Julia Mercado es hija de Mary
Guayan y Edgar Luis Mercado, son 4 hermanos, Juan, Gisela, Ignacio (nachito),
en lo personal quizás la referencia más importante o de peso que tengo de ella,
es que es nieta de Don Julio Guayan, un almacenero, muy amigo de mi padre, que
tenía su almacén en la calle Raúl Dobric (hoy oficinas de la familia Ricca si
no me equivoco).
¿Dónde cursaste estudios
primarios y secundarios?
Julia – “El primario en la escuela Francisco Malbrán y el secundario en el
Instituto Gral. Manuel Belgrano, la modalidad de ciencias naturales, a mí me
gustaba más el brazo si se quiere social y humanitario, es decir con el contenido
teórico no me llevaba tan bien, después de allí me anoté en la Universidad
Nacional de Villa María para estudiar sociología, al trabajo de investigación
no lo armé el primer día, fue todo un proceso”.
¿Por qué sociología? Digo esto, porque
es una carrera que en la zona no es tan habitual como otras.
Julia – “Si incluso dentro de las ciencias sociales, sociología tiene un
estigma o desconocimiento por ahí, si me preguntas porque la elegí, es por el
tema del área temática, por los objetivos de escritura e intereses personales, de
análisis, prácticas sociales, pero también tuvo que ver con las posibilidades
de cada estudiante, yo no tuve la posibilidad de irme a Córdoba a estudiar psicología
por ejemplo, entonces tuvo que ver con lo contextual o más cercano, estaba
cerca y se relacionó con lo teórico que me gustaba, entonces comencé allí”.
¿Pero lo viste en folletos antes
de llegar allí o dónde te informaste?
Julia – “En el secundario nos llevaban creo a las universidades, nos
interiorizaban con las carreras, pero en mi caso fue una exploración propia,
buscaba alguna carrera orientada al área de sociales en Villa María, ya en el
secundario una de las materias que más me gustó fue filosofía, me interesaba el
preguntarse por qué las personas actúan como actúan, el por qué, las causas, en
el secundario lo más cercano que vimos a eso fue algo de metodología, me
gustaron varias carreras de la universidad, pero bueno opté por sociología y no
política por ejemplo ya que son contradictorias en la manera de ver las cosas”.
¿Qué debates internos existen
entre las maneras de interpretar desde lo político o sociológico?
Julia – “En política, según los sociólogos, es como que se mira la problemática
social, los sociólogos nos preguntamos que hace que el problema exista, los politólogos
tienden a pensar que los problemas parten del estado, es como que hay una relación
directa, es decir pasa esto y hay que hacer una ley, en sociología es más al revés,
la cosa es de abajo hacia arriba, las prácticas sociales determinan lo que pasa
en el estado, pero por ejemplo mi director de Tesis es politólogo, Pablo Gudiño
Bessone, es becario de Conicet con tesis doctoral y tiene un tema relacionado a
mi tesis con la cual me recibí”.
¿Cómo empezaste a armar el
trabajo final de grado?
Julia – “Mi investigación fue durante dos años de trabajo, en Pozo del
Molle no hay investigaciones de este tipo, puedo estar equivocada, pero sobre
la localidad en cuanto a ciencias sociales, sobre las políticas, pensamientos y
prácticas de la juventud, en relación a la educación sexual, desde lo sociológico
Pozo del Mole no ha sido estudiado desde lo teórico, académico, los sociólogos por
ahí estudian sobre Villa María, la mayoría de los estudios están en las
ciudades, en los pueblos es difícil por las cercanías, es un contexto
particular que diferencia a cualquier otro antecedente, fue pionera mi
investigación en ese sentido”.
¿Tuviste dudas con otro tema o
siempre quisiste investigar sobre la ESI?
“En 2017, 2018 empecé a pensar el tema, en esos años se dio todo esto de
las discusiones en los medios, agendas públicas, sobre el tema del aborto, yo
por ahí quería ver como impactaba el discurso del aborto en las escuelas, pero después
me puse a pensar de cómo iban a tomar partido en el tema del aborto, si todavía
no estaba muy tratado el tema de la educación sexual en las escuelas, es decir,
haber hay, por que se conversa, pero quizás no tienen las escuelas el espacio
para poder aplicar y mantener la educación sexual. Eso lleva tiempo, los
docentes están cargados de actividades, más allá de lo áulico, noté que los jóvenes
por ahí no debatían porque aún tenían desconocimiento”.
“Al utilizar la metodología etnográfica, llegué a las escuelas sin el
problema, empecé a observar las clases, de allí me puse a pensar de qué manera
se habilitaban los espacios con los estudiantes para hablar de sexualidad, en
realidad yo hablo de derechos sexuales reproductivos y no reproductivos, construir
el tema me llevó mucho tiempo. Una vez construido el tema entrevisté a docentes
y estudiantes, luego a profesionales de la salud de la localidad, los mismos
estudiantes me nombraron los referentes, generalmente son los ginecólogos de
los hospitales”.
Entonces ¿Cómo es el título y el
recorte de tu tesis?
Julia – “El título es género, sexualidad y juventudes, mi población objetivo
son los jóvenes, yo me pregunto cómo ellos aprenden desde la ESI en las
escuelas, en los años 2018 – 2019, es esta mirada de los jóvenes que son
agentes que piensan, se dice mucho que los adolescentes no saben lo que
quieren, fue darse cuenta que hay muchos jóvenes que si se preocupan y proponen”.
¿Cuáles son algunas de las
conclusiones de la investigación, si se pueden compartir?
Julia – “No solamente en las escuelas, los alumnos configuran lo que saben
sobre educación sexual, las formas de cuidado y las opiniones en relación a
eso, con mi director los dos teníamos una mirada distinta de como las ESI
(Educación Sexual Integral) influían en los adolescentes, mi director decía que
me fijara como la escuela era determinante, yo decía que la escuela no, en el
transcurso de la investigación pude ver un montón de cosas que los jóvenes piensan
sobre la ESI, que va más allá de lo que pasa en la escuela”.
“Cómo siempre digo intenciones hay, puede que haya barreras, hay espacios,
pero son muy dinámicos y activos los jóvenes, uno no deja de aprender nunca con
ellos, me llamó la atención de cómo impactan las miradas en redes sociales, hay
como una especie de digitalización de las emociones, en donde 4 likes impactan
demasiado en la vida del estudiante, las foto de cómo sale, el por qué le ponen
tanto esfuerzo, yo pensaba que no era importante, pero me impactó y eso que
tengo antecedentes, me imagino los que por ahí no están en contacto con redes
sociales, entonces si bien las escuelas intentan proponer espacios y generar debates
en cuanto a la educación sexual, todo es muy dinámico”.
¿Qué sugerencias desde tu lugar
podrías dar?
Julia – “Es justo lo que los sociólogos no hacemos, el termino más práctico
como consejo tomémoslo, es por un lado escuchar las demandas de los jóvenes,
que necesariamente no pasa a veces, muchos veces se tratan los mismos temas y
no le preguntan a los estudiantes que temas quieren abordar, generar espacios
en común entre las escuelas, una de las trabas, es como algunos docentes no
saben cómo tratar la ESI, o no tienen prácticas, hay que relacionarse con los
que sí saben hacerlo, o pensarlo más con autores externos, no solo con los médicos,
hay mujeres que militan, hacen talleres, profesionales que excedan la mirada biológica,
la de los cuidados, debemos pensar la ESI, desde los afectos, emociones,
identidades, ver desde que lado se politiza, no es lo mismo pensar desde
nuestro país, que desde E.E.U.U por ejemplo, se debe contextualizar”.
Con su tesis de 105 páginas Julia
rindió con 10 y aprobó, ya es licenciada en sociología, la mollense planea
quizás ampliar el tema de estudio con una tesis doctoral, tampoco le cierra las
puertas a vivir nuevas experiencias en otros lugares, por el momento disfruta y
agradece el hecho de que pudo llegar a una universidad pública y es la primera
egresada universitaria en su familia, lo cual, la deja muy conforme con el
logro alcanzado.
Gracias por su tiempo, si te gusta esta nota, ayuda compartiendola en redes haciendo click aqui
Compartir en Facebook