Se fue un día de lluvia, casi homenajeándose ya que uno de sus hobbie era llevar el registro desde 1950 de las precipitaciones, Dante Supertino, fue un comerciante, dirigente, hacedor y luchador.

A los 92 años nos dejó Dante Supertino, un verdadero personaje, quizás la memoria a corto plazo, nos lleve a recordarlo junto a uno de sus nietos, el actor Romano Piccato, quien en épocas de pandemia, viralizó sanamente la lucha airosa del apodado “rey del imperio romano” frente al Covid 19. Dante pudo con el virus y con otras tantas cosas que voy a repasar, un hombre comprometido con instituciones del pueblo, un comerciante y un apasionado de la música y de la estadística del tiempo.

Nació en 1929 en la zona rural, recién en 1939 se vino junto a sus padres a vivir a Pozo del Molle, fue hijo único, su primera casa paterna fue en calle Deán Funes, allí construyeron en su llegada a la localidad. Sus primeros estudios los hizo en su casa rural, ya que no había escuela rural en esos tiempos, su señorita fue la hija de Don Pedro Bruno el primer intendente de nuestra localidad, al llegar al pueblo empezó en el colegio provincial, luego de una evaluación lo ubicaron en tercer grado, iba a clases de lunes a sábado, culminó sus estudios primarios en 1942.

Al no haber secundario aquí, en aquel tiempo hizo un curso de perito contable, siempre le gustaron los números, junto con el colegio empezó con la música, a los 12 años tenían un conjunto y salían a actuar, el tocaba la acordeón, tocaban tango y cuarteto característico, su grupo estaba conformado por José y Tomás Costamagna, Chito Colombo, entre otros, el 17 de agosto de 1941 ese grupo actuó en LV2 Córdoba para promocionar las fiestas del pueblo.

Con su mujer se casó en 1956, rememoraba su primer viaje en Ford T para verla en Corral del Bajo, tuvo cuatro hijos y una gran cantidad de nietos que lo despidieron con muchísima nostalgia en estas horas, así como las redes sociales del centro comercial o la banda de música Manuel Belgrano.

Se ponía nostálgico cada vez que recordaba las fiestas del pueblo, de ahí en su historia me contó que fue uno de los iniciadores de Fundación Pozo del Molle, allá por septiembre de 1965, en 1966 se consiguió personería jurídica y en mayo de  1967 se llevó a cabo el primer simposio quesero, Dante contaba que gracias a ello, por medio de ese concurso, llegó “Casanto”, además de tener jurados internacionales y potenciar al pueblo a nivel provincial y nacional. Al mismo tiempo que se creó Fundación, él y un grupo de dirigente formaron Sociedad Rural, que junto con el Manuel Belgrano eran los tres ejes de la Fundación.

En marzo de 1971 Dante y un grupo de vecinos realizaron las gestiones y llegaron al objetivo de que Pozo del Molle pasará a tener 100 líneas telefónicas fijas, estuvo en las comisiones del instituto Manuel Belgrano y el colegio provincial, el primario, porque sus hijos estaban allí y siempre dio una mano. Aunque uno de sus orgullos es haber podido formar la banda de música Gral Manuel Belgrano, a él le gustaba la música y la primera banda que salió del instituto fue iniciada con su empuje, luego con la Sociedad de Fomento sería uno de los encargados de llevar a cabo la negociación para el regreso allá por 1994.

El centro comercial se fundó en su casa, estaba Bluma de intendente, todas las primeras reuniones se realizaron allí, lo primero que se consiguió fue el contrato con Ipam (Mutual – Obra Social) en ese entonces, hasta que compraron la biblioteca en calle Rivadavia, más adelante consiguieron el local actual allí en Raúl Dobric.

Como la mayoría de los dirigentes que pasaron por el centro, destacó siempre el logro del frigorico, ellos querían formar una cooperativa entre todos los carniceros, después cuando rememoraba las fiestas del pueblo, decía que venía mucha gente de afuera y hacía falta un hotel, estaba muy orgulloso de este gran hotel del centro que se posa en la ruta nacional 158.

Los números del tiempo

En su despedida, increíblemente llovieron unos 20 milímetros, Dante tenia anotado en su computadora todos los datos de las lluvias acontecidas, su padre empezó en enero de 1951 a tomar los datos día a día, cuando su padre falleció en 1986 lo siguió llevando el, destacó en tiempos de las inundaciones, pese al mal recuerdo de febrero del 2015, que en el año 1976 llovieron 236 milímetros en pocas horas, no salía del asombro de lo que pasaba con las aguas que llegaban desde arriba y que les pegó de cerca a su campo familiar.

Casa Supertino

En 1949 junto a su socio Ricca, montaron casa “Suri” en la esquina en donde hoy está Juan Miguel Combale muebles, es decir sobre la ruta, más adelante el 4 de agosto de 1958 arrancaría la “Casa Supertino”, un comercio que tuvo más de 60 años en funcionamiento, allí en la tradicional calle San Martín.

La última vez que escuche su voz fue por un audio de instagram, cordial como siempre, un hombre muy respetuoso, ordenado, recuerdo que era un relojito para pasar los estados de sus medidores, como así también el primero en llamar por si se había atrasado la facturación en la Cooperativa donde trabajo.

Se fue un hombre de familia, pero un hacedor, esos que eran distintos a muchos, no tuvo tanta prensa, no tuvo un perfil alto, todo lo contrario, caminó las calles siempre haciendo y sin pedir nada a cambio.

Abrazo grande a su familia, se fue Dante 92 años después y con 20 milímetros a cuestas que alguien debía cargar en una computadora, elijo hacerlo yo en esta oportunidad, en su memoria.