Mirta Beatriz Ferreyra nació en Sacanta, su mamá fue Maria Elena Chávez y su papá Diego Jordán Ferreyra, sus hermanos Maria Angélica, Marta, Fabio y Martín, en nuestra localidad formó su familia junto a Omar “Pinocho” López y sus hijos, Renzo, Lucas y Ariel.
¿Qué recuerdos tiene de su infancia y sus estudios primarios?
Mirta – “Hasta los 6 años vivimos en Sacanta y luego vinimos a Pozo del Molle porque mi papá empezó a trabajar en Casanto, en el invernadero de cerdos, mis estudios primarios los realicé en la escuela Francisco Malbrán, tengo recuerdos de mis maestras, Marta de Bluma, Elide Gallopo, Pura Moyano de Bollatti, Olga Melano, no estuve relacionada a ninguna materia del arte, lo único que hacia extraescolar era folklore que me enseñaba Nidia Barotto”.
¿Pudo realizar estudios secundarios o comenzó a trabajar rápidamente?
Mirta – “Si fui hasta segundo año en el Instituto Gral Manuel Belgrano por distintas razones dejé y empecé a trabajar, trabajaba en los banquetes con Héctor Aguirre y después con Don Mercol, limpiaba casas, después que me casé comencé a trabajar en la agencia de quiniela que era de Víctor Lovera, luego seguí con Elena Cometto, con ella estuve 18 años, en este último tiempo me salió la oportunidad de comprar una agencia, ahora tengo una agencia propia familiar y ya hace tres años que estábamos trabajándola”.
Yendo a lo artístico y a lo institucional, lugares que me interesan indagar, debido a que ha mostrado en su vida pasiones y dotes en estas áreas.
¿Dónde comenzó a aprender tango?
Mirta – “En La Playosa aprendimos a bailar tango, viajábamos con mi marido hacia allá, había un profesor que venía de Villa Maria, después uno se dejó estar, sumado esto de la pandemia, cuando uno va a aprender, si hay pocos hombres, como que todos tiene que bailar con todas, depende de cada uno, yo bailaba con mi marido por que cuando voy a una fiesta siempre bailo con él. No me sirvió la base de folklore, la música te lleva, necesitas la enseñanza y es más deberíamos seguir yendo para aprender más cosas”.
¿En cuanto al folklore siguieron relacionados?
Mirta – “Si el folklore también lo bailamos, vamos con el Grupo “La Huella” luego del famoso pericón en la plaza nos sumamos para bailar”.
Uno vio en varias oportunidades que la gente del pueblo los llamaba para bailar tango, ¿cómo se fue dando esa situación?
Mirta – “Si nos invitaron a bailar muchas veces, la gente nos iba viendo y nos llamaba, recuerdo una invitación para una fiesta en la plaza, un 25 de mayo o de 9 de julio, luego estuvimos en la fiesta del hermanamiento que vinieron los italianos y el ingeniero Rossetto nos invitó a eventos en Sociedad Italiana”.
¿Cómo y cuando se suma para trabajar en la comisión del Club de Abuelos?
Mirta – “Cuando trabajaba en la casa de Don Mercol, me invitó a participar de la comisión, éramos jóvenes con mi marido, los nenes muy chicos, creo que teníamos 40 años, ya fue en el salón nuevo, que recuerdo no tenía el piso y el cielo raso, tenia media sombra, después se fueron haciendo más cosas y faltan por hacer”.
¿Desde su llegada que obras recuerda que fueron modificando el lugar?
Mirta – “Se hizo la instalación de gas natural, se colocaron los aires acondicionados, se hizo toda la cocina nueva, el cielo raso, se cambiaron ventanas, arreglos al frente, se levantaron paredes, una en donde se cobran las entradas, el bufete que se lo sacó fuera del salón, el reboque rustico del frente”.
¿Cómo están en la actualidad en la comisión? Es difícil conseguir gente para estar en las comisiones, uno lo nota a eso.
Mirta – “Nos faltan hacer cosas, arreglar las rejas, con la pandemia no se pudo recaudar más nada, ahora hacemos polladas pero son para pagar los costos fijos de mantenimientos de las instalaciones, en la actualidad hay 14 personas en la comisión, hace poco se hizo la asamblea, una vez que Mercol se va asume Darío Priotti, luego Ademar Colazo que ahora dejó por razones de salud. En septiembre tendremos una asamblea extraordinaria en donde seguro se puede reducir aún más la gente, es difícil conseguir gente que ingrese y perdure en las comisiones, ahora ingresaron algunos chicos jóvenes, el chico de Pereyra y la señora Paola Domé, aparte por el tema de la pandemia la gente que es grande se cuida y no va a trabajar”.
¿Cuál es el requisito para ingresar a la comisión?
Mirta – “El requisito para estar es ser socio, este año se cobró $400 todo el año para ser socio, el otro es tener ganas de estar, tenemos una cobradora que es Mary Vargas y ella pasa casa por casa, actualmente tenemos 40 socios, los socios cuando hay fiesta tienen un descuento, pero ahora que no hay eventos muchos dejaron de pagar”.
Antes de la pandemia ¿cómo eran los días de festejos?
Mirta – “Los segundos sábados de cada mes abríamos, el equipo de trabajo es generalmente, con tres personas en la cocina, Elsa y Mabel Lancioni, Luli Bernardi, a veces se llama a otra gente si hace falta, siempre se ponen mozos, en un tiempo toda la comisión trabajaba en eso, hoy me pongo en lugar de la gente grande y tenes que andar toda la noche, entonces eligen estar en la caja de las bebidas o de la entrada, o bufete y ponemos mozos para que no falte nada en la mesa y este bien atendida la gente que va”.
¿Ya cada persona tiene roles asignados?
Mirta – “La gente está bien dividida, creo que Don Alberto Amapane y su esposa Ana hace 27 años que están, son los únicos que quedan, por que la señora de Raimundo, Argentina, es socia vitalicia, en septiembre Amapane creo que deja, lo entiendo seguro quiere disfrutar de las fiestas cuando volvamos o de la familia”.
El club de Abuelos se transformó en un lugar de eventos y además era elegido por gente que incluso hizo fiestas de egresados. ¿Por qué se dio esta modalidad?
Mirta – “Si, porque si nosotros prestábamos el servicio no cobrábamos el alquiler de salón, incluso los chicos también se liberaban de pagar los impuestos de la música, iba todo incluido en la tarjeta, los chicos vendían la tarjeta y no tenían otra preocupación. Hicimos dos fiestas de egresados del Ipem y del Cenma de adultos, la gente más grande ya había asumido que las fiestas de las clases se hacían todas ahí, Argentino hace todas las fiestas ahí, del deporte”.
Yendo a las noches del club ¿siempre traían bandas?
Mirta – “Claro la gente quiere banda, teníamos todo organizado, el que venía en enero volvía al otro año, le dábamos fechas y si necesitábamos algo extra llamábamos a alguno que gustaba más, Santana de San Francisco, Horacio Musical de Alicia, Fabían y Javier, Santana nos traía gente de otros lados”.
¿Cómo estaban diagramadas las noches en sí del club? ¿Cómo se dio el cambio de pasar de sábado a la noche a domingo al mediodía?
Mirta – “Apenas llegaban bailaban una selección, después la cena y baile toda la noche, cerrábamos 4 de la mañana, en verano un poco más, a las 22 hs ya estaban bailando. La gente que viajaba, viene mucha gente de afuera, El Arañado, Alicia, Las Varas, Las Varillas, Sacanta, Arroyito, La Playosa, Arroyo Algodón, Los Zorros, Carrilobo, Noetinger, de todos lados, por eso nosotros vamos a otros lugares a devolver la visita y atenciones, de noche en invierno había neblina, entonces veíamos que había menos gente, lo empezamos a hacer domingo al mediodía, la gente era las 10 y media de la mañana y los teníamos en el salón”.
¿Concurre la gente del pueblo al Club de Abuelos?
Mirta – “Hay gente que es del club de abuelos, tenemos gente del pueblo que nos pregunta cuándo hay un almuerzo, lo están necesitando, un grupo de socio y otros que no, no es mucha gente, la mayoría es de afuera que participa, deberían darle más importancia al club de Abuelos, muchos cuando van se dan cuenta de que pasan un momento lindo, es una familia el club”.
¿Hicieron peña en el verano?
Mirta – “Hicimos una peña nosotros y luego una el club Dowdall, no se podía tener mucha gente en el salón, tampoco podíamos cobrar una entrada cara, ojala que en septiembre podamos hacer un almuerzo”.
¿Cómo se manejaron en la pandemia?
Mirta – “Nosotros cerramos en marzo del 2020, lo primero que hicimos fue cortar la luz, pagábamos el gas, cuando quisimos prender los freezer un día, se dañaron y no prendieron más, no sirven más, ahora dimos la luz y tenemos un freezer viejito y una heladera que la vamos turnando entre prendiendo y apagando. Ahora hacemos una venta de pollo y empanadas para costear los mantenimientos, hay que arreglar los baños y tenemos programados hacer arreglos de agua, tanque”.
Hace unos días mostró en redes trabajos de pintura, ¿Dónde aprendió esas técnicas?
Mirta – “Hará 8 años atrás fui unos 2 años de Angelita Burgra a aprender pintura, aprendí en el garaje de ella, allí daba clases y me enseñó algunas técnicas, después me largué sola acá en casa, pintar para mí es como un cable a tierra, no me imagine nunca la repercusión en las redes, gracias a eso tengo varios cuadros que hacer ahora, me han podido de Messi, Maradona y otros más.
¿Un mensaje a los jóvenes?
Mirta – “Decirles que es lindo estar dentro de una institución, porque te sentís útil y aparte ves cómo la institución progresa, del lado de la pintura o la danza les diría que sigan lo que les hace bien, si lo pueden hacer, háganlo.
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