sumar más”.

¿Por qué Integralis?

Julia – “El nombre es porque la idea era que respetara los valores que uno quería que se generaran en el lugar, que sea para todos, que se tome a la persona desde su integralidad, que el nombre represente lo que es el espacio”.

¿Cómo fuiste armando el equipo de trabajo?

Julia – “A algunos les propuse la idea de que si querían volver, es el caso de Pablo Ríos que estudió conmigo en el secundario, yo sabía que estaba en Córdoba, le propuse la idea de volver y hoy está trabajando con nosotros, es kinesiólogo de Integralis, lo mismo pasó con Magali Olcelli de La Playosa, es Kinesióloga pero trabaja la parte respiratoria, Jorgelina Sosa que estaba trabajando en el pueblo se sumó como Psicopedagoga, en lo que es fonoaudiología me ayudaron Antonella Pochettino y Yanina Grasso, ellas son de acá y me llevaron a contactarme con Noelia Guggiari de El Fortin, después hay varios profesionales de Villa María, ahora empieza un psicólogo que es de Córdoba, algunos se contactaron con la página y las redes sociales, tuvimos entrevistas por meet.

Sin dudas, es mucho trabajo y responsabilidad, ¿Cómo te guías para ir abriendo nuevas especialidades?

Julia – “Los primeros meses estuve por la mañana y la tarde, estoy en contacto permanente con la gente, a veces comentan ahí en el lugar, hay gente que te dice que viaja a Villa María por tal especialidad, abrí además la caja de preguntas en las redes sociales, si veo que se repiten las consultas por una especialidad, tomo que puede estar bueno sumarla, de ver, de sumar entre los mismos profesionales, nos vamos apoyando y sugieren todos”.

¿Cuáles crees que fue la especialidad que tomó la lanza o marca un despegue para que lleguen las demás?

Julia – “Si bien hubiese querido que la primera especialidad que tuviera Integralis, fuera psicología, no se dio así, el psicólogo recién se incorpora la semana que viene, me parece que una innovación que llamó mucho la atención en cuanto a nutrición, fue cuando incorporamos un aparato (Imbody) que permite medir la composición de la masa corporal, que no había en la zona un aparato así y a su vez este aparato permite la medición corporal tanto a niños como adultos, nosotros comenzamos haciendo una charla, presentándolo cuando lo compramos, la idea era presentarlo y darlo a conocer, pero por la gran demanda que hubo, nos pidieron que empezáramos a ponerlo en práctica”.

“No teníamos listo el lugar así que comenzamos en casa de mis padres, yo hice la capacitación para realizar la medición y la nutricionista que venía con experiencia desde Villa María, llegaba y hacia las lecturas con turnos los fines de semana, a partir de ahí daba los planes de nutrición personalizados, el aparato mide hidratación, masa corporal, proteínas, minerales, gasto calórico en actividad física, como está distribuido en el cuerpo, masa muscular y las grasas,, mide el proceso de cada persona, evalúa más allá del número, una evaluación integral, la nutricionista es Valeria Torres que hace esta técnica denominada, bio impedancia”.

Se ve por redes que si bien, hay otros espacios que practican TPA, ¿ustedes lo sumaron y anda muy bien?

Julia – “Si dentro de la kinesiología, Pablo Ríos se dedica a la parte de traumatología, Magali se dedica a la parte cardiorrespiratoria y ejercicio para suelo pélvico, Laura García a la parte de TPA y un kinesiólogo de Villa María que hace osteopatía, si TPA, tenemos mucha demanda.

¿Cuáles son las especialidades nuevas?

Julia – “Las especialidades nuevas son dermatología que comienza la semana que viene, se sumó pediatría, que comenzó Virginia Melano, los lunes y miércoles, Oftalmología, hace un tiempo se sumó acompañamiento terapéutico, con una chica de Los Zorros, Solange Airasca, ella es Prof. De Educación Especial, psicomotricidad con Fiamma Peretti, en terapia ocupacional se sumará Milena Priotti que es del pueblo y hace poco se recibió y está en la espera del título”.

¿Cómo está diseñado estructuralmente el espacio de Integralis?

Julia – “Es un espacio multidisciplinario que está compuesto por 4 consultorios, uno está destinado a kinesiología, donde también se da TPA, el resto de los consultorios se va rotando, en general están disponibles, algunos son más grandes, algunos tienen balanza, camillas, otros, los consultorios están identificaos por colores y no por número, el de kinesiólogo es naranja, los demás fucsia, violeta y amarillo.  Hay una sala de espera, un espacio para saca turnos, por la mañana estoy yo, ahora se sumó Inés Bossio a la tarde”.  

Uno conoce mucho, sabe que son más los que no vuelven, que aquellos jóvenes que pegan la vuelta ¡siempre pensaste en volver al pueblo?

Julia – “Siempre pensé en volver al pueblo, pero no tan pronto, la pandemia aceleró un poco todo, yo chocha por eso, si bien estudié en Córdoba, me iba el lunes pensando en volver, estoy feliz de poder hacer lo que me gusta acá. La verdad tuve mucho miedo, mi miedo era que iba a pasar, eran muchas cosas, muchos costos, por suerte tuve el apoyo permanente de mis papás, mi novio, la familia de el también, sin eso no me hubiese animado, me daba miedo que no resultara”.

¿Aconsejarías a los jóvenes volver?

Julia – “Está buenísimo volver, si creen que no está el espacio para lo que estudiaron, hay que hacerlo, yo escuché muchos amigos, compañeros, que veían como muy poco probable volver al pueblo por lo que estudiaron, pero siempre hay formas de crearlo, he recibido mensajes súper lindos, hace poco una chica que estudia psicomotricidad, me escribió para decirme que ve como un espacio para volver, siempre hay lugar para volver si uno lo desea”.