Gabriel Celada se consolidó como empresario en Pozo del Molle hace dos décadas atrás, vive a mil, aquellos que lo conocemos sabemos que es un personaje muy particular, temperamental y frontal como primer característica, hoy en día intentar dialogar con él es muy complicado, su celular suena todo el tiempo, su oficina se transformó en un lugar muy concurrido por clientes y además es vox populi, que al “cabezón” como le digo cariñosamente, le llegan todo tipo de consultas o sugerencias, ha pasado de todo en su vida, maneja una ferrari que lejos de tenerla como un auto de colección, la pone a la pista y la exige a fondo, cada tanto se choca con grandes obstáculos, sin embargo lejos de desanimarse, se reinventa y vuelve, es un piloto de corazón, ama la adrenalina, le imprime velocidad constante a sus movimientos y tiene sentido de pertenencia con sus pagos.

Hace tiempo en una entrevista le pregunté, si se daba cuenta de cómo había crecido y esto me contestó.

Gabriel – “Uno se da cuenta por el sacrificio que hace, el empeño que le hemos puesto, porque saben de dónde vengo, mi familia principalmente es la que me apoyó desde el comienzo, yo arranqué de menos diez, no de cero, todo esto se lo debo a muchísima gente, primero a mi coraje que no me falta y segundo a la gente que elegí para recorrer este camino, nadie solo puede hacer algo, cuando te habló de coraje es porque me largué en el 2001, venia del campo  y estaba en la Cooperativa Agropecuaria, tenía un sueldo, una mutual, estaba cómodo y con un grupo de amigos, simplemente sentí que había estudiado  y que quería otra cosa para mí, lo había soñado”.

“No fue fácil, los primeros remates allá por el 2000 con mi hijo Lucas en la panza, los encaré  y los tuve que suspender por lluvia, trabajaba en la Cooperativa hasta el mediodía y luego a la tarde rematábamos e iba a buscar las maquinarias, al principio dude mucho, luego la seguí remando y hasta hoy seguimos”.

Cuando hablaba de que quería hacer valer sus estudios, lo dice porque se recibió de Martillero Público en Córdoba,  Gabriel hizo todos sus estudios en Pozo del Molle, se consideraba un estudioso sobre todo en la primaria donde fue abanderado, mientras creció laburando el tambo con su familia, no le gustaba la química, ni los números, se muestra agradecido con la gente que le dio una mano en su carrera en Córdoba.  

Gabriel – “Creo que estudie martillero público por que busqué una carrera corta  de bajo costo económico,, me gustaba lo teórico  y quería que a mis viejos les costará poco mantenerme, siempre pienso  y le agradezco a Cristina y Celestino Suppo, yo viví 8 meses con ellos y aportaba muy poco en el departamento,  también le agradezco a Marcos Costamagna, mi tío, yo viví dos años con mi prima Laurita, me ayudaron muchísimo junto a mis viejos”.

Sus comienzos en la actividad empresarial.

Gabriel – “Arranqué con los remates  y de a poco anexé la venta de maquinarias, comencé alquilando el galpón de Rossetto, ahí en la esquina de 9 de julo  y Yapeyu, sin respaldo económicos atrás, íbamos haciendo negocios de manera muy pensada, no tenia oficinas y atendía en la casa de mi vieja, con algunos contratiempos, recuerdo una anécdota de un negocio cerrado de la venta de una Tolva,  que al otro día de haberla vendido fui al galpón y me la habían robado, fue un golpe durísimo”.

“Con Héctor Pacussi de Monte Buey fue con quien inicié los remates de maquinarias en Fundación, luego se me cruzaría Oscar Mercol en el camino, era un mercado que yo sentía que era de él, lo llamé un día y le dije que iba arrancar a rematar y que algún día iba a hacer un remate con él”.

En este mes de noviembre de 2021, además de vivir recientemente, junto a Oscar Mercol un remate exitoso en Fundación, Gabriel publicó en redes sociales que se posicionaron con “GAC Maquinarias Agrícolas” 3º en ventas a nivel nacional de la prestigiosa firma de YOMEL, S.A, es el 4º podio en los 8 años que se reconoce a los vendedores.

Yomel maneja todo lo relacionado a la forrajeria, todo lo que es segadora, rastrillo, mixes, fertilizadora, tiene 200 concesionarias en el país y exportan también en el mundo.  Por otro lado, AGROMEC S.A la empresa mollense lo premió con el 1º puesto en ventas a nivel nacional, hace tan solo un año que tiene la representación y se dio justo con el cambio de mando en esta empresa local.

Con pandemia de por medio, con crisis como en sus comienzos, con caídas, Gabriel sigue apostando por su ferrari que la hace correr por las calles de Pozo del Molle, hace poco tiempo sintió de apostar con FERREMOL, al principio comenzó en un lugar histórico, (ex Humberto Verolo e hijos), hoy fusionó y se quedó con el plantel de empleados de la histórica venta de repuestos (Bartolomé M. Césere), también con un amigo revitalizó un sector comercial de una de las estaciones de servicios del pueblo.

Como cada uno de nosotros, con aciertos  y errores, nadie podrá discutirle el coraje y empuje, menos aun discutirle el sentido de pertenencia para con el pueblo y la zona, aun en los peores escenarios, siempre estuvo dispuesto a mantener y a emplear mano de obra de su localidad, por eso en lo personal me alegra leer, que las ventas continúen, dos décadas después, ya que él cuando pudo ayudó y acompañó a mucha gente sin nada a cambio.  

¡Felicitaciones a todo el equipo de trabajo, por más éxitos!