Antes de empezar la entrevista, me puse a pensar y recuerdo que hace mucho partiste a Italia, si no me falla la memoria fue después de tu promoción.

¿Hace cuanto tiempo estás viviendo esta experiencia del básquet?

Enzo – “Y la verdad es demasiado tiempo, hace como 11 años que estoy allá, podría decirte que tengo mi vida armada allá, lejos de todos, pero estoy feliz por lo que hago, la posibilidad me llegó cuando estaba en la preselección nacional, me llamaron para ir una prueba, en febrero de 2009 me fui un mes para probar y ver si me gustaba, me gustó y me volví a jugar en el club Banco de Córdoba, en barrio Arguello, sabiendo que una vez que regresara del viaje de egresado a Bariloche volvería a Italia, me fui en el 2010 y estoy ahí hasta el día de hoy”.

¿Qué recuerdos tenes de tus comienzos en infantiles con Argentino, selección de Villa María, Córdoba?

Enzo – “Tengo hermosos recuerdos de despertarme y tomarme el bondi para salir a las 7 de la mañana y llegar a los entrenamientos de las 9 con la selección de Villa Maria, a veces salía mi viejo para llevarme a entrenar con la selección de Córdoba, es todo un proceso que te lleva a apasionarte, pero que tiene todo un sacrificio grande atrás, yo me he perdido de cumpleaños, casamientos, no pase casi nunca mi cumpleaños con mi familia y amigos, pero ha salido todo bien, estoy en camino y sigo haciendo lo que más me gusta”.

¿Quiénes han sido tus referentes o guías en los que te inspiraste en el camino del básquet?

Enzo – “El primero que me llevo fue mi hermano (Diego), yo lo seguía a él en el club, después tuve la suerte de que algunos de mis amigos practicaron básquet, hasta los 15 ó 16 años, algunos siguieron y otros dejaron, luego me fui a Córdoba, seguramente una pieza fundamental en mi formación es Ariel Servetti, me enseñó desde mini básquet, el Tola Yánez, Sebastián Fioll en su momento, el entrenador que tenía en Córdoba, Carrizo, tuve muchos entrenadores, ellos me llevaron a nunca olvidar esta pasión que tengo con el básquet”.

Qué recuerdos tenes del básquet aquí, ya sea en clubes locales y selecciones. ¿Algunos partidos o títulos especiales?

Enzo – “Tengo un partido en Oliva que jugué muy bien y ese día estaba quien observaba para la selección argentina, tenía 14 años, llegamos a la final con Villa Maria y perdimos con Córdoba, de ahí me llamaron, tengo los recuerdos cuando salimos campeones con Argentino Sport Club en Gral Deheza, luego la superfinal con Perdices que hice 12 puntos en el primer cuarto, tenía 16 años y no tenía muchos minutos pero era importante para mí, la liga era muy competitiva, nos mediamos con 9 de julio de Rio Tercero con el lobito Fernández, Deheza era muy bueno, Las Perdices, Independiente y Vélez de Oliva, Oncativo, recuerdo que íbamos en 5 ó 6 autos y a la vuelta comíamos juntos, o como viajar con mis amigos de pibe y ver todos los partidos y jugar al último, íbamos en colectivo, siempre los recuerdos son buenos y son la base para desarrollarse personalmente y como grupo, no hay que olvidarse que este es un deporte grupal”.

Habrás pasado por todos los sectores de la cancha ¿pero en cual te sentís cómodo?

Enzo – “Yo juego donde me pongan, basta que esté dentro de la cancha, no me importa de qué juego, aunque mis posiciones son alero y ala pivote, casi siempre soy ala pivote, de base jugué con Tola (Yañez) algunas veces pero no me sentía cómodo, no es mi posición natural, hoy cambió mucho no es que por qué tenes 2,10 mts no podes ser base, tampoco el que lleva la pelota organiza el juego, a veces le trasladan la pelota y luego pueden pasársela a los demás, hoy hay un juego más dinámico al que estábamos acostumbrado nosotros”.

Ya metiéndonos en Italia, ¿cómo fueron esas experiencias por los clubes en todos estos años?

Enzo – “A los 4 días de que volví de Bariloche me fui para Italia, la verdad es que estuve por todos lados, 10 ó 11 clubes, los contratos son anuales, es muy difícil en Europa que un jugador juegue más de 2 años en un club, van cambiando, hay casos excepcionales, cuando llegué estuve tres meses en “Fabriano”, pero la primera experiencia que siempre digo, que la viví y me dejaron solo, fue la de “Quieti”, ahí aprendí y me di cuenta cómo se maneja un jugador de básquet, después pasé por un montón de equipos, Sicilia, Puglia, San Severo, Plasencia, Matera, Rieti que está cerca de Roma, Cassino que está entre Roma y Napoli, estuve por muchos lados”.

¿Qué diferencias encontraste en el básquet italiano?

Enzo – “El juego es el mismo en todos lados, por ahí uno escucha del fútbol que con garra y huevo ganas, para mí eso no existe, si no tenes talento, entrenamiento, es difícil ganar, si cuentan las ganas, no lo discuto, a Estados Unidos no le veo garra y gana siempre, la diferencia es en eso, en nuestro país es más de choque, fuerza, en Italia es mucho más técnico, dinámico, hay poco juego organizado, no te frenen los contraataque, las transiciones de ataque y defensa son rápidas, dinámicas”.

¿En los plantes te encontras con gente de otras nacionalidades?

Enzo – “Sobre todo hay argentinos, yo jugaba con un argentino este año, Marquitos Cascini que jugó en Atenas, la mayoría son italianos, es difícil encontrar un brasilero o español, hay americanos dos por equipos en A2, en A1 está lleno, hay muchos del este de Europa, Serbia, Croacia, los reclutan de jóvenes”.

¿Cómo te manejaste con el idioma y las nuevas costumbres?

Enzo – “Yo cuando llegue no tenía ni idea lo que era el italiano, yo entraba a un lugar y me decían chau, que es el hola de ellos, no lo entendías, iba con el diccionario a todos lados, buscaba que quería decir y me ayudo mucho a aprender a comunicarme, si ibas a otro país y no te podes comunicar no te vas a integrar, llegue sin saber nada, no es muy complicado aprenderlo, pero ya me fui acostumbrando, no hice estudios, la misma vida me llevo a aprenderlo, una palabra nueva, una forma de decir nueva, ahora en Argentina se me escapan palabras y mis amigos y mi familia me cargan, es normal que se me escape porque estoy 10 u 11 meses allá y uno acá”.

¿Qué es lo que más extrañas a la distancia del país?

Enzo – “Lo que más se extrañan son las juntadas familiares y con amigos, después el resto lo pasas, la comida es diferente pero no tanto, se come bastante bien, los compañeros te hacen sentir bien, tuve gente que me hizo sentir bien, tuve suerte, uno extraña las risas y las anécdotas con amigos y familia, por ahí te mandan fotos y vos no estás, se complica”.

Más allá de la diferencia horaria, tus amigos son largueros con los festejos.

Enzo – “Si mis amigos son más largos para festejar, se extraña  el partido a las bochas en el campo, las cartas, eso es lo que más se extraña. No cambian mucho las costumbres, nosotros somos parte de ellos en un periodo anterior”.

Estando en Italia, ¿hay algún recuerdo más que especial en el básquet?

Enzo – “Si el campeonato que gané con (Cassino) fue el punto más alto de mi carrera, había ganado otro campeonato pero no era tan protagonista como ese, este año jugamos la final de la Copa Italia y perdimos, había metido un triple que nos llevó a meternos arriba y después terminamos perdiendo, a lo mejor ese hubiera sido un triunfo muy importante, pero ese campeonato en Cassino por el grupo que se formó, fue algo que me marcó, con Cassino fue un titulo de Serie B, el lugar está entre Roma y Nápoles”.

“Una vez que llegaste a una final y el grupo está unido con buena energía, lo ganas por esos detalles, el otro equipo está en la misma posición que vos, pero si vos estás bien con tus compañeros, te ayudas, confías en el, ahí sacas la diferencia”.

¿Cómo viviste la pandemia? Te tocó volver después de un par de años al país por esta razón.

Enzo – “Yo fui uno de los que no creía en nada, termino siendo una debacle, la pase junto con un chico de Las Varillas que jugamos junto, “Tato” Bruno, cerraron todo, pensé que era por unas semanas, pasaron dos días y escuchabas una ambulancia cada quince minutos, fue un poco fuerte, no estabas acostumbrado a escuchar una ambulancia, el pico de la pandemia se instaló en el norte y al sur no lo tocó, fue terrible, estuvimos dos meses y medio encerrado, no podíamos salir a la vereda, la gente tenía miedo, nosotros vivíamos en planta baja y arriba vivía una señora y la hija le dejaba las cosas y ni subía a saludarla por miedo a contagiarla, unos vecinos del frente vivíamos en pisos diferentes, se hicieron la torta y uno le cantaba el feliz cumpleaños de abajo hacia arriba para decirte el pánico total que había”.

En la segunda ola te tocó a vos, ¿Cómo fue esa parte?

Enzo – “Después se liberó y bajaron los casos y se vino la segunda ola, ahí me contagie yo, uno está expuesto en el deporte, la mayoría de los equipos la agarraron, a un equipo le pasó en playoffs y quedaron eliminados, tenían 11 contagiados y le dieron perdido los tres partidos de la serie, allá la regla era así”.

Sin embargo ya viniste con una dosis y allá en Italia ya se encuentran vacunas en la farmacia ¿es así?

Enzo – “Es otro mundo, cuando termine de jugar ya estaban habilitadas las vacunas para la gente joven, me puse la vacuna, la mayoría tiene dos dosis los mayores de 40, yo el 22 de agosto tengo el turno de la segunda dosis, el 60 por ciento de la población está vacunada con dos dosis, acá igual en Argentina la llevan bastante bien por suerte, no es que van atrasados, allá hay más gente con dos dosis, se puede comprar en las farmacias ya”.

¿Te animaste a pensar en que vas hacer a corto plazo?

Enzo – “Que pregunta (sonríe), la verdad es que mi objetivo es mejorar más mi nivel basquetbolistico que mi nivel de vida, aun no definí si mi vida será allá o acá, no tengo las ideas claras para hacerme esas preguntas, que sea lo que sea, si tengo que vivir allá viviré o acá, veremos.

¿Estás contento y hablaste con tus compañeros? Argentina e Italia campeón.

Enzo – “Fue todo muy rápido, festejo completo, estoy muy feliz, Argentina se lo merecía, los mataban a los jugadores y nunca entendí eso, uno es deportista y entendes que a veces las cosas no te salen, nadie juega a perder, mentalmente es bravo, no quiero pensar lo que vivieron ellos, hacían todo para ganar, si no hiciste cosas buenas no llegas a la final, son pocos los que ganan y hay muchos que hacen el sacrificio y no logran el objetivo.

Gracias por tu tiempo Enzo, en unos días el mollense regresa a Italia y ya tiene nuevo club, un gustazo poder reencontrarnos nuevamente.